Entrevistas
Código Penal

“Darle un año o dos más a alguien en prisión no cambia nada en términos de seguridad”

Julio Vélez, profesor de la Facultad de Derecho (UNICEN) y abogado penalista, habló sobre el anteproyecto de reforma del Código Penal y caracterizó el aumento de las penas como una demagogia política.

 

“La solución es la prevención social, la inclusión, el estado de bienestar, evitar que haya cada vez más gente fuera del sistema… Eso es tratar de solucionar el problema de inseguridad”, expresó el Dr. Julio Vélez, profesor de la Facultad de Derecho de la UNICEN y abogado penalista, sobre el aumento de las penas expuesto en el anteproyecto de reforma del Código Penal. En una entrevista con Radio Universidad explicó que éste va a ser presentado el próximo 21 de agosto, es reforma un código que data de 1921 y que, entre otras cosas, no posee ningún cambio en el artículo sobre la penalización del aborto.

¿Ha tenido posibilidad de participar en alguna de las discusiones que se han llevado adelante en torno a este proyecto?

Sí, he hablado con el Presidente de la Comisión de Reforma, Mariano Borinsky. Ha estado en Azul, en el Colegio de Abogados, exponiendo los lineamientos principales del proyecto de reforma que va a ser presentado el día 21 de agosto. Ya está publicado el anteproyecto en algunos sitios así que actualmente se puede conocer el articulado.

¿Qué cosas de la legislación presente cree que se mejoran con este anteproyecto?

Ha habido varios anteproyectos previo a este y que no pudieron tener tratamiento legislativo ni aprobación. A mi criterio, el de 2012, que presidía el Dr. Zaffaroni, era mejor que este en varios aspectos. Una cosa que mejora este proyecto está vinculada con que el Código Penal Argentino data de hace más de 100 años. Durante todo ese tiempo existieron una infinidad de reformas y una inflación legislativa y punitiva que hace que no sea orgánico. Si uno quiere saber cuáles son todos los delitos que están penados o todas las acciones que están penadas no le alcanza con ir al articulado del Código Penal, sino que hay cientos de leyes dispersas que sancionan penalmente distintos tipos de conductas que no están contempladas en éste y si en leyes especiales. Por ende, cualquier anteproyecto ganaría en términos de organicidad y en establecer en un solo cuerpo legislativo todo lo que son las infracciones penales. De esta manera, uno recurriendo solamente al código ya podría saber que es todo lo que está penado. Hoy por hoy hay muchas leyes penales que los que nos dedicamos a la cuestión sabemos donde están, pero si cualquier persona agarra el Código penal para saber cuáles son los delitos dejaría de lado muchas acciones penadas. Este anteproyecto mete en un mismo cuerpo toda la cantidad de leyes que andan dando vueltas y que contienen delitos penales. Tanto es así que de un articulado del código actual que tiene alrededor de 316 artículos, pasamos a un articulado de 538 artículos.

¿Eso no quita que exista una nueva legislación en términos de nuevos delitos?

Eso es dinámico, la realidad de la vida va imponiendo la necesidad de contemplar nuevos ilícitos. Imagínense que hace poco tiempo los delitos vinculados con lo informático o delitos de pornografía infantil en redes sociales, entre otras, eran impensables. El avance de la tecnología va imponiendo que se sancionen nuevos delitos y sobre todo los delitos por vías informáticas implican ir aggiornandose permanentemente. En el anteproyecto todo eso se contempla, esto de tener una unificación es un logro importante.

Lo que no comparto es que es un código que en varios aspectos eleva algunos montos de penas que no lo hacía el anteproyecto anterior. Después veremos si este sale sancionado porque ya ha habido miles de intentos de reforma y nunca vieron la luz. El anteproyecto anterior, creo yo, no salió a la luz porque no se quiso pagar el costo político de un código menos punitivo. El Código Penal sanciona acciones como delito e impone penas, el tema de incrementar las penas es una falacia y se vende como una cuestión de demagogia política con respecto a los permanentes aires de políticas de mano dura. Se venden como si fuera una solución pero lo cierto es que el Código Penal llega después que el ilícito ocurrió. No soluciona nada, y la cárcel no es respuesta para nada y mucho menos en las condiciones en las que se cumple la pena de prisión en Argentina y Latinoamérica.

¿Qué reflexión tiene sobre la extensión de las penas? ¿Significaba un retroceso?

La cuestión es que uno de los temas que está en la agenda política y en las encuestas que se hacen acerca de las cuestiones sociales permanentemente es la inseguridad. Este tema tiene una falacia en nuestro país y en los países que tienen grandes ciudades siendo que una de las preocupaciones permanentes es la inseguridad y eso ocurre en las capitales y en el interior es mucho menor. Siempre teniendo en cuenta que en todos lados hay problemas de inseguridad, pero el grado que se vende en los medios masivos de comunicación según convenga o no convenga es absolutamente relativo. Pareciera ser que en Argentina la inseguridad de quien vive en Capital Federal, Rosario o Córdoba por ejemplo, es la misma de alguien que vive en un pueblito en la Quiaca… Y no es así. El índice de inseguridad que se suele establecer como un parámetro para endurecer las leyes penales siempre se toma en cuenta en las grandes ciudades.

Es una falacia presentar que el incremento de las sanciones penales soluciona la inseguridad. Es pura demagogia política y se vende así porque son votos. Lamentablemente lo que hay que entender es que la legislación penal no debe tener un sesgo político sino de política criminal. La criminología, que estudia seriamente estas cuestiones, claramente señala que el aumento de las penas no es una solución para el problema de inseguridad ni mucho menos. Meter más gente en la cárcel implica que va a haber más gente marginada, y cuando regresen a la sociedad va a haber menos chance para que se reinserte. Hoy es difícil para alguien que no tiene trabajo estar insertado, imagínense para alguien que sale de la prisión. Darle un año o dos más a alguien en prisión no cambia nada en términos de seguridad. No digo que no se deban sancionar los delitos, sino que el aumento de las penas no es la solución. La solución es la prevención social, la inclusión, el estado de bienestar, evitar que haya cada vez más gente fuera del sistema, eso es tratar de solucionar el problema de inseguridad. El derecho penal es la última instancia, llega después que el delito se cometió, con lo cual no soluciona nada. Permanentemente es una moneda de cambio y un eslogan la mano dura y como eso vende lamentablemente termina legislándose en sentido contrario. Tenemos un ejemplo clarísimo en Argentina: cuando ocurrió el caso de Blumberg, que fue un hecho terrible del secuestro y asesinato de esta persona. El padre de este chico, que tenía acceso a los medios de comunicación, hizo una movida y logró que se incrementaran las penas para ese tipo de delito. Lamentablemente eso no le devolvió la vida a ese chico que falleció en condiciones horrendas pero sobre todo implicó un aumento de penas en el Código Penal que trajo más problemas que soluciones.

Por otro lado, tenemos infinidad de delitos conocidos como "delitos de cuello blanco", que permanentemente se cometen sin que sean sancionados. Los que tienen acceso al lobby político son aquellos poderosos que participan de las corporaciones y donde pasa el poder del mundo. El tema de que la cárcel está llena de personas vulnerables y jóvenes no es un invento, es una realidad. A la par de esto, permanentemente las corporaciones como Bancos, empresas, etc. Todos los días cometen delitos casi imperceptibles. Cualquier empresa de telecomunicaciones, por ejemplo, puede tranquilamente poner $2 de más en una tarifa sin que nadie se dé cuenta y están cometiendo un delito que no es sancionado. Estos delitos cometen mucho más daño social que el hurto de una bicicleta que se comete en la esquina de una casa. No digo que no deba ser sancionado ni que no esté mal, sino que el incremento de las penas no es la solución.

En el anteproyecto del Código Penal actual tampoco se incorporan, como se incorporaban en el proyecto de Zaffaroni, una serie de delitos dependiente a instancia privada que permitía salir del sistema penal por vías alternativas. Tampoco el código avanza sobre el tema del aborto no punible porque claramente, o al menos a mi entender, la espera estaba vinculada con lo que es el artículo Nº 88 y los previos que están contemplados en el Código Penal. Ya que si salía la ley del aborto no punible tenían que modificar el código y el proyecto. Dicho por el propio Presidente de la Comisión Legislativa: había tres ideas y terminó primando la que sigue sancionando al médico, a la partera y a la mujer que se hace un aborto. Yo creo que esto más temprano que tarde va a ser modificado si es que este Código Penal se legisla.

Este código tiene muchas cosas positivas aunque no estoy de acuerdo con el aumento de penas. Si a los jueces se les da una amplitud de años para evaluar según su criterio no es necesario incrementar la pena. De esta manera los jueces, a veces quedan atados a sanciones que establecen las leyes penales y no le permiten un margen de discrecionalidad y que en muchos casos hasta para la víctima misma implica una nueva victimización.

Otra cosa rescatable, que se incorporan como un último libro, son los delitos de genocidio y lesa humanidad y están específicamente contemplados. Una cuestión que también estaba pendiente era la de la responsabilidad penal de las personas jurídicas, estuvo en tratamiento durante años y ahora se incorpora definitivamente en el Código Penal. Con respecto al tema del aborto, se sigue sancionando de 1 a 3 años a la mujer y también tiene sanciones mayores para el médico y la partera. Espero que más temprano que tarde se reforme. Esto cambiará cuando haya un cambio en el congreso, en la parte de Senadores… Ya que hay varios dinosaurios que todavía no entienden que es un problema de salud pública./ AC-FACSO

Entrevista realizada en el programa "No todo está perdido" de Radio Universidad FM 90.1