Entrevistas

 

Ricardo Moreno, Veterano de Guerra

“Pude volver a la vida aunque una parte de mi quedó en Malvinas” 

“Hay que contar Malvinas con Honor, para que no nos vuelva a pasar”. La frase es de Ricardo Moreno. El sentir, de miles de ex combatientes que -como él- dejaron todo lo que pudieron en aquel suelo lejano y frío.

MALVINAS

Rodrigo Junger - Agencia Comunica

02/04/2022

“Más que héroe quiero ser una buena persona”, resume, con la simpleza que lo caracteriza, Ricardo Moreno, uno de los ex veteranos de Malvinas que en este día especial recuerda y se suma a narrar los dolores de un conflicto bélico. Es un convencido de que “Hay que contar Malvinas con honor, para que no nos vuelva a pasar”.

A cuarenta años de la guerra más absurda y en el Día del Veterano y de los Caídos en la guerra de Malvinas, el hombre que tenía 18 cuando cargó un fusil en sus manos recuerda que el conflicto bélico arrojó un saldo de 649 muertes de soldados argentinos. Hoy narra su historia: injusticias, orgullo y el buen trato de los ingleses en su experiencia como prisionero.


La historia de Ricardo comienza cuando a sus 18 años un grupo de hombres con poder lo manda a la guerra sin ningún tipo de conocimiento armamentístico. Él era un pibe de barrio, humilde, que le gustaba escuchar música nacional y jugar al fútbol en el club de sus amores, El Fortín. El sentimiento patriótico de Ricardo es admirable, a pesar de las injusticias y de las cosas horrorosas que le tocó ver, él destaca que su amor por Argentina es permanente: “yo recalco que a mi país lo sigo amando, lo amo con toda mi alma”.


La dictadura cívico-militar comandada por Leopoldo Fortunato Galtieri se encontraba gobernando la República Argentina en ese entonces, cuando un 2 de abril luego de romper las relaciones diplomáticas con los británicos se desató el conflicto. Ricardo Moreno contó que ni él ni sus compañeros sabían adonde estaban yendo cuando luego de 5 días de viaje llegaron a las islas Malvinas engañados.

ricardo en el medio

Ricardo Moreno -el del medio- con arma en mano


¿Cómo fueron los primeros momentos en el que te enteraste que tenías que ir a la guerra?


Yo era un chico común y corriente que le gustaba mucho la música más que nada nacional y algo de internacional, y me gustaba mucho el fútbol, jugaba mucho. Desde muy chiquito jugué en El Fortín, después Loma Negra y terminé en caleras, hasta que me rompí la rodilla y dejé el fútbol. En ese momento estaba el servicio militar obligatorio, fui sorteado y me tocó tierra con destino a Bahía Blanca y todo transcurría normal. Cuando se desata el conflicto con Inglaterra íbamos a ir 8 soldados a hacer un ejercicio y terminamos yendo 2. Nos hicieron ir de Pigüé a Esquel, nadie nos daba precisión de nuestro destino, nos llevaron una mañana temprano para Punta Alta y tardamos 4 días, casi 5. El destino terminó en Malvinas. El primer día que salimos del batallón de comunicaciones y comandos nos habían dicho que íbamos a un ejercicio pero algo me decía interiormente que íbamos a otra cosa. Siempre pensé que íbamos al canal de Beagle y el 2 de abril nos avisan que estábamos en Malvinas, que estábamos combatiendo y que no nos iban a estar esperando con flores. A mí no me dijeron la verdad. Nadie sabía.

¿Cómo fue la reacción de tu entorno?


En ese momento no es como ahora y da la casualidad por una revista que sale mi foto y mi madre se entera por eso que yo estaba en Malvinas. Se la llevo la vecina a la revista y ya hacía 45 días que yo no estaba en mi casa. Para ella fue una sorpresa, y como yo estaba en el comando de comunicaciones teníamos la posibilidad de cada tanto poder hablar con mi gente, con mi madre. Nosotros venimos de una familia trabajadora, una familia humilde y en ese momento no había posibilidad de tener teléfono fijo, tenía una tía mía en Sierras bayas y la llamaba a ella yo y ella llamaba a radio Olavarría, llamaba a mi madre que estaba bien y pasaba toda la data que yo le podía dar en ese momento. Lo poco que le podía dar, le decía que se quedaran tranquilos que estaba bien.

¿Cuáles fueron tus mayores miedos y que te tocó ver?


En una guerra se ve de todo. El primer mes era todo color de rosa y después del primero de mayo cuando se rompen las negociaciones con los ingleses se desata la guerra. Era una madrugada ya entrando a la mañana, tipo 4-5 de la mañana, pasan con aviones “Harrier” y nos bombardean ellos y ahí es donde se rompe la negociación y no hubo forma de retroceder. aunque sabíamos que podía pasar, fue sorpresivo. Fue un momento difícil, yo tenía 18 años y no contaba con absolutamente nada de conocimientos bélicos, ya te dije era un pibe de barrio que no le gustaba el quilombo ni armas ni nada, estaba en otro mundo. Nos dieron un fusil automático pesado con municiones, el casco, el equipo, poncho y todo lo que se lleva a una guerra.

¿Cómo era la relación con tus jefes y compañeros?


Con mis compañeros y algunos suboficiales la relación era muy buena, con los oficiales no tuve relación nunca en Malvinas y a esta altura tampoco voy a tener relación. Lo que me tocó a mí fue pasar hambre en un momento, no poder bañarme y demás situaciones pero ha habido compañeros estoy seguro que la han pasado muchísimo peor que yo.

foto soldados

Ricardo Moreno escuchando atentamente con su casco puesto



¿Cómo fueron los momentos previos a la rendición definitiva y antes de ser capturado por los ingleses?


Nosotros en un momento con el grupo nos retiramos al Puerto Argentino que está a unos 5 km del pueblo. En ese momento un comando inglés tira una bomba y mueren dos soldados, y un mayor que estaba con nosotros resultó herido. Nosotros nos empezamos a replegar, y ese momento pasa el avión “Harrier” por nuestras cabezas y tira una bomba, yo estaba viendo todo en primera persona ahí nomás y fue una locura. Al principio no sabíamos nada hasta la noche que nos encontramos con algunos compañeros y nos enteramos que habían fallecido. Fue una noche durísima, esa noche lloramos todos te voy a ser sincero, ahí todavía no me habían capturado, se seguía desarrollando el combate y todavía no habían llegado los ingleses hasta nuestro punto (Puerto Argentino). Ellos ya estaban bombardeando donde estábamos nosotros hasta que en algún momento bombardearon civiles ellos mismos, esa parte no se cuenta nunca. Ellos tiraron para el lado de la población y creo que hubo un par de ciudadanos fallecidos por su propio fuego. En el momento de la rendición pasaron mil cosas, sufrimiento, angustia y todo lo que te puedas imaginar. Nos retiramos cuando ellos toman ya casi todo, un 11 o 12 de junio llega el Papa (Juan Pablo II) a la Argentina y creo que fue el mediador para parar la guerra. Se firmó el artículo 505. Nosotros en Malvinas teníamos la información que los ingleses querían tomar todo el pueblo cuerpo a cuerpo y bueno te imaginas la adrenalina estaba en el aire, fueron momentos muy críticos, habíamos armado fortaleza al lado de la casa del gobernador. Yo estaba ahí a unas 3 cuadras para esperar el combate cuerpo a cuerpo. Cuando vino el Papa a Argentina, habló en ese momento con el presidente Galtieri y se resuelve el 14 de junio de firmar el cese de autoridades y ahí se paró la guerra.

¿Cómo fue el momento donde te capturan los ingleses? ¿Cómo viviste el suceso?


Entraron los ingleses a la ciudad y nos encontramos con ellos. En mi caso creo que respetaron pie a pie, letra a letra la “Convención de Ginebra”, que es tratar bien a un prisionero, hacerlo bañar y darle comida. Conmigo sucedió eso. Tomaron la ciudad y quedamos todos prisioneros de ellos, nos llevaron caminando a unos 10km de la ciudad, estuvimos en un campo a la intemperie. Después nos regresan nuevamente a Puerto Argentino donde ya estaban los buques ingleses esperándonos para trasladarnos. Hubo un montón de conjeturas en el medio, que nos iban a llevar a Montevideo, a Inglaterra, otro que nos traían para el país, nadie sabía nada, era una confusión. Ellos también tenían soldados muy jóvenes pero por lo que pudimos ver estaban muy bien alimentados, con otra ropa, manejaban otro nivel bélico. Ellos son así vinieron a tomar las Malvinas. Fueron con 28mil soldados y nosotros éramos 12mil, Pero bueno el orgullo de decir que uno estuvo ahí es algo lindo. No sabía qué nos iba a pasar. Cuando cae Puerto Argentino ya estaba todos los ingleses delante de nosotros, nos sacaron las armas, nos sacaron los cordones de los borceguíes y los cinturones porque tenían miedo de que los quisiéramos ahorcar. Fueron momentos difíciles, se me caían las lágrimas en el momento que ellos izaron su bandera británica y bajaban la Argentina, fue un garrón. Son situaciones que me tocó vivir y me la tengo que aguantar.

ingleses ricardo prisionero

Soldados argentinos prisioneros de los britanicos en Malvinas

 

¿Cuáles fueron las sensaciones de la vuelta de la guerra al país? ¿Cómo resurgiste?

Esa fue la peor puñalada de todas. Volvimos como verdaderos delincuentes, como el tipo que se robó un televisor y cae preso, que lo meten con los brazos atrás, así volvimos nosotros para el gobierno de turno. Cuando volvimos a Puerto Madryn mucha gente en la calle nos cobijó. Del pueblo no puedo hablar mucho en ese momento, nos dieron comida, nos dieron mate cocido, volvimos con un hambre, no paraba de comer me acuerdo siempre, un gran respeto hacia ellos y a la ciudadanía que nos querían cuidar, nos querían abrazar, fue muy emocionante. Después el regreso a casa yo volví con trabajo pero muchísimos compañeros fueron discriminados, sin trabajo, con problemas psicológicos, psiquiátricos, muchos se suicidaron. Fuimos defensores de Malvinas, yo amo a mi país y lo recalco siempre, amo mi país. 

¿Cómo fue el momento donde se los reconoce como verdaderos veteranos de la guerra de Malvinas?

Octubre de 2004 fue, hicimos un acampe en Plaza de Mayo, estaba de presidente Néstor Kirchner. En ese momento él como presidente firmó una pensión honorífica para todos los veteranos, había un montón de gente y yo tuve la suerte de entrar a Casa Rosada ese día. Estaba él de presidente y pude charlar un rato. También estaban Aníbal Fernández, todos los ministros, estaba Alicia Kirchner. Nos cambió la vida la obtención de la pensión honorífica. También nos permitieron empezar a conseguir trabajos en las escuelas como auxiliares, se fue abriendo un poco el abanico y se podría decir que faltan cosas, faltan cuestiones pero nos mejoró bastante la vida Néstor, esa resolución de la pensión honorífica en el 2004 significó una alegría impresionante. Se me cayeron las lágrimas, tanta lucha, tanta desidia y que venga un presidente y nos firme el decreto de la pensión fue un orgullo. No tengo palabras para agradecer. El tipo nos hizo pasar al salón blanco, yo entré, él firmó e hizo un discurso y no sé si fue la emoción mía o qué pero cuando él hablaba como que temblaban las paredes no sabes, son cosas que te quedan grabadas, yo no me puedo olvidar de esa acción.

¿Tuviste la posibilidad de volver a las islas Malvinas?

Estuve hace 10 años más o menos, fui con tres compañeros. Se me vinieron a la cabeza un montón de cosas, no podía dormir, no podía comer, mucha gente me aconsejaba que no tenía que volver. Yo fui porque tenía compañeros que habían fallecido ahí y quería volver aunque sea estar 10 minutos en el cementerio que está en el medio de la nada en Darwin. Fue pesado pero fui con todo el corazón, quería estar ahí un rato, homenajearlos PORQUE ELLOS SON LOS VERDADEROS HÉROES, yo fui a Malvinas estuve toda la guerra, fui tomado prisionero por los ingleses y todo pero de igual manera yo fui un soldado más, o al menos yo lo considero así, me dicen mucho que soy un héroe pero yo no lo veo así, me queda grande ese título. Más que héroe quiero ser buena persona, quiero ser buen ciudadano, me cuesta porque estamos viviendo una situación económica compleja, soy un enredado por las cosas que vivimos. No puede ser que en la Argentina haya chicos con hambre, abuelitos con la mínima como mi madre que laburo toda la vida, te agarra bronca como a cualquiera.

cementerio ricardo

Ricardo Moreno en su visita a las Islas Malvinas

¿Qué sensaciones te genera que se vuelva a hablar de guerras como el caso de Ucrania-Rusia?

Me parece una locura, trato de mirar pero acumulo mucha bronca. El otro día vi imágenes en la CNN que salía una mujer ensangrentada embarazada de un hospital después de un bombardeo, y dije no, esto no nos puede estar pasando nunca como sociedad. Lo que pasa es que el que genera las guerra no va al frente, ese es el gran problema, no la viven. Uno que la vive la ve totalmente de otra manera, que pasen hambre, que pasen frío como pase yo, el que llora porque yo llore mucho en Malvinas y sigo llorando, a mí no se me cae nada por decir la verdad, se me caen las lágrimas cada vez que hablo de Malvinas porque es un sentimiento muy grande y yo estoy cruzado por la guerra. Yo soy padre de familia, abuelo todo lo que vos quieras, tengo cosas materiales pero sigo cruzado por la guerra, Malvinas todos los días está presente, es bueno y es malo también porque a veces trato de salir del tema ya que no sé a qué lado me lleva. De igual manera creo que hay que contarlo, soy un convencido de que tengo que contar lo que pasó en Malvinas, con honor, con lágrimas con lo que sea para que no nos vuelva a pasar.

¿Cómo vivís vos cada 2 de abril? ¿Qué representa para vos este día tan particular?

Representa adrenalina, como si estuviera allá, adrenalina en mi cuerpo, me cuesta dormirme, me cuesta sentarme a comer, vuelve de lleno Malvinas. Estoy allá todavía pero bueno también estoy acá tengo una familia, tengo hijos, tengo nietos y trato de sobrevivir como quien dice, gracias a Dios tengo una gran familia, estoy bien contenido, nunca se me dio por tomar drogas. En su momento tomaba mucho alcohol para poder salir de este infierno pero gracias a Dios he logrado avanzar, pude volver a la vida aunque parte de mi quedó allá. También tengo que asumir que era chico y me tocó, no me escondí, no salí corriendo sino que fui, me hice cargo de lo que me tocaba y volví con la frente bien alta, los ingleses a esos lo reconocen.