Notas

Entrevista a Juan Carr

"El hambre es un problema que se va terminando"

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Juan Carr en el 1º Encuentro Nacional de
Red Solidaria/Foto: AC-FACSO

El creador y referente nacional de Red Solidaria se encuentra en Olavarría en el 1º Encuentro Nacional de Red Solidaria. En esta entrevista cuenta cómo la sociedad avanzó gracias a la movilización de la comunidad en torno a la solidaridad y también habla de su nominación al premio Nobel de la Paz

En Olavarría Red Solidaria se instaló hace poco más de cuatro años y hoy es sede del 1º Encuentro Nacional de Red Solidaria, ¿qué impacto tiene esto para ustedes?

En lo personal trato siempre de descentralizar todo y lo nuestro es tan simple como acompañar a cualquier iniciativa que surja y la gente de Olavarría lo hizo magistralmente, con el encanto muy parecido a nuestra propuesta de las cosas simples. Que el encuentro no sea en capital me parece fantástico y creo que de este encuentro va a surgir la organización del próximo y ojalá que por lo menos cada provincia pueda estar representada, no solamente desde Red Solidaria sino también desde Scout, Un Techo para mi País, con todas esas otras organizaciones con las que trabajamos mancomunadamente por expandir la solidaridad. Celebramos esta iniciativa, este encuentro y lo vivimos con mucha alegría.

¿Cómo definen su accionar solidario?

Cuando comenzamos con la red imaginábamos una solidaridad medio tradicional como el comedor comunitario, la escuela rural, pero después nos empezamos a involucrar con problemáticas de distinta índole como el debate ambiental, las campañas de seguridad vial, la donación de sangre y de órganos. A nosotros lo que más nos interesa es el pueblo, la comunidad, la gente. De hecho, no conformamos una ONG tradicional porque la pertenencia es de movimiento, en donde cualquiera puede participar. En la práctica nos pasa eso, todos están invitados a ser parte, los amigos, colegas, gobernantes, políticos, empresarios. Creo que el acierto estuvo en generar una cultura de la solidaridad y no una organización, eso nos hizo llegar a cumplir casi 18 años.

¿Qué significado tiene el hecho de que Red Solidaria se haya expandido por Argentina y en otros países?

Tengo una doble sensación, tengo una enorme alegría y al mismo tiempo una ansiedad tremenda. Nosotros vimos que es posible que alguien salve su vida por la solidaridad, vimos que es posible si la comunidad se moviliza. Entonces estamos contentos pero estamos ansiosos porque se multiplique más rápido. En Argentina es un poco más simple porque tenemos una impronta solidaria muy nuestra. Pero en el exterior no nos va bien porque la sociedad se divide en Estado, organización, empresa y no entienden lo que es una movilización más libre, una cultura de la solidaridad, todavía no pudimos encontrarle la vuelta.

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Juan Carr en Olavarría/ Foto: AC-FACSO

Red Solidaria Olavarría ayuda a 70 hogares y las familias destacan el acompañamiento afectivo más allá de la entrega de elementos ¿este es el eje de Red Solidaria?

Estuve con Red Solidaria Olavarría solamente una vez y celebro que vibremos en la misma frecuencia y ojalá en todos lados sea así. A nosotros nos tendría que caracterizar estar cerca del dolor, del postergado, es una obsesión para nosotros ese prójimo que tiene una necesidad y sufre por ella. En el acercamiento lo que tratamos de hacer es establecer una relación de intercambio más que de asistencia, nuestra intención es intercambiar más que dar una limosna circunstancial, ojalá eso quede reflejado.

También decimos que debemos estar atentos a las necesidades del prójimo y la comunidad, pero en realidad nuestra intención es sobre todo establecer una relación para que esa persona ya no nos necesite más. Lo vemos muy claramente con el tema de los comedores y el hambre, los comedores comunitarios crecieron mucho en los últimos años y son lugares muy lindos pero nosotros sabemos que si después de la solidaridad viene la justicia y la política como debería y va a ser, si después de la solidaridad viene algo más profundo la idea no es que aumenten los comedores y mejoren la comida allí. No, al revés; tienen que empezar a desaparecer porque al haber trabajo digno las familias van a poder comer en sus casas. La idea es acompañar desde lo humano, desde la horizontalidad y no verticalmente desde la caridad.

Además de Red Solidaria en 2009 fundaste el Primer Centro Universitario de Lucha Contra el Hambre en la UBA, ¿Qué es y cómo funciona?

En la Universidad de Buenos Aires hay una casita que está hecha para pensar en el hambre y derrotarlo, no hay muchos lugares en el mundo que se construyen para luchar contra el hambre. Cuando entré en la facultad en los '80 en la sociedad existían más personas que alimentos y a los soñadores de ese centro nos dio la razón la realidad porque ahora hay más alimentos que personas. En el año '98, 24 chicos menores de seis años morían de hambre en Argentina y hoy bajó a 3 o 4 chicos, bajó un montón. Eso quiere decir que la universidad se sumó a un proceso que viven los argentinos y que no se dan cuenta, no hablo de pobreza porque eso se puede discutir, pero el hambre es un problema que se va terminando porque el campo produce y generó empleo, porque los gobiernos nacionales y provinciales y los medios de comunicación se preocuparon por el hambre, que es un problema que particularmente al país lo alarma. Entonces el hambre disminuyó porque fundamos un centro sobre todo para veterinarios porque somos nosotros los que podemos crear diseños para hacer que las proteínas que tiene la vaca, el cerdo, el huevo, la gallina, el pez, además de ir a la panza también pueda ir al cerebro de un chico desnutrido. Esos diseños son académicos y de ahí vino la creación de este centro.

Todo el trabajo realizado te llevó a que en este momento estés postulado nuevamente al Premio Nobel de la Paz, ¿qué significa ese reconocimiento a nivel personal?

En lo personal soy hincha de las Abuelas de Plaza de Mayo porque nos representan en su lucha, admiro su trabajo. En la primera nominación uno se sorprende pero para mí esta es la quinta y mi intención es empezar a interactuar, formar redes, con los nominados que son más de 200 en todo el mundo, considero que ahí hay un universo de gente que hace cosas muy interesantes y creo que habría que juntarse para armar una revolución solidaria en paz. Para mí la nominación no es personal es más bien popular porque es el reflejo de cómo la Argentina se organiza por la solidaridad. Veo la nominación más como una oportunidad de generar nuevas cosas que como un fin en sí mismo. /AC - FACSO