Notas

Zum/ La inserción al primer empleo

Los jóvenes demandan más oportunidades del sector empresarial

En Olavarría, quienes decidan emplearse luego de terminar el secundario, se encontrarán con empresas que todavía piden mucha experiencia y altas exigencias pero también hallarán un amplio grupo de empleadores que junto al Estado valoran el interés y las ganas de aprender.

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Matías Alvarez en la panederia en la que trabaja.

AZ/FACSO

Son las dos de la tarde. Matías Álvarez se saca su delantal negro a rayas grises. Por hoy terminó su jornada laborar que comenzó a las ocho de la mañana. Como casi todos los días no hubo tiempo para el descanso. Uno tras otro los clientes entraron sin cesar en la panadería céntrica en la que trabaja. A todos, sin excepción, atendió de manera amable y sonriente. Al conocerlo, y a pesar de sus 19 años, puede comprenderse por qué consiguió el puesto: es simpático, se mueve con ligereza ante los pedidos y demuestra una actitud proactiva.

Matías egresó del secundario el año pasado, y como tantos otros adolescentes que concluyen la educación media, decidió insertarse en el mercado laboral sin transitar, por el momento, una carrera terciaria o universitaria. Encontrar empleo, asegura, no le costó.

En su caso, trabajar es la única alternativa para desarrollar su proyecto formativo en otra ciudad. Para otros, emplearse y no estudiar es una decisión personal. Surgen entonces algunas preguntas ¿Hay empleo para esta franja poblacional?, ¿Qué requiere el mercado laboral de ellos?, ¿Los prepara la escuela para el mundo del trabajo?

"Ya estoy con usted señora", suelta Valeria Brun, mientras termina de atender a otra clienta, pasa su tarjeta de crédito y envuelve un oso de peluche para regalo. "Al salir del secundario estuve buscando trabajo por un año y medio. Llevé curriculum a todos lados y todos me pedían experiencia. Si vos tenés18 años y salí de la escuela ¿Qué experiencia voy a tener? La escuela me ayudó a socializar y expresarme, pero también me trabó, porque te signa a seguir una carrera. No te prepara para el trabajo", contrasta Valeria de 22 años, empleada de un comercio céntrico.

Si bien en un principio comenzó a estudiar profesorado en educación inicial y contaba con el apoyo de sus padres para hacerlo, ciertas situaciones personales provocaron que abandone la carrera. "Le dije a mis viejos ´no quiero estudiar más, quiero trabajar'. Hice cursos de informática y el primer trabajo que conseguí fue en un cibercafé, en condiciones de precariedad total", describe la joven.

Aunque en muchos casos, el mandato de la escuela es 'seguir una carrera', la formación terciaria o universitaria no siempre cumple con las expectativas de los más jóvenes. Nadia Befumo tiene 18 años y trabaja también en un comercio. Egresó el año pasado y comenzó a estudiar profesorado en lengua y literatura, pero dejó porque la carrera no le convencía. "Conversé con docentes y directivos y me comentaron que había muchos profesores de lengua y encontrar horas era complicado. Además se comentaba que la carrera iba a cerrar porque había pocos alumnos", recuerda.

Según datos de la Cámara Empresaria de Olavarría, cinco de cada siete curriculum que la entidad recibe en promedio en forma diaria pertenecen a chicos y chicas entre 18 y 19 años que tienen el secundario completo. Para Mariela Azato, comunicadora institucional de la organización, la inserción laboral de este grupo poblacional no resulta tarea sencilla por varias razones. "El mercado laboral en este momento está bastante complicado, más allá de las edades. Por una cuestión económica hay un parate importante. Además, los empresarios están buscando gente más formada, mayor de 25 años, porque los más chicos todavía no tienen incorporadas algunas cuestiones básicas: experiencia, respeto por los horarios, la capacidad de soportar jornadas laborales más largas y la versatilidad necesaria para ocupar un puesto. La situación es distinta sólo en rubros muy específicos, como en panadería por ejemplo, que necesitan chicos para enseñarles un oficio de cero sin que tengan 'vicios' adquiridos", explica Azato.

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Valeria Brun, frente al mostrador que atiende

todos los días. AZ/ FACSO

"Al contrario de lo que se cree (que siempre piden gente con experiencia) hoy por hoy las empresas están queriendo formar a los chicos. Valoran el interés y las ganas. Están apostando y nosotros lo que hacemos desde acá es hacer el puente con el empleador", explica Ivana Pezet, coordinadora de la Oficina de Empleo Municipal.

La población desocupada que se dirige a la dependencia municipal en busca de empleo es variada en edades. A los jóvenes que han terminado el secundario, si no tienen un perfil definido o un curriculum armado, se los ayuda a construirlo. "No creo que la escuela no prepare a los chicos pero sí debería ayudarlos más en la búsqueda de un perfil laboral", advierte Pezet. Cabe destacar que desde este año, con la incorporación definitiva de los nuevos contenidos curriculares, durante el último año del nivel los estudiantes cursan una nueva materia denominada Ciudadanía y Trabajo, en la cual abordan temas acordes a la formación y legislación laboral.

En esta área municipal también se brinda orientación sobre la oferta educacional de la ciudad y se trabaja con los chicos y chicas en el Taller de Apoyo a la Búsqueda de Empleo. "Hace un mes hicimos un convenio con la Fundación Loma Negra, el ITECO y el municipio para que se hagan entrenamientos laborales. Hoy hay cuarenta jóvenes entre 18 y 30 años entrenando en 40 empresas. El ITECO forma a los chicos y Loma Negra financia la capacitación. Esto se va a replicar en una segunda etapa con otros jóvenes y empresas", anticipa Pezet.

Si el primer empleo significa una oportunidad individual, en tanto posibilita la búsqueda y definición de un perfil laboral y un proyecto de vida, la inserción laboral de los jóvenes como grupo poblacional encausa sus potencialidades y viabiliza su participación y protagonismo en una sociedad que no siempre reserva el mejor lugar para ellos. Por ello el papel de los distintos sectores y actores de la comunidad es clave para posibilitar que los jóvenes ocupen más y mejores puestos de trabajo. AZ/ FACSO

El Curriculum Vitae clave en la búsqueda de empleo

Versatilidad, ganas de aprender y un curriculum bien elaborado son las claves para la inserción laboral de los más jóvenes. Desde la Cámara Empresaria, se recomienda a los jóvenes asesorarse en el armado de currículum e incluir allí todas experiencias laborales aunque no sean formales, tal como aconseja Mariela Azato de la Cámara Empresaria. "A veces ayudaron al padre o al tío en construcción o a atender un comercio y no lo ponen. Todo habla de la persona en un currículum, si practican deporte o no, qué cursos tienen, si participan de alguna organización social, etc. Sobre todo es importante explicitar allí, además, que metas de desarrollo personal tienen".

El desempleo juvenil en la ciudad y en el mundo

Olavarría cuenta con una tasa de desempleo del 12,1% en jóvenes menores de 29 años, según datos de la última Encuesta de Hogares y Empleo del gobierno provincial, publicada en agosto de 2011. La tendencia local se refleja en la situación del país y Latinoamérica. Durante el segundo trimestre del año pasado, el 17,9% de los jóvenes argentinos se encontraba desempleado, cifra que triplica el índice de desocupación de la población adulta, según un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), referente a las tendencias mundiales del empleo.

Para esta organización internacional "la población desempleada está compuesta por personas mayores de una edad especificada que no aportan su trabajo para producir bienes y servicios, pese a encontrarse disponibles".

A excepción de Brasil (con un 12,6%) la situación en los países limítrofes es similar a la de Argentina. En Chile el desempleo juvenil llega al 17,8% y en Uruguay se fija en 18% en el mismo período.El panorama europeo, en plena crisis, es bastante más triste. En España, por ejemplo, cerca de la mitad de los jóvenes no encuentra empleo y, según la OIT, la cifra mundial y especialmente la europea, seguirá creciendo.