Notas

Informe especial

Desconexión e inseguirdad en el transporte público local

Los usuarios de colectivos plantean problemas con las líneas urbanas e interurbanas. El drama de viajar parados en la ruta y la falta de conexión entre  algunas partes de la ciudad son los dos principales inconvenientes del servicio

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Fuente: En Línea

Para muchos usuarios el “bondi” forma parte de su rutina diaria porque el pasaje significa el ida y vuelta del trabajo a casa y, para muchos olavarrienses, es la única opción acorde a sus bolsillos. Reclaman mayor conexión en la ciudad y mejores condiciones en los viajes interurbanos

Desconexión

Llegar desde el  trabajo a la  casa puede resulta una odisea para algunos usuarios. Las líneas de colectivos no unen todos los barrios y, salvo la línea 504, no atraviesan las avenidas Alberdi, Trabajadores, Eva Perón (ex Circunvalación) y Avellaneda, que llega hasta la Sociedad Rural.
 Exequiel es uno de los muchos estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales que viven en Pueblo Nuevo y esta esperando el colectivo en la parada de la Avenida Del Valle y  La Pampa. Mientras observa impaciente la llegada del colectivo,  explica que cada día debe optar entre perder tiempo o espacio. "El 500 me deja como a 13 cuadras y si me tomo el que va para el otro lado tardo como 40 minutos”, plantea. Gastón, que estudia en la escuela Técnica y que espera el colectivo en la misma parada que Exequiel, también está disconforme con la línea. “Tengo que ir cerca del Club Estudiantes, el 500 me deja como a seis o siete cuadras, no tengo problema con caminar salvo cuando llueve”.

El lugar donde aguardan el micro Exequiel y Gastón, es un punto saturado de reclamos históricos ya que los estudiantes ven la necesidad de que el micro entre al campus universitario donde se encuentran las facultades de Ciencias Sociales, Ingeniería y el Polimodal Universitario Pérez Esquivel. Cerca de 4.000 jóvenes cursan sus estudios y la mitad de ellos recorren todos los días cerca de 300 metros hasta una parada que a pesar de contar con una garita, no los resguarda de la lluvia.

Martín Roldán, usuario y militante del Partido Intransigente, cuestiona la funcionalidad de los reparos para esperar el colectivo. “Las garitas son, a mi entender, un fiel reflejo de la gestión donde se prioriza la estética a la funcionalidad. Lo importante es que quien pasa y las vea opine ‘qué lindas son’ total, no se mojan ni pasan frío porque ellos no las usan”.

La empresa NuevoBus, que tiene la concesión desde 2007 de todo el transporte público de pasajeros urbanos, no brindó explicaciones a pesar de las sucesivas visitas y llamados. La firma tampoco cuenta con una web oficial pero en la página Bus-América que cuenta con una base de datos de todas líneas de colectivos urbanas de Argentina, figura una lista de las paradas por donde circulan los micros en la ciudad. El trazado de los recorridos evidencia que hay barrios a los que el transporte público no ingresa: Villa Aurora, Villa Mailín, Mataderos y Los Robles, donde pasa a una cuadra del barrio y no entra. El plano de los recorridos de los colectivos también refleja la desconexión que existe entre varias zonas de Olavarría, como entre el barrio CECO Nº1 y el barrio Jardín.

“Los coles tienen que entrar a los barrios, ahí esta la gente que mas los necesita, pero la empresa dice que no entran por problemas de inseguridad y por el mal estado de las calles, un motivo con el que, por ahí, un poco de razón tienen porque el estado de las calles que son de tierra es deplorable”, opina Roldán.

Juliana tiene unos 60 años y esta esperando el colectivo en la parada de la calle Belgrano y Moreno. Acaba de hacer compras y se dirige a su casa en el barrio CECO Nº1. “Cuando vengo para acá no tengo problema porque el micro me deja casi en la puerta de mi casa, el drama lo tengo cuando quiero ir a visitar a mi hija que vive en el barrio Jardín porque me tengo que tomar dos colectivos”, detalla con resignación.

La concejal del bloque del Frente para la Victoria, Florencia Juárez, pide a los usuarios que lleven sus reclamos a los funcionarios para que puedan trabajar en las soluciones. “Uno reconoce, como militante social, que hay un reclamo casi generalizado desde muchos barrios por el tema del micro y sabemos que a muchos lugares el servicio no llega. Por eso me parece que como bloque tenemos que acompañar el pedido de los vecinos. Porque he podido constatar, en las mesas de reunión territorial, que el tema de los recorridos siempre surge como uno de los puntos conflictivos. Por eso si hay recorridos que no se están cumpliendo y hay barrios donde no se esta llegando tiene que haber necesariamente un control por parte del Estado y lo que me parece más  importante y que he podido charlar con muchos vecinos, es que se animen a denunciar estos temas, que no quede en una charla de café, porque a través del activismo social podemos generar cambios, y nosotros estamos para gestionar esos reclamos y que no queden en la nada”.

El drama de viajar parado en la ruta

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Mapa del recorrido urbano de pasajeros/AC - Facso

El problema de los vecinos de Sierras Bayas -a unos 20 kilómetros de la ciudad y con una población cercana a los 4.000 habitantes- son las condiciones en las que viajan. Sus quejas recaen sobre la empresa Ola Bus, único trasporte interurbano de colectivos que conecta esa localidad con Olavarría. El principal problema es, según señalan,  la cantidad de personas que viajan paradas en los horarios pico; por la mañana y al mediodía. “No es un capricho por ir sentado, es que la gente viaja pegada contra el vidrio del parabrisas”, aclara Leticia Giuffo, integrante del grupo de vecinos  bayenses que han elevado sus preocupaciones a los distintos bloques de concejales.

Las condiciones de seguridad son mínimas para el usuario que no consigue un asiento y tiene que recorrer 20 kilómetros de ruta provincial parado en el pasillo del colectivo. Según el Ministerio del Interior, los vehículos de transporte de media distancia deben tener cinturones de seguridad en los asientos de primera fila y apoya-cabezas en todos los asientos pero esos cuidados excluyen a los pasajeros que viajan parados.  En el portal digital del municipio se aclara que están haciendo los controles necesarios para cumplir con el Marco General de la Provincia de Buenos Aires del Transporte Colectivo de Pasajeros que permite en los servicios interurbanos un exceso de pasajeros equivalentes al 50% de asientos. Pero esto no vale para la iniciación del servicio. Hasta los tres primeros kilómetros, según aclara la norma, el recorrido deberá hacerse sin pasajeros de pie, salvo en casos de grandes aglomerados o demandas circunstanciales en que se permite un excedente limitado a un 25 % de la capacidad de asientos.

El gobierno local se atiene al Marco General del transporte de pasajeros que permite que las personas viajen paradas en los colectivos de viajes interurbanos pero la justificación no satisface a los usuarios de la línea 510 que consideran que ante un eventual accidente los pasajeros que van parados están desprotegidos y sus vidas expuestas a un alto riesgo. Se rehúsan, además, a soportar las incomodidades de viajar de pie los 45 minutos que demora el itinerario entre Sierras Bayas y Olavarría o a esperar más de una hora para tomar el próximo transporte cuando la capacidad del que llega está colmada.

La línea 510 es la única opción de trasporte público que tienen los vecinos del barrio A.O.M.A y Colonia San Miguel -situado a 10 kilómetros de Sierras Bayas y 25 de Olavarría, donde viven más de 580 vecinos. El colectivo sale de la terminal local y recorre parte de la ciudad. Luego se dirige por Av. Del Valle hacia el barrio A.O.M.A donde toma la ruta 51 hasta Sierras Bayas- C.S Miguel. La mayoría de estos colectivos tienen entre 35 y 40 asientos disponibles, capacidad que es ampliamente superada en los horarios picos. Dina Delfre es integrante de la Sociedad de Fomento A.O.M.A y critica la falta de acceso y la frecuencia. “El colectivo no entra en las escuelas, no entra en el barrio y si viene lleno no levanta a los chicos, que tienen que esperar un hora y cuarto hasta que vuelva a pasar”. Los vecinos consideran que la empresa debería poner refuerzos en los horarios mas problemáticos para mejorar el servicio.

Mientras las quejas por los servicios local y zonal son cada vez más amplias, Nuevo Bus pide en el Concejo Deliberante un aumento en el valor del boleto urbano que ronda el 46% (de 2,25 a 3,25 pesos) y Ola Bus, una suba del 40% (en su web se puede consultar el cuadro tarifario actual con los precios según el recorrido) aunque en el informe presentado en la legislatura local exponen sólo los costos, sin explicitar las ganancias. El argumento es, en ambos casos, que los valores no se ajustan desde hace dos años.

El gobierno local brinda a disposición un número telefónico para reclamos de los usuarios de los servicios de transporte público (el  410101). Además informa en su gacetilla que en lo que va del año la empresa Ola Bus recibió 12 controles y sufrió una infracción por exceso de pasajeros. Mientras tanto, y según informaron a Agencia Comunica, están trabajando en un proyecto para mejorar el servicio aunque no brindaron los detalles porque la propuesta oficial aún no fue presentada formalmente en el Concejo Deliberante./AC-FACSO.