Notas

Zum/ Niños escritores

Los autores infantiles focalizan en la amistad, el compañerismo y el perdón

A través de personajes fantásticos los niños y niñas se animan a crear historias en los talleres literarios de Olavarría. La mayoría de los cuentos que escriben tienen enseñanzas que recaen en valores humanos

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"Y así fue como el pirata Garfio con cuatro espadazos mató al cocodrilo... ¡Fin!". Así culmina la historia de Emanuel. Tiene 10 años y todavía no decidió si va a dedicarse a la literatura cuando sea mayor pero tiene en claro que le gusta mucho escribir historias fantásticas. Por eso empezó este año el taller literario Alas Mágicas, que se dicta en la biblioteca 1º de Mayo.

En Olavarría se dictan tres talleres literarios para niños y niñas de entre 7 y 12 años que ambicionan desarrollar la experiencia de la lectura y la escritura incentivando su imaginación. Además del de la 1º de Mayo, se ofrecen los talleres de la biblioteca popular Don Helios Eseverri ubicada en el barrio Villa Floresta (Balcarce 3620) y el municipal Alfonsina.

Los talleres se imparten en grupos reducidos de entre siete y 10 chicos, que es lo aconsejable para hacer personalizadas las actividades, aunque en algunos casos llegan a ser 15 y, si bien son grupos mixtos, las nenas suelen ser mayoría.

Gomas de borrar gastadas de trabajar con los bocetos, lápices y láminas son los materiales que no faltan en el mundo literario infantil. El espacio es preparado especialmente con amplia luz y calefaccionado para la ocasión es modesto con mesitas y sillas muy confortables armónicos al ambiente ideal de escritura. A partir de personajes como animales feroces, magos, hadas y piratas, los niños y niñas trabajan con libertad de creación. "A partir de un disparador, un cuento, una lámina, los chicos empiezan a crear sus propias historias" explica la maestra y escritora de cuentos infantiles Olga Eyler, quien dicta el taller de la biblioteca 1º de Mayo.

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La dramatización antes de ponerse a escribir es el mejor anzuelo para atraerlos hacia el mundo de la ficción. La lectura y la oralidad funcionan muy bien con los más pequeños, de alrededor de 7 años, y a partir de los 10 ya empiezan a escribir sus propias aventuras. Los cuchicheos y el obligado "pase de la goma de borrar" no faltan a la hora de comenzar a escribir. Las maestras observan el potencial de cada niño; si se expresa mejor a través de la actuación, la escritura o el dibujo. "El desempeño es personal, hay chicos que escriben poquito y otros que escriben historias de dos carillas", aclara Cecilia Bonavetti la maestra que dicta el taller de la biblioteca Helios Eseverri.

Cuando se acerca la hora del final del taller, los chicos exponen lo que han elaborado. Algunos se emocionan y otros se avergüenzan al leer lo producido. Las maestras los incentivan y los ayudan, a veces, leyendo ellas los cuentos. La amistad a través de mariposas, el compañerismo y el perdón son los valores que se repiten en los cuentos de los niños y niñas.

Muchos y muchas se inspiran en autores que han leído. Gaturro es el exponente de moda en la literatura infantil. A Martina, de nueve años, le gusta escribir cuentos sobre fantasiosos y de amor. Su inspiración, admite, se la debe a María Elena Walsh. Suele leer sus cuentos por las noches antes de dormir. El autor predilecto de Amalia, también de nueve, es Ricardo Mariño y le gusta escribir cuentos fantasiosos como "La casa Maldita", de ese escritor.

Los talleres literarios les brindan a los chicos un espacio de contención que les permite descubrir otros modos de expresión mediante el cuerpo, las palabras y el dibujo. Para aprender y transmitir valores, esos motivadores casi nunca fallan. /AZ-FACSO