Notas

Acciones que transforman vidas

Atravesar paredes para superar adicciones

Los talleres de pintura, periodismo y radio están ayudando a los jóvenes de Cumelén a no abandonar el tratamiento. Recuperar la relación con su familia, aprender a decir 'te quiero' y tener por primera vez un proyecto de vida son algunos de los resultados que más valoran

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Homenaje a Spinetta/ Foto: Sheila Saldias

"En la calle no habíamos hecho nada. A partir de que pintamos el mural se nos abrieron más posibilidades, la gente se nos acercó a ofrecernos paredes", rescata Víctor, de 17 años, uno de los pintores del mural que se encuentra frente al Parque de la Memoria y que fue inaugurado el pasado sábado.

Cumelén —un programa para jóvenes con problemas de adicción— incorporó en los últimos tres años distintos talleres para enriquecer el proceso de la terapia que afrontan los chicos. Alejandro Cides, de 37 años, es profesor de Artes Visuales y encargado del taller dentro de la comunidad. "Me parecía curioso e interesante armar un taller en un espacio no convencional, brindarles a los chicos herramientas con las que pudieran encontrar un lenguaje propio de la realidad a través de las artes visuales", explica Alejandro.

El taller de arte no es un mero pasatiempo. Es una herramienta para la liberación. Es el contrato tácito que existe entre el profesor y los 20 chicos de entre 12 y 18 años que participan del taller. El objetivo es producir mensajes visuales que expresen la realidad del grupo, para canalizar el proceso que transitan hacia la rehabilitación definitiva. "Con la pintura te despejás y expresás muchos sentimientos. Bronca, alegría, cualquier sentimiento lo focalizás en la pintura y de eso sale algo bueno. Nos sirve para la terapia y nos hace muy bien", reflexiona Víctor.

En el verano el grupo trabajó en un mural sobre el escritor Jorge Luis Borges que se pintó en una pared de la comunidad. "Esa fue la prueba piloto del trabajo en equipo en la producción de un mensaje visual, costó pero se logró algo muy lindo", reconoce Alejandro. La experiencia y los resultados alcanzados sirvieron como incentivo para salir a la calle y dejar su mensaje en otra pared. Ese fue el desafío al que el grupo del taller se enfrentó con el homenaje al músico Luis Alberto, El Flaco, Spinetta fallecido en febrero de este año. El proyecto de mural se basó en la canción El anillo del capitán Beto. El proceso fue corto pero intenso; en un mes los chicos dejaron su huella en la pared.

La oportunidad de tener un proyecto de vida

El taller de radio también es otro de los canales de liberación para los chicos de Cumelén. A través de las palabras y la música transmiten la necesidad de ser escuchados. Soledad Martínez, de 24 años, estudia comunicación social en la Facultad de Ciencias Sociales de Olavarría (FACSO). Hace tres años se acercó a Cumelén para realizar un trabajo para una cátedra de la carrera junto a Paula Martínez y Ariel Maier y desde ese momento hasta hoy siguen trabajando junto a los chicos de la comunidad en un programa radial.

Ezequiel, de 20 años, participa del programa que, según él, le cambió la vida. "Me sirvió para aprender a expresarme. Empecé el tratamiento sin poder hablar, la radio me enseñó a hacerlo, me abrió para charlar y compartir. Me sirvió también para socializar, conocí a mucha gente copada de otros ambientes y eso me ayudó a decidir que quiero vivir en Olavarría para estudiar comunicación. Esta es mi oportunidad de tener un proyecto de vida".

Lejos de Casa se emite todos los martes de 20 a 21 en FM 104.5 Identidad y es el fruto de tres años de trabajo y preparación continua. Participan de la producción, conducción y operación técnica seis chicos de Cumelén entre 18 y 34 años. Soledad Martínez cree que el programa significó un cambio muy significativo en el tratamiento personal de cada joven. "No solamente van a hacer el programa también aprovechan el espacio para canalizar muchas cosas que les pasan dentro de la comunidad. Varios chicos nos dicen que si no fuese por el taller ya hubiesen dejado el tratamiento y para nosotros es muy importante acompañarlos en su recuperación", valora.

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Lejos de casa en Radio Universidad./AC- FACSO

El taller de radio y el programa también son terapéuticos, es otra manera de integrarse a la comunidad y, principalmente, de retomar la relación familiar que en muchos casos ha sido interferida por la drogadicción. La producción y puesta al aire de un programa es para los chicos algo más que un medio para difundir noticias o simplemente pasar buena música, es el canal que les permite sacar afuera la voz de su interior.

Para Alexis, de 20 años, el taller de periodismo le ayudó al tomar un nuevo rumbo en su rehabilitación. "Cuando fui al taller de periodismo no sabía nada. Ahí empecé una vida nueva, porque tuve muchos cambios y aprendí muchas cosas, me hizo re bien. Me ayudó a ponerle fuerza al tratamiento. Me cambió todo".

Ecos de Cumelén es el periódico que los chicos redactan desde el taller de comunicación y periodismo. Celeste Cayssials, de 27 años y estudiante de comunicación social de la FACSO, ingresó hace cuatro años a la institución para compartir sus conocimientos con los jóvenes en tratamiento. Su iniciativa fue producir un periódico para establecer un medio de comunicación entre los chicos y las familias, un espacio en donde ellos puedan narrar lo que ocurre dentro de la comunidad. "En el diario le contamos a nuestra familia que podemos hacer algo más y que nada es difícil, que con voluntad todo cambio es posible. Y nuestras familias se ponen contentas porque ven cómo estamos llevando el tratamiento, se sienten orgullosos de nosotros", valora Federico, de 16 años, un joven que participa escribiendo en el diario.

El en taller los chicos aprenden las herramientas necesarias para redactar una noticia o nota, pero también a no tener miedo de expresar sus sentimientos. Celeste incentiva a los chicos a decir por escrito esas cosas que les cuesta verbalizar. "Uno de los chicos me dice 'nunca le pude decir te quiero a mi mamá, ella lo sabe pero no se lo puedo decir', entonces le dije 'escribírselo es una buena manera de empezar a hacerlo', entonces lo publicó en la sección mensajes", recuerda la profesora.

Con el mismo sentido que los espacios de arte y radio, el taller de comunicación y periodismo es una terapia para los chicos. Participan de los talleres aquellos jóvenes que superaron la instancia de admisión y se encuentran en la siguiente fase, donde aprenden la convivencia en comunidad. El taller dura tres meses y concurren unos 12 chicos. Luego, quienes están interesados en transmitir lo aprendido, participan como ayudantes.

Los tres talleres que se abrieron en los últimos tres años han sido muy importantes para todos los que participaron en ellos. En 15 días Alexis egresará de Cumelén. Para él, ha sido un antes y un después. "Me puedo reconocer a mí mismo. Pude recuperar a mi familia. El tratamiento me cambió la vida, los terapeutas, los psicólogos, los talleres, todo. También me hizo muy bien ayudar a otros chicos que me ayudaron a mí. Ahora soy otra persona"./ AC-FACSO