Entrevistas

CULTURA| El arte como forma de vida

“Soy una promotora de la lectura”

Su vocación es la literatura. Con sus reseñas, su trabajo como docente y editora de la revista cultural Ulrica, acerca clásicos y promueve el interés por la lectura. Gisella Paggi muestra su experiencia en el arte y expresa su opinión sobre la cultura de la cancelación.

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Magdalena Bisogno- Agencia Comunica

21/04/2021

Gisela Paggi tiene varias facetas artísticas pero todo gira en torno a la literatura. Sin embargo, la santafesina que eligió Sierras Bayas para vivir, en el último tiempo adoptó un rol más activo como bookstagramer: a partir de reseñas en Instagram acerca libros que no son tan conocidos y promueve el interés por la lectura. “Reseño libros para aquellos que no son lectores ni estudiaron lengua y literatura, y les cuesta acceder a los clásicos. Busco recomendar buena literatura” Con sus publicaciones llega a seguidores de todas partes del país y de otros inclusive.

@bibliogigix cuenta su historia vinculada al mundo de las letras y del arte, que le permitió dialogar con referentes como Agustina Bazterrica, Luisa Valenzuela y Ariana Harwicz.

-¿Cómo nació ese interés por la literatura y por el periodismo? ¿Tu familia era lectora?

-Nací con eso. Desde chica me interesó muchísimo. Mi mamá me sentaba frente a la tele y así aprendí a leer sola a los cuatro años. Vengo de una familia de clase media de los 90. Mi papá era docente así que plata para libros no había, sí había enciclopedias, entonces leía eso. Después aprendí a ir sola a la biblioteca y ahí la bibliotecaria me empezó a hacer leer algunas cositas. Cuando terminé el secundario tenía la idea de estudiar letras pero no pensaba ser docente. Había visto cómo era la casa de uno y dije “ni loca voy a ser docente”.

-Mirá dónde estás…

- Entonces me fui a estudiar Periodismo, y si bien me gustaba seguía sin ser lo mío. Me animé a estudiar Letras y la verdad que la docencia fue un descubrimiento maravilloso. Siempre pensé que no, que a los chicos les iba a tener miedo y la verdad me encanta, me llevo muy bien. y me gusta mucho ese proceso de llevarles una lectura y tratar de que les guste. Los chicos retribuyen mucho. Soy muy feliz en el aula. Voy a trabajar todos los días con una sonrisa, me gusta.

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Gisela Paggi con su acompañante Napoleón. Gentileza: Gisela Paggi

-¿Qué pensás de “Los chicos no leen”?

-Y los chicos no leen...leen en la escuela. Después sí, yo he logrado que muchos ex- alumnos ahora me los cruzo en la biblioteca, vienen a buscar libros y se llevan Stephen King, me encanta. Pero la realidad es que son los menos. Yo creo que en realidad ellos leen otras cosas. Son otra generación más visual. Por ahí en vez de leer te van a ver un video. Eso no quiere decir que ellos no aprendan, lo hacen de otra manera. Hay que escucharlos e ir aggiornando las lecturas, para que les guste.

-¿Seguís escribiendo poesía?

-Sí, sí. Hice dos libros de artista y de autor, los hice mezclados con xilografía. Y ahora sigo escribiendo algo, no como antes. Armé un libro que lo tengo ahí en stand by, ya veremos qué pasa con eso. Soy una escritora muy esporádica. Pasé años sin escribir, armé los dos libros y después pasé un tiempo más sin escribir.

-¿Hay algo que te inspire?

-No… Yo me inspiro en la literatura en sí. Por ejemplo con mi primer libro trabajé con un mito, me gusta eso. Por ahí encuentro un texto que me llama la atención y digo, bueno, de acá puedo sacar algo y me gusta trabajar de esa manera. Pero todavía no encontré algo que me haga bajar como una luz o algo de eso de inspiración, no.

-¿Y cómo te inclinaste hacia la poesía? En vez de cuentos…

-La gente que ha leído mis cuentos me ha dicho que les han gustado, pero yo no me siento cómoda escribiendo narrativa. Con la poesía sí, desde muy chica escribía poesía. Y cuando empecé a estudiar Letras pasé muchísimos años sin escribir.
Después cuando empecé Arte ahí sí, siempre había pensado en hacer algo con la poesía y el arte, y surgieron estos dos libros. Pero el tema de haber cursado Letras me ha hecho interrumpir la escritura.

-Dentro de tus aspiraciones no está ser escritora...

-No, no me imagino siendo la nueva Mariana Enriquez. Ya está ella, para qué voy a estar yo. Hay gente que lo tiene como una aspiración ser escritor, está buenísimo, yo no siento eso, no lo siento como mi verdadera vocación. Mi vocación es la literatura. La escritura es algo que viene ahí por colectora y está buenísimo pero no es la principal.

-¿Quiénes son tus referentes o tus escritores clave?

-Mi relación más personal es con Federico García Lorca. Tengo cierta fascinación por él. Me conmueve muchísimo su historia, su literatura, sus obras. Y después mi ideal es Sor Juana. La tengo tatuada. Es un modelo a seguir, mi ideal de mujer, esa cuestión tan intelectual, tan guerrera, tan empoderada en una época tan difícil. Se metió a monja para poder seguir estudiando, ¡un sacrificio enorme! Era una mente superior, probablemente haya sido una niña prodigio.

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En su red social @bibliogigix en Instagram. Gentileza: Gisela Paggi

-¿Cómo te organizás el día a día con la escuela, la biblioteca, la revista y la red social?

-Bueno, yo vivo sola entonces tengo cierta libertad, si quiero quedarme hasta tarde leyendo. Me llevan tiempo de trabajo extra la escuela y la revista. Las horas que trabajo en la biblioteca son ahí. En la escuela tengo poquitas horas divididas y la revista la tenemos re aceitada. No me cuesta sentarme a escribir, o armar la página web, porque lo disfruto. Entonces si tengo que pasar el sábado entero dedicándole a Ulrica no pasa nada, la paso bien. Francisco (director y pareja) hace la parte del diseño de la revista y yo el de la página web. Si él hace la nota de tapa, yo hago el clásico, y viceversa. A la red social sí le dedico todos los días un poquito porque me gusta mantenerme activa.

-¿Y cómo surgió la idea de la revista?

-Hace un año aproximadamente, conocí a Francisco y unos meses después empezamos a hablar de hacer una revista literaria, pero buena. Él tenía muchos contactos porque había trabajado en un Instituto de Cultura de Buenos Aires, entonces podíamos contar con algunos. Al principio era como “Vemos qué sale”. Le mandamos a Ariana Harwicz, por Instagram, si quería hacer una entrevista y dijo que sí. Después Francisco le escribió a Agustina Bazterrica, “¿Mirá, no te gustaría publicar algo? y nos dijo si no queríamos que nos mandara un cuento. Ahora este mes tenemos una entrevista con Luisa Valenzuela, yo pude entrevistar a Edwidge Danticat, una escritora haitiana que vive en Estados Unidos. Contamos con la generosidad de grandes escritores.

- ¿La piensan hacer siempre digital?

- La idea es seguir haciéndola así, porque tiene una llegada más amplia. Con la publicidad no vamos manejando así podemos mantener la distribución gratuita de esta forma. Además nosotros tenemos colaboradores de España, de Colombia; y le damos mucha importancia al Arte, todos los meses un artista ilustra la tapa y otros el interior. Sí tenemos idea de hacer alguna edición especial, a lo mejor.

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Con su compañero y co-fundador de la Revista Ulrica, Francisco alias @queremoslibros

- ¿Qué pensás de la cultura de la cancelación? ¿Se puede separar la obra del artista?

- Yo creo que estamos transitando un tiempo de mucha susceptibilidad. Hay gente mucho más reaccionaria que otra. Ante todo, soy defensora de la libertad de expresión, eso desde el vamos. No estoy de acuerdo en cancelar una persona por a lo mejor un dicho. Sí, en caso de gente nefasta, sí hay que hacerlo. Pero después es como un arma de doble filo. Por un lado, históricamente se ha determinado la cultura de la cancelación, en casos que lo requerían. Hoy en día no encontrás una edición de la obra de Hitler y está perfecto.
Ahora, cancelar a la autora de Harry Potter, me parece un poco extremo. La cancelación hoy en día fluye como un río y se lleva al que se lleva puesto. El concepto de la generación de cristal es cierto, uno se tiene que andar cuidando muchísimo. Todo el mundo cree en el derecho de opinar, pero no le gusta cuando el otro opina distinto. Me parece que hay una idea de que lo ideal es uniformar. Creo que vamos a una sociedad más fragmentada, lamentablemente.