Notas

Más allá del barrio Villa Mailín y de la Facultad de Ciencias Sociales

Estudiantes universitarios y niñxs de un merendero crearon un medio comunitario

La cátedra "Taller de Medios Comunitarios" realizó la presentación del proyecto de medio creado por estudiantes universitarios y producido por niños y niñas que asisten al merendero “Pequeños Gigantes”. Una experiencia de puro aprendizaje.  

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Lorena Merlo y Lucrecia Manso (docente de la cátedra) hablando con los niños. Foto: Agostina Scardapane.

3/11/22 

Jorgelina Rivulgo - Agencia Comunica

Ayer, en el marco de la cátedra de “Taller de medios comunitarios” estudiantes de Licenciatura de Comunicación Soccial de la Facso, Unicen, presentaron a puertas abiertas el proyecto comunitario en el cual venían trabajando en conjunto con el merendero “Pequeños Gigantes”, ubicado en Villa Mailín. Abordaron temáticas donde los niños fueron los protagonistas y responsables de la creación, diseño y artísticas de un cuento, de las redes e incluso de un podcast.
Fue un trabajo conjunto: los estudiantes de la cátedra de Taller de Medios Comunitarios de la carrera de Comunicación Social de la Facso gestionaron un medio junto a los niños y las niñas que concurren al merendero del barrio.
Los niños diseñaron y crearon no solo la estética de los personajes “Pequeño y Gigante” sino también la del propio medio, dándole el color, tamaño y diseño que ellos querían. A su vez, se desarrolló el relato de los personajes y el cuento fue grabado por sus voces; las invitaciones fueron producidas por los infantes y adolescentes, para luego ser impresas y repartidas.

meren2Niños y niñas dándole color a los personajes principales: Pequeño y Gigante. Foto: Agostina Scardapane.

Y por último, llegando al final de la jornada, se grabó el podcast en el cual contaban la historia de los personajes principales: Pequeño y Gigante. Todo fue producido por quienes asisten al merendero, con la idea de poder brindarle el espacio y la voz de transmitir la historia.
El trabajo se llevó a cabo en encuentros periódicos semanales. Inclusive el horario y día de funcionamiento del merendero era solo los lunes por la tarde pero se sumó un día más para una mejor organización, donde los estudiantes de manera articulada con Lorena Merlo (quien creó el merendero) no solo trabajaban en el proyecto comunitario sino que también se involucraron en las tareas mismas del merendero, consiguiendo los insumos necesarios para la merienda.
El merendero “Pequeños Gigantes” fue creado durante la pandemia por Lorena, presidenta de la Sociedad de Fomento “Villa Mailín”, con la idea de ser un “espacio de contención” para que los niños y niñas de ese sector de la ciudad.  En principio, se les entregaba a cada familia desde su casa distintos alimentos para merendar en familia. “Empezamos a hacer los días lunes y jueves, después tuvimos que cortar los días porque no teníamos insumos. Lo que hacíamos era buscar nosotros solos, empezamos a pedir porque no tenemos ayuda de nada. Pediamos en la calle, en los vecinos, amigos, mandamos por Whatsapp a ver quién tenía leche, azúcar, galletas, lo que sea. Nos ayudaron mucho. La idea del merendero es que sea un espacio de contención y que ellos coman algo rico”. Más allá de recibir donaciones, Lorena mantiene su convicción de ofrecer una merienda distinta y de la mejor calidad posible, dentro de las posibilidades existentes para que los niños puedan consumir alimentos que no son habituales en su vida diaria, “a mi me dicen te llevo leche en polvo pero la dono y se la llevo a alguien que la use, nosotros no usamos leche en polvo. Los nenes toman lo mejor, leche en sachet y Nesquik. Además, trato de que no sea siempre todo con harinas, se da yogurt con cereales, cosas que se puedan tener medianamente, porque tampoco se puede mucho”, explicó.

meren3Merienda post actividades y puesta en común de lo realizado. Foto: Agostina Scardapane.

Los chicos que asisten al merendero son varios, y los días que funciona la ayudan una o dos madres. El espacio no solo se utiliza como merendero sino que al ser una sociedad de fomento implica que sea utilizado para otras actividades, como por ejemplo las clases de zumba. Por ende, detalló que “se complica porque somos dos personas nada más para mantener la merienda, no queremos que ningún chico se vaya del espacio y para las inconvenientes que puedan surgir, nosotras acá tenemos mucha prevención. Tenemos que dejar todo impecable porque al otro dia vienen a dar clases de zumba y reggaeton”. El esfuerzo que realizan es doble porque el personal con el que cuentan es muy reducido y hay lunes en el que asisten más de 20 chicos. Por eso aclaró que “por ahí no tenemos hoy quien nos dé una mano, entonces hacemos lunes solo.”

Lorena destacó la labor que se realizó en estas jornadas propuestas desde la cátedra: “han trabajado muchísimo, han puesto muchas horas, la dedicación se nota cuando uno lo hace porque se ve en la cara de ellos. Han puesto mucho amor en todas las cosas que hicieron, desde las tortas hasta todo lo que le decían. Para mi es importantísimo lo que hicieron y para ellos es muy importante porque hay gente que los tuvo en cuenta e hicieron cosas por ellos y para ellos.”

meren4Agostina Ballarena, estudiante realizando las redes en conjunto con los niños. Foto: Agostina Scardapane.

En tanto, la titular de la cátedra, Lic. Lucrecia Manso, expresó la importancia de este trabajo. Dijo que “el objetivo fue acompañar los inicios y gestación de un proyecto de medio comunitario, que habilite experiencias del hacer propio del comunicador/a pero centrados en gestionar un medio con una agenda propia de los niños y adolescentes que concurren al merendero, tanto en su agenda de temas como la organización del propio medio”.

A la hora de hacer una evaluación sobre el trabajo realizado, valoró el hecho de “ver a los estudiantes de la carrera de Comunicación Social apropiándose de las actividades, coordinando los grupos de niñas y niños, comprometiéndose a realizar determinadas actividades. Disfruté mucho de observar la autonomía, el compromiso con el que trabajaron y el constante proceso de reflexión y redefinición de estrategias que pudimos ir elaborando en cada encuentro de las aulas. Todo para enriquecer el proyecto. Fue una experiencia de crecimiento, de aprendizaje y de desarrollar la confianza y conocer que los estudiantes traen muchos saberes e incorporan otros teóricos y desde la experiencia del encuentro”.