Mariano Braga, comunicador y amante del vino
“El poder fundamental del vino radica en la emoción que despierta”
En el universo del vino, existe un personaje que desafía todas las expectativas. A pesar de que su pasión se despertase sin tomar una gota de vino, Mariano Braga ha construido una carrera excepcional dedicada a la promoción y difusión de la cultura del vino en América Latina y más allá.
La historia de Mariano Braga es un relato de transformación, de una vida en la que el alcohol era una rareza y donde el camino hacia el vino parecía impensable: “yo inicié la carrera de sommelier sin haber probado una gota de vino” confesó Braga. Fue en un verano caluroso de 2005, mientras estudiaba en Buenos Aires, que la idea de sumergirse en un segundo camino, desconocido y fascinante, lo cautivó.
Su familia lo había criado en un entorno donde el vino rara vez se veía: “un buen vino solo se tomaba en eventos especiales, luego solo veía los comunes de mesa” agregó el profesional del vino. Aunque los recuerdos de viajes familiares lo conectaron con la figura del sommelier y allí nació su pasión.
En aquel momento, Sudamérica apenas comenzaba a explorar el mundo del sommelier y Mariano, impulsado por su admiración hacia los expertos en vinos que había conocido en sus viajes, decidió aventurarse “en lo desconocido” comentó.
Mariano Braga posa en un viñedo, el fruto de el es su amor, el vino. Créditos: Mariano Braga.
Desde ese momento, Mariano Braga se ha especializado en asesoramiento y difusión del vino, compartiendo su pasión en medios destacados de Argentina, Estados Unidos, México, Colombia, Perú, España y Uruguay. No contento con eso, fue el orgulloso propietario de Pampa Roja, un restaurante que se ganó el título de Mejor Restaurante de Argentina, y donde gestionó la carta de bebidas más galardonada internacionalmente en la región.
Hoy, Mariano lidera Roja Agency, su agencia de marketing digital enfocada en la gastronomía y el vino. Además de su carrera profesional, Mariano es padre de tres hijos y ha logrado desempeñar roles tan diversos como profesor, sommelier, empresario, cronista, conferencista y productor de vino. Pero en el fondo, todos estos roles se resumen en una misión única: beber, disfrutar y contar.
Amplio alcance
El alcance de Mariano Braga ha impactado a miles de profesionales y empresas en más de 30 países, a través de programas de mentoría y ha logrado formar una comunidad con un nombre interesante, “a mis seguidores cariñosamente los llamo "los Bebedores Seriales"”, comentó entre risas el sommelier. "Es la comunidad de amantes del vino más grande de habla hispana por lejos." agregó Braga.
Mariano Braga habló sobre su relación con el vino y cómo esta bebida atraviesa todas sus relaciones "las experiencias más lindas, mis amistades más lindas, mi relación con mi mujer, anécdotas con mis hijos. Muchas veces están atravesadas por el vino, porque por lo menos es una de mis formas de canalizar el disfrute" expresó.
El enólogo posa junto a su mujer Florencia. Créditos: Forbes Argentina.
Pero él es mucho más que un sommelier. Su blog, "Vamos a saciar esa sed de conocimiento", es un tesoro de información sobre el mundo del vino. “Allí brindamos desde consejos de maridaje hasta explicaciones detalladas sobre la elaboración del vino y las regiones productoras” explicó quien es un maestro en comunicar su pasión.
Pero no se detiene ahí. Su podcast, "MeLoDijoBraga", es un encuentro íntimo con los amantes del vino, donde comparte charlas, experiencias, curiosidades y consejos desde su mirada única de este mundo. Además, ofrece más de 12 cursos relacionados con la bebida y todos sus matices. , "tenemos nuestra Academia de educación virtual hace 10 años. Este año cumplimos 10 años dando clases online" contó el sommelier.
En una entrevista reveladora con Agencia Comunica, Mariano Braga compartió sus perspicaces observaciones sobre las diferencias entre el vino producido en España y Argentina, actualmente reside, junto a su familia, en la ciudad de Marbella, España. Destacó que “Argentina es una referencia global en innovación vitivinícola, pero España tiene una relación especial con la gastronomía que me gustaría ver en mi país de origen” destacó Braga.
Mariano también profundizó en la importancia de la emoción y la historia detrás del vino, enfatizando que esta bebida no es solo un líquido en una copa, sino un portal hacia la cultura, la tradición y las experiencias enriquecedoras.
Mariano Braga ha sido nomidado a mejor comunicador del vino en 3 oportunidades. Créditos: Forbes Argentina.
En palabras de Mariano Braga, existe un aspecto fascinante en el mundo del vino que a menudo pasamos por alto: la emoción que yace en su historia. “Cuando nos enfrentamos a una copa de vino sin saber de dónde proviene, cómo se produce, su variedad o su precio, estamos perdidos en un mar de incertidumbre” sostuvo el enófilo.
Mariano enseña que juzgar un vino en estas condiciones es como “ser ingrato con él, ya que no podemos apreciar su esencia completa” expresó. Para él,” el poder fundamental del vino radica en la emoción que despierta. No hay nada más hermoso que sumergirse en la narrativa que rodea a cada botella” explicitó el apasionado del vino.
Mariano siente una profunda admiración por las etiquetas que cuentan historias, “porque esas historias son las que hacen que el vino cobre vida” afirmó. Es por eso por lo que considera que viajar a las regiones vitivinícolas es tan enriquecedor; ya que “el vino nos lleva a un viaje emocional que enriquece nuestra cultura y nuestra alma, y todo depende de la pasión que ponemos detrás de la copa” expresó Braga.
Mariano Braga comparte sus conocimientos vinícolas en disferentes formatos: podcast, cursos, redes, entre otros. Esto mantiene viva la chispa entre él, los "bebedores seriales" y el vino. Créditos: Mariano Braga.
A pesar de iniciar su formación sin haber probado el vino, hoy sostiene que “la clave para conocerlo realmente es lo que yo llamo "infidelidad vinícola", que consiste en probar todos los vinos, un poco de cada uno”, comentó el comunicador.
Mariano Braga es la personificación de la pasión y la perseverancia. Su historia es un recordatorio de que, en el mundo del vino, las barreras pueden romperse y las pasiones pueden florecer de las formas más inesperadas.