Zum/ Terminó la huelga docente en la provincia de Buenos Aires

Qué hicieron los estudiantes en los 17 días de paro

Con las aulas cerradas las chicas y chicos realizaron actividades que reemplazaron las pedagógicas. Unos encontraron momentos de distracción y otros, de debate entre sus pares

Juan Márquez motiva su perfil técnico dibujando en le programa Paint. / Foto:AZ-FACSO

Tras el acuerdo que permitió cerrar la paritaria docente, los tres millones de estudiantes de las escuelas públicas bonaerenses vuelven a clase. El reclamo docente que tuvo una adhesión del 97%, embanderó el reclamo por un aumento salarial, garantizar el transporte escolar para los estudiantes, la mejora en la infraestructura en los colegios, la equiparación los montos de las asignaciones familiares y la resolución del mal funcionamiento de algunas prestaciones de IOMA, la obra social estatal bonaerense. La falta de acuerdo entre los gremios docentes y el gobierno provincial, retrasó el inicio lectivo de los alumnos de las escuelas públicas por 17 días. Algunos aprovecharon para distraerse, pero todas y todos ya habían empezado a extrañar la escuela.

"Yo me apuré en comprar los útiles de la escuela y tengo ansiedad por comenzar. En estos quince días estuve en casa, salí con amigos y hablamos que como nosotros tenemos derecho a tener clases, ellos tiene derecho a tener un mejor sueldo", cuenta Sergio Rivarola de 16 años. Este año comienza a cursar en la Escuela de Educación Secundaria Nº 7 Fortín de las Puntas del Tapalqué (ex Nacional Nº 2) y con impaciencia espera estrenar los útiles escolares que compró a principio de marzo.

Para Juan Lucas Márquez de 12 años los días sin clase se basaron en ir a la plaza con su hermano menor, disfrutar de sus dibujos animados japoneses preferidos, Dragon Ball Z y Naruto, jugar en la computadora con el DWORD que es un juego de rol orientado a conseguir objetos y crear dibujando a través del programa Paint. Siente que es un principio de clases especial porque el año pasado terminó los estudios primarios en la Escuela N°8 General San Martín. Ahora comienza sus estudios secundarios en otra institución, la Escuela de Educación Técnica Nº 2 Luciano Fortabat (ex Industrial), con expectativas por aprender. "Hay chicos de mi salón del año pasado que van a ir a la escuela conmigo, tengo ganas de empezar los talleres de la escuela. Me gustaría aprender Ingeniería. En estos 15 días la pasé bien. Lo que sí, para recuperar esos 15 días sería mejor recuperar en las vacaciones de invierno. Yo no quiero tener clases en enero", opina en relación a la preocupación de perderse parte de su receso predilecto.

Paloma Peret junto al teléfono celular que le permite crear./ Foto: AZ-FACSO

En estas vacaciones extendidas, la casa de Paloma Peret, de 8 años, se convirtió en un gran escenario. Su juego preferido es ser productora y editora de cortometrajes. Disfrutó filmar con su teléfono distintas escenas creadas y de la vida familiar. "Tengo una cámara y juego con mi hermana a que hacemos videos. El teléfono tiene muchas canciones, filma y edita. Mi hermana va a tener 14 años. Hice un video con mi perro "Teo", con fondos de pantalla distintos que tiene el teléfono". Paloma cursa tercer grado en la escuela primaria N°81 (ex Normal). También le divierte jugar con sus mascotas (perro, gato y tortuga), mirar televisión y andar en patineta. A pesar de haber disfrutado mucho del tiempo libre menciona que extraña un poquito el colegio.

Sofía Márquez tiene 13 años y arranca con mucho entusiasmo a cursar segundo año en la escuela secundaria Nº6 Coronel Olavarría (ex Nacional). En estos 17 días, visitó a sus primas y abuela, dibujó, jugó en la computadora y cocinó galletitas. "Me he juntado con algunas amigas en el Parque a charlar. Algunos están felices de no tener clase. Pero por otra parte piensan lo mismo que yo, que se extrañan los compañeros. Se extraña la rutina. Sentarse, escribir y leer no se extraña mucho".

En relación al retraso del inicio lectivo menciona que "un poco de tristeza me da, porque en todo este tiempo transcurrido se podría haber hecho mucho. Las primeras semanas es tiempo para crear el vínculo con el profesor. Porque si alguien viene y te enseña mucho no aprendés, pero si a una persona la conocés a fondo, te simpatiza y después te enseña es otra cosa. Entonces aprendés de otra manera, a gusto".

Sofia Márquez prefiere dibujar sobre el papel y junto a la luz que entra por su ventana. / Foto: AZ-FACSO

No sabe qué le espera en la escuela, cómo serán sus profesores, pero la experiencia recogida de cursar primer año le da una pauta de que desea descubrirlo. Menciona que en primer año aprendió mucho y reflexiona que "aprender otras cosas es importante para mí y para todos. Todos los chicos dicen que no les gusta la escuela pero después de todo aprendés cosas. Te sentís importante aprendiendo, es como '¡He, soy más inteligente que antes!' y es lindo sentir eso".

Estas son solo algunas experiencias que reflejan cómo las y los estudiantes procesan la realidad que los involucra y en función de ella, expresan sus deseos y motivaciones. Las voces de ellos y ellas son las que menos aparecen en los medios de comunicación a la hora de abordar el conflicto gremial docente en el que son los primeros afectados.

Menos días para el diagnóstico

Nicolás Zangara es profesor en Comunicación Social. Entre las escuelas públicas en que ejerce se encuentran la secundaria Nº6 Coronel Olavarría (ex Nacional), Nº7 Fortín de las Puntas del Tapalqué (ex Nacional 2), Nº1 Jorge Luís Borges y Escuela Superior de Artes Visuales Miguel Galgano. En relación a la vocación por enseñar y el reclamo docente, plantea "con todos los docentes que he hablado duele no estar en el aula. No obstante entendemos que es necesaria la lucha para garantizar la educación pública".

Todos los años al inicio de las clases, el docente junto al estudiante transitan por una instancia indelegable que es la creación del diagnóstico áulico. "Estos primeros días de clase para los docentes son fundamentales, porque son el primer contacto con el grupo. Hacemos lo que se llama la instancia de diagnóstico que es recuperar saberes previos del estudiante y conocer cómo trabajan. Cuál es su dinámica para después poder planificar el resto del año. Ahora es lo que se pierde sustancialmente. Esto en realidad nos lleva un mes".

Los 17 días de lucha docente implicará un rediseño de estrategias para resolver el diagnóstico en menos tiempo y poder comenzar a desarrollar el contenido a la brevedad. Además de readaptar los contenidos, a la dinámica de los estudiantes y la modalidad de trabajo de cada escuela. / AC-FACSO