En el Día Nacional del Bombero(a) Voluntario, una mujer cuenta su experiencia

Un estilo de vida “que llena el alma”

“Una familia, un trabajo que sustenta lo económico y en el medio, bombera”, expresó María Bevacqua. Una de las pocas mujeres del rubro reflexionó sobre los cambios, relató experiencias y lo gratificante de la labor que, asegura, le “llena el alma”.

Jorgelina Rivulgo - Agencia Comunica

2/06/2023

Pueden estar compartiendo un mate, en medio de una risa o quizás cocinando en sus hogares, pero cuando se escucha la alarma, nada más importa. Hay que pausar momentáneamente lo que se esté haciendo y corren a ponerse el uniforme. El 2 de junio se conmemora el Día Nacional del Bombero Voluntario, un “estilo de vida”, tal como dijo Maria de los Angeles Bevacqua, bombera voluntaria. Debajo de un uniforme, hay una persona que arriesga su vida en pos de la comunidad de una manera desinteresada. Con el paso de los años, el rol de la mujer dentro del cuartel ha cambiado, y la incidencia y pertenencia ha aumentado.
Maria de los Angeles Bevacqua es parte del cuerpo de bomberos voluntario hace 12 años, ingresó a sus 38 años siendo consciente que el límite de edad para formar parte es a los 39 años. Hoy día, se observan diversas edades que conforman al equipo, pero fue un sueño que tuvo desde adolescente e incluso intentó ingresar a sus 18 años pero “no era tan fácil”. Pero siguió luchando hasta cumplir su objetivo y hoy con orgullo afirmó que ser bombera voluntaria “me llena el alma”.
Dentro del cuartel la mayor cantidad de bomberos son varones y a lo largo de la historia ha sido así. Actualmente en Argentina hay 15.000 mujeres y 43.000 varones que integran las Asociaciones de Bomberos Voluntarios. La cantidad de bomberas ha ido aumentando con el pasar de los años, “el lugar te lo tenes que ganar, vos entrás a un lugar que fue siempre de hombres. Son 150 hombres entre Destacamentos y Central y 7 mujeres”, explicó Maria. De todas formas, aclaró que el vínculo y dentro del trato diario no hay ningún tipo de diferencia, “nosotros somos uno más, nos hemos ganado ese lugar”.

Constantemente dentro de la profesión -como en otras- se realizan diferentes capacitaciones, cursos y se han visitado distintos cuarteles. En una observación personal, la bombera dijo que “el lugar de la mujer en bomberos ya es otro, conozco cuarteles que son todas mujeres -o la mayoría- ahora ya no hay una diferencia como existía años atrás”. Además, reflexionó sobre sus inicios y mencionó la protección a la mujer por parte de los compañeros, “te cuidan todo el tiempo. El hombre con la mujer no compite pero si hay una protección y a veces puede asfixiar, pero esto ya no sucede, no lo siento así”.

Un estilo de vida

Fuera del cuartel y debajo del uniforme, hay una persona como el caso de Maria Bevacqua que tiene una familia y a su vez otro trabajo que le permite un sustento económico, “involucrarse en esto es un estilo de vida, primero está la familia, después el trabajo que te sostiene y en todo ese combo, se encuentra bomberos”.
Muchos de los bomberos y bomberas que conforman el cuerpo, comienzan su jornada a las 6am, se dirigen a sus respectivos trabajos y Maria, finaliza su día laboral a las cinco y media de la tarde para luego dirigirse a Bomberos. Tanto ella como sus compañeros tienen una carga horaria por fuera de la institución, “a veces venís a una guardia y casi no dormis porque sucede algún accidente o siniestro y tenes que salir”.

Pero, no solo se es bombero dentro del cuartel, también lo son puertas adentro de sus hogares. “Me ha pasado de estar en casa, tenemos un handy y si nos avisan que hay un incendio de vivienda/forestal o accidente particular, tenemos que ir”. Maria se encontraba en su casa cocinando cuando escuchó sonar el handy y “le gritó a mi familia que apaguen el horno y me fui a bomberos”. Al llegar al cuartel central se forman en una hilera y el oficial selecciona quienes deben ir a la urgencia -van 5/6 bomberos depende el siniestro-.
La selección de bomberos y bomberas para dirigirse a una urgencia se realiza según diferentes miradas. La bombera voluntaria explicó que depende de la urgencia: si hay víctimas fatales tratan de no llevar a quienes recién ingresan de 18 años porque “si pueden madurar un poco más sus emociones para ver eso, es mucho mejor. Yo he ido a situaciones donde han habido muertes, ahogados, víctimas y esa imagen queda en la retina por un tiempo”. El compañerismo es uno de los factores principales y se refleja en el cuidado de exposición a los más jóvenes.

¿Qué significa ser bombera voluntaria?

Maria Bevacqua lleva doce años siendo bombera, lo que implica que haya vivido diversas experiencias “hay situaciones que me han dado mucha tristeza y las tengo en el recuerdo”, pero también “hay situaciones que me dan mucha gratificación”.
Al recordar algún caso, puntualizó en un “incendio de terreno con cercanía a una vivienda carenciada” en el que se hizo presente y relató que ese día “estábamos luchando porque había mucho viento, temperaturas elevadas y nosotros íbamos bien”. En ese momento de trabajo arduo por apagar un incendio, es cuando sintió que un niño de 7 años la tomó del chaquetón “y me ofreció una jarra de jugo. Estaban viviendo una situación donde el fuego se dirigía a su hogar y la mamá se detuvo a hacernos una jarra de jugo y la criatura nos la trajo. A veces uno es más lo que recibe que lo que da”. Maria destacó que ser bombera voluntaria “es estar en el momento que esa persona necesita una mano, sea lo que sea, y eso es lo me llena el alma”.

Por último, resaltó que el interés de la sociedad para con bomberos ha sido muy importante y en ascenso, “realizamos charlas, capacitaciones, controles que habilitan un lugar, las escuelas/fábricas/empresas nos convocan”. Además remarcó que “funcionamos en equipo, no funcionamos solos” y detrás hay toda una organización, “estamos para dar una mano, en ese momentos nos encontrábamos nosotros, pero también podría haber sido otro”.