Notas

Zum/ La escuela primaria se resiste a aplicar la Ley de Educación Sexual Integral

De ESI no se habla

La educación sexual se implementa de manera desigual en las escuelas de Olavarría. La prevención de abusos sexuales y la violencia son los temas por los que más preguntan los adolescentes

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Facundo tiene 10 años y estudia en la Escuela Nº 8. Cursa sexto año de primaria y admite que no trabajó en clase los contenidos de la Ley de Educación Sexual Integral a pesar de que su implementación es obligatoria. Sólo recuerda que la maestra les habló de la importancia del diálogo como una regla para construir acuerdos, uno de los puntos de abordaje indicados. La ley, comúnmente llamada ESI, se aprobó en el año 2006 y se extendió la aplicación a todas las escuelas públicas y privadas del país. Este año es prioridad en las propuestas educativas de todos los niveles (desde jardín maternal hasta la formación docente) como complemento de los contenidos que dicta cada docente en su área.

Hablar de educación sexual suele causar incomodidad en algunos docentes. Existen muchos prejuicios sobre los temas a tratar y el modo en que deben hacerlo en el aula porque no han incorporado la capacitación necesaria. No se trata sólo de sexo. La ley resguarda la integridad de los niños y niñas, ayuda a la construcción sana de la autonomía y a la defensa frente a las relaciones con sus pares. Pone el acento en la mirada del género, la aceptación por la diversidad sexual, la valoración de las emociones de los niños, niñas y jóvenes y fomenta valores que posibilitan actitudes responsables frente a la sexualidad.

Cada nivel educativo trabaja de manera diferente pero hacia un mismo objetivo. En el nivel inicial es importante el compromiso de los padres que concurren a talleres en los jardines de infantes además del trabajo de las maestras con los niños y niñas en las salas.

En el primario existen limitaciones tanto por parte de los padres como de los docentes. Si bien los maestros se están reuniendo para charlar sobre los temas "causa resquemor para alguno trabajar con los contenidos, por eso es que necesitan mayor contención del equipo orientador para trabajar con los chicos y con los padres", explica Cecilia Bonavetti, inspectora del nivel primario.

Penes y vaginas. Nada más

La visión biologicista, normativa y moralista ha limitado los abordajes tradicionales de la sexualidad, según opina Claudia Lajud, antropóloga y subdirectora de la Dirección de Psicología de la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia. Lajud subraya que, hasta 2006, se asociaba a la educación sexual con problemáticas como el embarazo adolescente o el abuso sexual y esas interpretaciones aún calan hondo en muchos docentes. La antropóloga advierte que la educación sexual no debe atravesar sólo a los niños, adolescentes y jóvenes sino también a todo el equipo docente para que aprenda de esas experiencias. Antes de sancionarse la ley, los docentes trabajaban estos temas junto al equipo orientador que se desempeña en cada establecimiento.

"Los chicos de entre nueve y 11 años tratan la masturbación y suele ser un tema complicado para los docentes trabajarlo en clase", explica la inspectora de primaria. Después de seis años, los docentes todavía dudan sobre qué y cómo abordar la sexualidad en clase. Y los chicos, esperan. Marilena y Rocío tienen 10 años, cursan quinto año en la Escuela Nº 17. En Ciencias Naturales están trabajando con los conceptos del sonido. Hasta ahora nadie en la escuela les habló sobre sexualidad. "El año que viene veremos el sistema reproductor pero nunca escuchamos que nos hablen de Educación Sexual Integral", reconoce Rocío.

En el Jardín sí se habla

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Las maestras y directivos del Jardín de Infantes Nº 923 están implementando los contenidos de ESI desde 2008 con los niños y niñas. La Educación Sexual Integral en este nivel no se ocupa de la genitalidad sino que se orienta al cuidado del cuerpo y al resguardo de la intimidad para evitar posibles abusos. Las maestras trabajan a partir de las situaciones cotidianas. Les enseñan, por ejemplo, a ir solos y solas al baño y a respetarse mutuamente con sus compañeros y compañeras. También lo abordan a través de los juegos. "Estamos jugando, por ejemplo, a desempeñar distintos roles y donde antes no era visto que un nene pueda jugar con las muñecas o las nenas no pudiesen manejar un colectivo, ahora las estamos cuestionando ¿Por qué no?", se pregunta Alejandra Becerra, directora del Jardín. Las maestras les enseñan a los nenes y nenas a dialogar y expresar sus ideas. También a diferenciar los secretos buenos y lindos de expresar y los secretos feos que no deben guardar, como estrategia para prevenir situaciones de abuso sexual.

El trabajo con los padres es fundamental en este nivel. En los talleres además de tratar los contenidos de la ley se conformó un espacio de reflexión. Temas tabúes como el abuso sexual y la violencia de género comenzaron a visibilizarse. "Algunos padres han sido víctimas de abuso sexual y también algunos docentes. Hasta hay casos de alumnos abusados", confiesa Becerra quien ve la aplicación de la ley como una acción positiva que posibilita manifestar en palabras y cumplir un rol terapéutico para muchos padres.

El abuso sexual preocupa a los jóvenes

Alen estudia en la ESB Nº 12 y cursa el segundo año de la secundaria. En Construcción de Ciudadanía estudia la temática "sexualidad y violencia" como eje de la materia, entre otros temas que la docente les propuso para trabajar durante el año. "Nos resultó el tema más interesante y lo bueno es que leemos cuentos y debatimos en clase", destaca Alen.

La implementación de ESI en el nivel secundario posibilita trabajar sobre las relaciones interpersonales, en especial las situaciones que la ley considera como abusos debido a la diferencia de edad. "Es frecuente que las chicas mantengan relaciones con hombres de mayor edad", señala Laura Eyler, orientadora social del Equipo Distrital para la Infancia y la Adolescencia, EDIA.

Los temas que más interesan a los jóvenes son las relaciones vinculares, el abuso sexual y la trata de personas. El abuso sexual a niños y niñas es uno de los puntos que más los inquieta. "Tratamos de darles herramientas para que sepan a quién recurrir y cómo tratar un tema de abuso. Se les brinda una especie de protocolo de acción", explica Eyler.

Los padres en este nivel no están tan presentes como en los otros niveles de enseñanza. Sin embargo les alivia saber que sus hijos están recibiendo información por parte de los docentes y en muchos casos se desentienden de sus propias responsabilidades para con el tema porque, al igual que muchos docentes, no saben cómo afrontarlo.

A pesar de los obstáculos que presenta la implementación de la ley de Educación Sexual Integral la preocupación por su aplicación ya está instalada en las escuelas. Directivos y docentes tienen interés por formarse y, aunque tardaron seis años en empezar, lo están haciendo./AZ- FACSO