La reconocida fotógrafa Bibiana Fulchieri habla sobre la imagen como denuncia
El lente de lo imperceptible: una lucha contra lo que calla el poder
En plena dictadura, esta fotógrafa y periodista de renombre inició su camino profesional en el arte visual. Su libro “El Cordobazo de las mujeres” y su película “Brujas del Cordobazo” revelan una historia oculta. En un extenso diálogo con esta Agencia, la profesional resume su historia en una frase: “democracia o democracia”.
Magdalena Jaureguiberry- Agencia Comunica
11/07/2023
Bibiana Fulchieri es una fotógrafa que desafió la dictadura y encontró su voz en la estética y la denuncia. Aunque su objetivo de estudiar fotografía en Córdoba fue frustrado por el régimen, su pasión y talento la llevaron a capturar momentos estéticos y significativos. Su experiencia durante un acto del 25 de mayo y su valiente fotografía de los niños bajo un puente marcaron su camino hacia la denuncia y el reconocimiento de las mujeres en el Cordobazo. Su obra ha resonado en los corazones de aquellos que buscan la verdad y la justicia, y su legado perdurará como una inspiración para las generaciones futuras.
En el marco de los 40 años de democracia, Bibiana Fulchieri dialogó con Agencia Comunica, recordó sus inicios y mostró cómo la fotografía es una herramienta de denuncia social.
Sus primeros pasos en la fotografía
En los recuerdos más tempranos de su infancia, Bibiana Fulchieri ya mostraba un amor innato por la fotografía. Apenas a los 8 años, su vocación y pasión comenzaron a florecer y su talento pronto se hizo evidente. Asistió al Colegio Santa Eufrasia en Río Cuarto, el cual tenía un taller que se dictaba los viernes, titulado “El club de las vocaciones tempranas”. Allí, en ese entonces la futura fotógrafa, pudo explorar el mundo del arte por imágenes y terminó enamorándose de él.
En el marco de ese club Fulchieri pudo participar, gracias a la iniciativa de la maestra que junto a su marido fotógrafo dictaba el taller, de una competencia para adultos en el Fotoclub de su ciudad. “Con una cámara de fotos prestada, conseguí el tercer puesto, aunque este reconocimiento no me lo entregaron ya que no cumplía con la edad requerida. Igualmente desde el colegio me felicitaron y festejaron mi logro” contó la artista visual.
Apenas hace un año se reencontró con esa maestra, quien le dijo que aún guarda las fotos de aquel concurso. Recuerda que en su niñez Bibiana le preguntó a su querida maestra si podía haber mujeres fotógrafas, “ella me dijo que sí, que las mujeres podían hacer cualquier tarea que hiciese un varón, eso no fue un antecedente más”. Tiempo después se dio cuenta que la persona que firmaba las fotografías de la revista Radiolandia era la fotógrafa alemana Annemarie Heinrich y eso confirmó lo que le dijo su maestra y la alentó a seguir luchando por un lugar en la fotografía.
La fotógrafa en su casa en las sierras de Córdoba. Créditos: La Voz
Estudiar en Dictadura
Justo cuando Bibiana se preparaba para embarcarse en sus estudios universitarios para estudiar Cine en Córdoba capital, la oscura sombra de la dictadura militar se cernió sobre Argentina. El último año de la secundaria marcó el inicio de un régimen represivo que cambiaría el curso de su vida.
En diálogo con esta agencia, expresó que “no se hablaba de ello, pero se sabía que empezaban a desaparecer compañeros de mi clase”. En el verano del ́ 77 iniciaba el curso de ingreso a las universidades y con ello la desaparición masiva de jóvenes que querían seguir sus estudios. “Ante estos hechos mi mamá me dijo ´vos a Córdoba Capital no vas´” recordó la fotógrafa. La oportunidad de perseguir su sueño se desvaneció, pero la pasión y determinación de Bibiana no desaparecieron.
Un año después, en la Universidad Nacional de Río Cuarto, se abrió la Facultad de Ciencias de la Comunicación: “creían que si la Universidad no tenía antecedentes iba a ser más fácil controlar las mentes de los estudiantes”, analizó. Pese a esto ella decidió adentrarse en la carrera de Comunicación por imagen, buscando nuevas formas de expresión a través de su arte. La fotógrafa y periodista destacó que “hubo un momento durante mi formación universitaria que marcó mi vida de manera indeleble”. Le tocó a ella y a sus compañeros cubrir el acto del 25 de mayo, una conmemoración que adquirió una nueva y ominosa connotación en tiempos de dictadura. Mientras la multitud cantaba el himno nacional, Bibiana se apartó del enfoque habitual, “yo quería fotografiar rostros, quería la cara del pueblo” contó con fervor. Pero en un instante, la violencia y el miedo se apoderaron del escenario.
Apertura de las carreras de Ciencia de la Comunicación en la UNRC. Créditos: Universidad Nacional de Rio Cuarto
Mientras los disparos de las cámaras resonaban, Bibiana presenció cómo una camioneta se llevaba a sus compañeros que la acompañaban. Temerosa de atraer sospechas, caminó lentamente hacia su casa, llevando consigo su cámara y un torrente de miedo. Al llegar, llamó y alertó a sus profesores sobre lo sucedido, quienes se dirigieron a una comisaría donde encontraron a los jóvenes: desnudos, con sus rollos de película revelados y sometidos a una humillante experiencia, “los hicieron cantar el himno nacional aún desnudos y muertos de frío en el patio del recinto. Los militares les dijeron que aquello era el castigo por no entonar el himno cuando las autoridades lo exigían” manifestó con indignación la mujer.
La fotografía como herramienta de denuncia y amenaza
A pesar de las adversidades que atravesó durante su vida académica, Bibiana encontró una voz aún más poderosa a través de su arte. En sus últimos años de la Facultad, Fulchieri comenzó a trabajar en el diario Puntal como pasante.
“Trabajando en el diario tuve dos experiencias que me marcaron fuertemente y me terminaron de convencer precozmente de que el camino era ese, el camino de la fotografía” acentuó la fotógrafa.
El primer momento que destacó Bibiana Fulchieri radica en la atracción del director del diario por sus fotos “poco convencionales”, quién ofreció a esta artista la oportunidad de cubrir la llegada y estadía en el país de la actriz Cecilia Rossetto, en agosto de 1980. En el aeropuerto militar Las Higueras; Fulchieri relató que “cuando Cecilia llegó yo corrí a la escalera por donde ella bajaba del avión, como hacían los reporteros en las películas italianas, pero cuando llegué al pie de la escalera tenía a cinco policías detrás que me agarraron y me llevaron a la torre de control. Cecilia vio todo”. Luego de varias horas, en las cuales la interrogaron y le vaciaron el rollo de la cámara, el director del diario Puntual logró que la liberaran. Cecilia Rossetti luego de presenciar ese acto, y preocupada por el estado de Fulchieri, llamó al diario Puntual, y de este modo la fotógrafa consiguió el paradero de la actriz. Luego de algunos intentos fallidos logró sacarle una foto de su actuación en el teatro.
Cecilia Rosseto. Número 0 de Puntal. Agosto de 1980. Créditos: Bibiana Fulchieri.
El segundo momento sucede cuando el diario Puntal comenzó a imprimirse. “Una mañana, me encontraba cruzando un puente en el coche que manejaba el chofer del diario, llevé mi vista hacia el río que cruzaba debajo del puente y entre las maderas vi algo indignante”.
“La escena fue estremecedora: cantidades de niños junto a cantidades de perros peleándose por la comida en un basural, el puente está a seis cuadras de la Plaza Roca -plaza principal-. Automáticamente le dije al chofer que pare”, contó con el dolor e indignación aún presentes. “Al día siguiente fui con un compañero más temprano y pudimos capturar toda la secuencia, la nota fue publicada en el diario” detalló la fotógrafa. Aunque dichas imágenes le trajeron consecuencias, éstas se convirtieron en un testimonio incuestionable de la miseria y el abandono que la dictadura había impuesto sobre los más vulnerables.
Radiografía del Oprobio, Diario Puntal 29/11/1981 Río Cuarto. Créditos: Bibiana Fulchieri
De las efemérides a la lucha femenina del Cordobazo
Ya años después, Bibiana formó una familia con la que se mudó a las sierras de Córdoba. “Instalada allí tuve que buscar otras alternativas para poder seguir trabajando, ya no contaba con la ventaja de la inmediatez”, explicó. Fue así como comenzó a interesarse por las efemérides y trabajó arduamente para hacer una nota sobre los cincuenta años del Mayo Francés para el diario “La voz del interior”. A partir de esta nota ella crea un paralelismo que tituló “las chicas de la bandera” donde se muestra una foto de una chica del Mayo Francés y una joven del Cordobazo.“Esa obra tuvo mucho éxito gracias a que las feministas tomaron esa nota como un bastión, me llamaban de todos lados” contó con entusiasmo Fulchieri. “En ese momento recordé que estaba pronto el cincuentenario del Cordobazo, enseguida me puse a preparar un suplemento” comentó con entusiasmo.
Caroline de Bendern, conocida como “la chica de la bandera”. Créditos: La Voz del Interior
La investigadora fotográfica consultó el Archivo Histórico de la Provincia de Córdoba: “fui con la intención de encontrar imágenes archivadas de mujeres que habían participado del Cordobazo, con nombre y apellido” expresó. En esa búsqueda encontró una fotografía del Cordobazo que estaba recortada. “Ni bien vi eso corrí al Sindicato Luz y Fuerza donde descubrí que las que estaban recortadas eran las mujeres y confirmé que la investigación era en esa dirección” destacó. Inmediatamente Fulchieri viajó a Buenos Aires con el objetivo de consultar el Archivo General de la Nación.
En dicho lugar le entregaron la carpeta en la que estaba guardada toda la información del Cordobazo. En ese instante a Bibiana una frase la marcó: “la persona que me atendió me dijo: ´Usted debe tener presente que aquí se guarda la memoria de la Nación. Si lo que usted busca no está, quiere decir que al Estado o a la Nación no le interesó guardar esa memoria-” relató. Eso le sirvió a la Fotoperiodista como impulso para crear el libro “El Cordobazo de las mujeres”, una obra que dio voz a las mujeres olvidadas en uno de los momentos clave de la historia argentina.
Bibiana Fulchieri junto a su libro. Créditos: Infobae
El éxito de su libro fue seguido por la creación de la película "Brujas del Cordobazo", la cual proyectó la historia invisible en las pantallas de todo el país, llenando salas y llegando incluso al prestigioso Centro Cultural Kirchner en Buenos Aires.
Bibiana Fulchieri personifica la resiliencia y la determinación en tiempos oscuros. Su búsqueda incansable de la verdad, sus fotografías que guardan y reivindican los derechos humanos de los marginados y su lucha por dar voz a los silenciados han dejado un legado poderoso. A través de su arte y su compromiso, Bibiana se convierte en una fuente de inspiración, recordándonos que la fotografía puede trascender las barreras impuestas y llevar la verdad a la luz más brillante.
Nené Peña una de las mujeres que aparece en el film, marchando el 29 de mayo de 1969. Captura de pantalla TV. Créditos: La Tinta
Hoy esta valiente mujer nos llena de orgullo y nos deja un fuerte mensaje a las generaciones jóvenes: “Debemos defender la democracia con uñas y dientes. Haber estudiado en dictadura, haberte formado en dictadura, es uno de los horrores más grandes que te pueden pasar en la vida, si es que preservas vida. Por eso hoy digo democracia o democracia, esto no puede pasar nunca más”.