Notas

Estela Peralta, la militancia como estilo de vida

Representar desde la raíz 

Comenzó a hacer suplencias en el trabajo de su papá sindicalista. Allí conoció de primera mano lo que es la representación de los compañeros de trabajo. Luego la herencia familiar también en la política marcó su camino a seguir. Hoy es secretaria adjunta del Sindicato Único de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal (SUTERYHY) y vicepresidente del PJ local, entre otras funciones.

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Estela Peralta desde su lugar de lucha, la oficina del SUTERYH Olavarría.

Por Celeste Carriego (*)

“No se sabe qué es militar, cuál es la definición exacta. Creo que es muy personal, individual. Te tiene que pasar por todo el cuerpo. Nunca tuve noción del tiempo, de cuánto hace. El otro día hablaba con mis compañeras sindicalistas, militantes, y yo creo que desde muy chica. Lo que pasaba es que no era consciente de que estaba militando”. Así define Estela Peralta lo que le apasiona y lleva como estilo de vida: la militancia. Eso la llevó a ser hoy secretaria Adjunta del Sindicato Único de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal Región Centro de la Provincia de Buenos Aires (SUTERYH), presidenta del Comité Nacional de Mujeres del Gremio Federación Argentina de Trabajadores de Edificios de Renta y Particulares (FATERYH), vicepresidenta del PJ local, y probablemente también ocupe un cargo cuando se normalice la CGT en Olavarría.
Sus comienzos fueron desde muy chica a través de su papá, que participaba del SUTERHY como encargado del primer edificio que hubo en Olavarría, ubicado en Vicente López y Belgrano. En ese tiempo ella lo acompañaba a las reuniones. Luego participó en el Centro de Estudiantes durante la escuela secundaria. Y también cuando estudió su carrera terciaria en el Instituto de Formación Docente N° 22.
Estela señala una foto de Perón, colgada en la oficina que comparte con su papá, que pertenecía a su abuelo. De ahí viene la arista política y recuerda que su papá fue secretario de Carlos Víctor Portarrieu, ex intendente de Olavarría en la década del 70’. Reconoce que hay una militancia política en la familia.
Al hablar de la herencia sindical, ya que su papá está pronto a jubilarse, reconoce que hay prejuicios en la sociedad: “yo no los tengo, porque es mi trabajo”. A Estela la moviliza lo social, le gusta trabajar con gente adulta. “No es sólo el tema de una simple liquidación de sueldo. También es el Convenio Colectivo de Trabajo (CCT)o saber qué vacaciones les corresponde a los trabajadores”. Eso es parte de su trabajo, como la lucha por los derechos y el cuidado de sus compañeros.

El sindicalismo local va por buen camino

Militar y llevar la bandera del sindicalismo en momentos en que la imagen está desgastada socialmente, hace que Estela destaque el cambio que se está gestando a nivel local. En cuanto a los logros, menciona la participación de las mujeres y comparte que es “gracias a las mujeres mismas”, en un contexto en que el mundo sindical es totalmente machista. Por eso sostiene que aún hay mucho por hacer. Pero también celebra lo que se ha logrado: “hay cuatro secretarías generales a nivel nacional. Tener puestos de decisión y desterrar que no sólo las mujeres están para ordenar papeles y servir café tanto en el ambiente sindical como en cualquier tipo de organización o cooperativa. Es el único gremio (SUTERYH) que cuenta como asueto el 8M incorporado en el CCT y también la licencia por violencia de género”. Al hacer referencia a las disidencias, considera que tienen un largo camino aún.
“El sindicalismo local va por un buen camino”, remarca, ya que en los plenarios se ve gente joven que quiere construir más allá de las diferencias. El camino de la democracia es el que se debe transitar y es ese el punto de cambio que valora. “Hay que entender que es colectivo”, no deja de repetir. Cuenta que hay ciudades en las que se solucionaron algunos problemas por haber tenido la CGT conformada. En Olavarría se inició el proceso de normalización de la CGT y Estela Peralta es candidata a ocupar un lugar importante.

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La foto de Perón que Estela Peralta tiene en su oficina y que pertenecía a su abuelo. 

A la hora de hablar de los compañeros y representarlos, evalúa lo emocional como parte importante para este trabajo. Con respecto a la política y el sindicalismo, sostiene hay que ser cuidadosos ya que no todos simpatizan con la misma línea política y no siempre se consensua. Desde esa diferencia también se representa, por eso afirma que “respetarnos desde ahí, del lugar de cada uno, donde se sienta más cómodo. Creo que el debate se tiene que dar, pero también nosotros como sindicato tenemos que tener esa mirada y la obligación de que es lo que pasa y qué no pasa. Qué es lo que nos pasa si entra una fuerza que nos quiere sacar un montón de derechos, se lo tenemos que decir”. En ese sentido, asegura que hay diferencias con algunas afiliadas y algunos afiliados.
Estela se queda con lo mejor, quizás un “gracias” por WhatsApp o un simple emoji por parte de los afiliados y afiliadas cuando realizan un trámite. Aunque menciona que hace lo que corresponde y es el rol que debe cumplir.
A la pregunta de sus referentes, contesta que la número uno es Evita. Lee y escucha sus discursos y siempre encuentra algo nuevo. También relee la Doctrina Peronista, siempre. De las actuales menciona a Dora Barranco, Vanesa Siley, Estela Díaz y Gisela Marziotta.
Parte fundamental para esta vida de militancia es su familia, compuesta por su compañero de vida y su hija. Al hablar de ellos se emociona y los ojos se humedecen. Primero por el tiempo que implica la militancia y el grado de compromiso que ella adopta, y por el respeto a su trabajo que ayuda a construir la funcionalidad como familia. Así que entre los tres construyen los momentos necesarios para acompañarse.
Finalmente, destaca que al ver crecer a su hija se ve el empoderamiento increíble que tiene. Siente que el trabajo está bien hecho. La vida de militancia para Estela desde su niñez no sólo está marcando la historia sindical local sino también la de los propios, al ver reflejado en su hija esto que “te tiene que pasar por todo el cuerpo”.

(*) Trabajo presentado para la cátedra Redacción Periodística I de la carrera de Periodismo de la Facultad de Ciencias Sociales (Unicén)