Ivana Loffredo, telista y artista circense
La expresión corporal, un medio para transmitir aquello que sentimos
Una artista que pasó de ser oficinista a copar las calles de distintas localidades con música, colores y una tela en su mochila. Ivana Loffredo comparte su experiencia en el arte de transmitir a través del cuerpo.
María José García - Agencia Comunica
08/07/2023
Ivana Loffredo es una profesional de las artes circenses que hace 13 años se adentró al mundo de la tela y, desde ese momento, su vida dió un giro de 180°. "Soy licenciada en Administración, hace unos años trabajaba en una oficina, pero era algo que no me satisfacía. Así que un día empecé a practicar tela con el objetivo de ejercitar mi cuerpo y realmente me encantó", cuenta.
“Cuando empiezo a entrenar, el mundo entra en un estado hipnótico en el que todo lo que sucede se paraliza. Es algo hermoso, mágico. En mis comienzos como telista, ir a clase era mi cable a tierra porque me olvidaba de lo que pasaba afuera. Y ahora aún sigue siendo así”, expresa con emotividad.
Para Ivana, aprender a utilizar la tela significa “aprender a usar tu esencia, lo que sos, lo que tenés en tu expresión o lo que sentís en ese momento para crear algo realmente artístico. Usas la tela para transmitir, te conectas con el sentimiento que querés expresar”. Los shows de tela, entonces, se convierten en auténticas obras de arte donde la expresión corporal es la protagonista.
"En mis comienzos, decidí dar clases de tela aparte de mi trabajo, como algo recreativo, pero se convirtió en mi mejor trabajo". Pero, ¿cómo fue el pasaje para Ivana de trabajar en la oficina a dedicar su vida enteramente a la producción artística?
Hubo un momento en su vida en el que se tuvo que ir de viaje. Una travesía que duró cuatro años. Allí fue donde “extrañé mucho hacer tela, por lo que me compré una. Empecé a usar árboles o espacios adecuados para practicar y la gente se empezó a acercar. Desde entonces, empecé a compartir la tela con quienes se interesaban y a dar clases recreativas a la gorra. También hice shows en la calle, en los semáforos", recuerda Ivana.
Sin embargo, "la pandemia me trajo nuevamente a Buenos Aires, donde yo nací, pero nunca dejé del todo de ir a varios lugares mochileando y llevando mi tela. Hoy, por ejemplo, me encuentro en Olavarría". Regresar a la ciudad le permitió darse cuenta de que "existía la carrera de circo profesional y me postulé".
"El objetivo de hacer la carrera, más allá de saber trucos y técnicas, es profesionalizar lo que hago. Las carreras de circo te dan otras herramientas y técnicas de conocimiento corporal. Yo hago un montón de cosas ahora que antes no hacía como danza, hula, acrobacia de piso, aro, flexibilidad", explica la artista.
Desde entonces, Ivana se constituye como telista pero también como artista circense. Da talleres y clases de tela, ya que considera que es su fuerte. Actualmente, planea comenzar a viajar más y llevar su arte a distintas localidades.
La tela, ¿arte o disciplina? Mejor, ambas
“Sin hablar, con la tela podés expresar un montón. La expresión corporal que se puede usar con cualquier elemento circense es super amplia. Es ahí donde se convierte en arte”, puntualiza Ivana y explica: “en el deporte hay una técnica que tenés que lograr seguir. Desde el lado artístico, en cambio, usas la actividad para expresar todo lo que quieras, como pensamientos, reflexiones, emociones. Para mí, es un arte”.
En esta actividad no sólo se utiliza la tela, que su material es acetato deportivo, sino que también la mística se construye con el uso de luces, vestimenta, música y, sobre todo, la movilidad corporal. Todo este conjunto de elementos crean aquella obra artística que se desea transmitir y que corresponde con lo que el o la artista siente.
De todas formas, “todo depende de cómo lo hagas y cuál sea tu objetivo. Vos podes hacer un taller de tela con una preparación física más deportista o podés usarlo para expresar a través de la tela, como una manifestación", aclara.
El autoconocimiento y la autosuperación como claves
“La tela es un elemento que trae consigo el trabajar la frustración. Cuesta, hay ciertos momentos en los que te encontrás con trabas. En esos momentos es necesario fluir, confiar en el proceso”, explica Ivana.
Lo primero es saber que “cualquier persona puede hacer tela, independientemente del punto en el que inicia. Cada uno tiene su proceso y no hay que compararse con el otro. Lo primordial es disfrutar el camino, tener paciencia y perseverancia”, expresa la artista circense.
“Si un día te sentís mal, te pasaron muchas cosas y te encontrás desanimado, usas la tela para expresar eso que te pasa. Y de ahí salen las mejores producciones, porque te conectas con tus sentimientos, los largas, mostrás lo que te pasa. La música es muy importante para lograr eso”.
Para Ivana, una de las cosas que más disfruta de dar clases como telista es “el camino de mis estudiantes. El hecho de proponer algo en una clase y que, en ese momento, lo sientan como algo muy lejano, que va a ser difícil de lograr, pero que al momento de finalizar la clase lo hayan logrado y se vayan contentos por eso. Creo que es lo que más disfruto”.
Cada artista es único y se construye diariamente
Descubrir su pasión, recorrer el país con su tela, comenzar a dar talleres y hacer shows, estudiar la carrera de artes circenses y, actualmente, planear un nuevo recorrido por distintas localidades para ofrecer seminarios de tela, han construido la identidad artística que hoy caracteriza a Ivana Loffredo.
En este sentido, para ella es muy importante entender que “el artista circense es una figura particular que se construye a partir de cada una de las disciplinas que ha aprendido a lo largo de su carrera”.
“Personalmente, yo comencé con telas, es mi fuerte, pero hoy soy más que eso como artista. Soy un conjunto de aprendizajes, experiencias y técnicas. Esto está bueno porque cada artista conforma su esencia, su particularidad, su fuerte”.
Del mismo modo, “aprender cosas nuevas y tener una integración de todas las disciplinas hace que generes conciencia corporal y trabajes tu cuerpo desde todos lados. La mayoría de los artistas circenses somos un combo de cosas que se retroalimentan entre sí. Es un camino de autopercepción y autoconocimiento que te transforma la vida”, manifiesta Ivana.
Por ello, para finalizar, la artista invita a todas las personas interesadas en el mundo de las artes a probar, animarse y empezar aquello que tanto desean. Que es un camino de mucho aprendizaje y perseverancia, y de algo de lo que no se arrepentirán.