Notas

La fuerza local de seguirdad en crisis

La policía olavarriense, entre las denuncias graves y la defensa débil

Policia
Imagen Ilustativa.

La fuerza de seguridad local está en el foco de la discusión desde que se conoció que tres efectivos torturaron a un detenido. La queja de los vecinos del barrio Mariano Moreno por la inseguridad empeora el clima. La Policía recurre a la rotación para afrontar las graves denuncias de una parte de la población y una veintena de vecinos defiende al ahora exjefe de la Distrital

Diego González  sufrió una contravención por ebriedad y fue trasladado a la dependencia policial donde fue golpeado y quemado con agua hirviendo lo que le produjo heridas en el 30% de su cuerpo. Ese mismo día  tres jóvenes  fueron demorados en la calle y sufrieron golpes y amenazas por parte de efectivos policiales de la misma comisaría. Este escenario sumado a la inseguridad que sufren los vecinos,  suscitó reuniones en  las que se discutió el rol de la policía. Militantes Antirrepresivos de Olavarría (MAO) es una nueva organización que trabaja para que las personas puedan defenderse ante casos de violencia policial. Dada las circunstancias brindaron su postura sobre el tema. Lo mismo hicieron vecinos del barrio Mariano Moreno preocupados por la inseguridad que los aqueja. Mientras unos cuestionan el desempeño de las fuerzas de seguridad locales, otros lo defienden. Un grupo de productores rurales y fomentistas brindaron su apoyo al comisario Daniel Borra quien fue desplazado de su cargo como responsable de la Jefatura Distrital a causa de las denuncias en contra del equipo que hasta este miércoles lideraba.

La Policía como la encargada de reprimir

Militantes Antirrepresivos de Olavarría (MAO) es un movimiento de personas que se está organizando para difundir las medidas que pueden tomarse cuando ocurre un casos de represión.

Juan Weisz es uno de sus integrantes y  opina que los abusos policiales en Olavarría van mas allá de dos o tres policías que esporádicamente son acusados por torturas sino que la represión es la principal función de la policía en la sociedad capitalista. Luego se explaya “el capitalismo ha generado un gran ejército de reserva y hay grandes grupos de personas que como mano de obra o fuerza de trabajo no encuentra lugar en este sistema. Lo que el Estado guarda para estos sectores es la represión,  es abandonarlos en los barrios para que en el mejor de los casos se maten entre los mismos vecinos”.

En lo que va de 2012 dos jóvenes fueron asesinados: Leandro Pianciola de 18 años recibió un balazo cuando salía de un partido de futbol el pasado 29 de abril y Axel Mariano Soraiz de 15 años fue asesinado de un disparo en el cuello  este sábado en el barrio Lourdes. Estos se suman a una trágica lista de jóvenes olavarrienses asesinados que no para de crecer. De 2007 a la fecha el número asciende a 13 jóvenes de entre 15 y 22 años.

“A muchos chicos de los barrios ni siquiera los dejan llegar al centro, si lo ven con una visera los paran y les marcan territorio”, opina Weisz quien argumenta su punto de vista con una triste anécdota. Hace unos pocos días vio que unos policías echaban “a machetazos” del centro a un grupo de diez chicos de entre 15 y 16 años mientras, según Weisz, les decían:  “Ustedes no tienen que pisar el centro”.

El M.A.O forma parte del Encuentro Nacional Antirrepresivo que  está integrado por Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) y otras organizaciones antirrepresivas de todo el país. Para los militantes locales la única salida es la organización de los barrios en defensa de los pibes y, para eso, creen que es necesario que la nueva organización sea independiente del Estado. Aclaran los padres de estos “pibes” tienen  que saber cuando sus hijos salen y  deben estar conectados con redes de teléfonos para poder tomar cartas en el asunto  ante cualquier circunstancia de detención o abuso policial. Reconocen que es difícil convencer a los vecinos de que hagan denuncias o se involucren con la Policía porque tienen miedo a las represalias.

Según el Manual del Pequeño Detenido de la Correpi  “lo primero que tenemos que hacer cuando nos enteramos que alguien está detenido es llamar o ir a la comisaría. Si somos varios, mejor. Es muy importante que nos expresemos con seguridad y con las palabras apropiadas. Los policías nos van a mirar muy distinto si ven que hablan con una persona que sabe de qué se trata y a la que no pueden confundir. Tenemos que saber qué preguntar y a quién preguntárselo, y entender lo que nos dicen”.

La Comisión por la Memoria también se hizo eco de los casos de violencia policial y se reunió esta semana con el Intendente José Eseverri y con la comisión de Seguridad del Concejo Deliberante. Al menos una vez por mes reciben denuncias sobre abusos policiales y algunas vinculan a las fuerzas de seguridad con la trata de personas y el narcotráfico.

Policía bueno, Policía malo

Vecinos del Barrio Mariano Moreno se reunieron el pasado martes con autoridades policiales en la Sociedad de Fomento para plantear sus preocupaciones por la inseguridad. Algunos vecinos relataron los robos que sufrieron en sus casas y en la calle, se mostraron indignados porque, según ellos, los delincuentes  siempre son los mismos. “Si nosotros conocemos a los ladrones ¿Cómo puede ser que el Jefe de calle (de la Policía) no sepa quiénes son y donde viven?”, se preguntó una vecina.  

Si bien los vecinos reconocieron que la inseguridad es un tema estructural porque necesita de la voluntad política y judicial insistieron en la responsabilidad policial al remarcar que muchas zonas “conflictivas” del barrio no son patrulladas. Una de las zonas a la que se refirieron son las cercanías del supermercado Wal-Mart y la Plaza del Prado Español. Paradójicamente esa misma plaza fue la elegida por familiares y amigos de Leandro  Pianciola para recordarlo a un mes de su fallecimiento, el pasado 30 de mayo. El joven que fue asesinado tras un partido de fútbol, era vecino del barrio. En la asamblea, el Comisario Rodríguez intervino una sola vez. Instó a los vecinos a que lleven información a la Jefatura Distrital cuando vean “actitudes sospechosas” pero no explicó qué tipo actitudes considera él que son “sospechosas”.

Los vecinos admiten que el problema de la inseguridad es complejo y que antes que represión se necesita contención. En este punto el presidente de la Sociedad de Fomento José Luis Veyrand recordó que con ese propósito la institución brinda varios cursos de oficios entre los que se cuentan el de mozo, cocina, panificación y computación. Se ofrecen, además, variedad de actividades deportivas.

En defensa del comisario Borra se reunieron el martes por la noche una veintena de vecinos que expresaron su apoyo ante el traslado que era inminente. Entre los manifestantes había productores  rurales y dirigentes fomentistas que consideran que la labor del comisario es eficiente y que se merece quedar al mando de la Jefatura Distrital. La derivación, no obstante, se concretó al día siguiente.  El reemplazante será el comisario Néstor Rogelio Ordoqui.
Los encargados del orden público reciben quejas por los abusos que cometen y por la ineficacia a la hora de proteger las propiedades de los vecinos. La lista de los críticos de las fuerzas de seguridad es mucho más amplia que la lista de quienes los defienden. La rotación es la solución que repiten los máximos jefes de la bonaerense pero el cambio pareciera que sigue sin llegar al fondo./AC-FACSO.