Monte Pelloni II
Lesa humanidad

“Mi hijo no se va a poder presentar: no por desertor sino porque se lo llevaron”

Tras la feria judicial, se retomaron las audiencias por el segundo tramo del juicio Monte Pelloni en Mar del Plata. Durante la jornada se reprodujeron diversos testimonios, entre los que se destacaron las palabras de familiares de Rubén Sampini.

 

Por Leandro Lora

El jueves 9 de agosto se reanudaron las audiencias del juicio Monte Pelloni II luego de la feria judicial. El caso que se abordó fue el de Rubén Francisco Sampini, secuestrado de su casa en Olavarría durante la madrugada del 22 de septiembre de 1977. El testimonio de Sampini ya había sido reproducido en la audiencia del 29 de junio pero el Dr. Juan Manuel Portela, representante del Ministerio Público Fiscal, había solicitado su ampliación testimonial dado que consideró pertinente indagar en algunas responsabilidades que se desprendían de su secuestro en el Centro Clandestino de Detención “La Huerta” de Tandil. De esta manera, Rubén Sampini brindó su ampliación testimonial a través de una video-conferencia desde Rawson. Posteriormente se reprodujeron los testimonios brindados por su madre Elsa Amanda Ocaña de Sampini y los de su hermana Elsa y el de su hermano Gustavo. Estos últimos tres fueron los testimonios brindados en la primera parte del juicio realizada en Olavarría durante 2014. La audiencia, prevista para las 10 hs, comenzó cerca de las 12.30 producto de un retraso en el vuelo que trasladaba a los jueces. Esto provocó que se dejara pendiente la reproducción de otros testimonios previstos para la jornada. Estuvieron presentes el Dr. Juan Manuel Portela en representación del Ministerio Público Fiscal, la Dra. Mariana Catanzaro en representación de la APDH, y tres abogados defensores (dos oficiales y uno particular que representó al resto de los abogados ausentes). El tribunal estuvo presidido por el Juez Luis Imas.

La audiencia comenzó con la ampliación testimonial que brindó Rubén Francisco Sampini a través de video-conferencia desde Rawson. Allí se refirió a los hechos de su traslado a la “La Huerta” en Tandil. Describió que viajó con Mario Méndez, Roberto Pasucci y Oscar Fernández en la caja de un unimog, completamente tapados, atados de pies y manos y que la chapa de la base quemaba, por lo que intentaban subirse a una rueda de auxilio. Sampini describió a “La Huerta” como un lugar que estaba en mejores condiciones que Monte Pelloni en cuanto a infraestructura pero donde sufrieron sesiones de tortura de todo tipo, como la picana eléctrica o el submarino. Durante su ampliación testimonial, mencionó que el 4 de noviembre de 1977 se publicó en los medios de comunicación que en un enfrentamiento se habían abatido a un grupo de personas entre los que se encontraban Oscar Fernández. Sampini dijo que eso era mentira porque él había estado secuestrado con Fernández y que en una oportunidad éste, descrito como un acto de rebelión, se había quitado la capucha y como consecuencia de eso se lo llevaron y de allí no lo vio nunca más.

Entre las preguntas que le realizaron se intentó que pueda identificar qué fuerza lo había secuestrado. Sampini se encontraba realizando la colimba en ese momento y, además de reconocer las botas de quienes fueron sus captores, también pudo identificar el trato con el que se relacionaban y que se asociaba a la “dialéctica” de los sub oficiales del ejército. Entre los jueces, el Dr. Ruíz Paz indagó sobre el Consejo de Guerra que le realizaron y allí Sampini pudo identificar a un hombre de apellido Serrano, al cual no conocía. También respondió que a “La Huerta” volvió en 1984 en el marco de los trabajos de la CONADEP y que reconoció en el suelo restos de piedras que le habían pinchado los pies cuando ingresó al momento de su secuestro en el 77.

El rol de los familiares

El segundo testimonio fue el de Elsa Amanda Ocaña de Sampini, madre de Rubén. Se reprodujo su intervención brindada durante la primera parte del juicio Monte Pelloni. Su testimonio ratificó lo mencionado por Sampini y contó las peripecias que sufrió intentando saber algo de su hijo. Tuvo un encuentro con el por entonces jefe del ejército Ignacio Aníbal Verdura, quien la recibió con un arma en la mano y no le dio información. Lo mismo ocurrió al realizar la denuncia en la comisaria donde fue recibida por el ex comisario Alberto Balquinta. Elsa tramitó un hábeas corpus en Buenos Aires y a través de contactos cercanos a los militares intentaba saber cómo y dónde estaba su hijo. Finalmente en febrero de 1978 pudo saber que estaba en la unidad 9 de La Plata.

Elsa contó que había mucha solidaridad entre los familiares de quienes estaban secuestrados, mencionó especialmente a las familias Pareja y Fernández. También contó que a Rubén nunca se lo tomó como desertor del ejército porque el mismo día de su secuestro su marido se dirigió hasta el cuartel y dijo “mi hijo no se va a poder presentar, pero no por desertor, sino porque se lo llevaron”.

Los testimonios de la hermana y el hermano

Elsa Sampini, hermana de Rubén, contó cómo se vivieron esos años en su familia. Ella era maestra rural no los veía seguido pero las veces que se encontraba con su familia el único tema de conversación tenía que ver con Rubén. Del mismo modo, contó que cuando supieron dónde estaba detenido no hubo un solo fin de semana en el que no fueron a visitarlo. Contó el rol que tuvo Gustavo, su otro hermano, el mismo día de la detención de Rubén y que acompañó a su padre hasta el ejército el 22 de septiembre de 1977 para avisar que su hijo había sido secuestrado.

El último testimonio que se reprodujo, también obtenido en Olavarría en 2014, fue el de Gustavo Sampini, hermano de Rubén. Describió cómo fue el ingreso de los captores a la vivienda en la que ellos estaban. Hacía poco había llegado de la fiesta de la primavera (era la madrugada del 22 de septiembre) cuando se produjo el secuestro y dijo que al retirarse los dejaron encerrados en su propia casa. Gustavo contó que se escapó y fue a avisarle a su padre que se encontraba en la casa de sus abuelos. El testimonio de Gustavo lo mostró visiblemente emocionado, sobre todo porque recordaba el destrato que los medios de comunicación tenían con las familias de quienes estaban desaparecidos. Gustavo recuerda que se intentaba culpar a los padres públicamente y que las familias habían armado una red de información con las familias de Castelucci, Tisera y Vinci. “Esos padres nos dieron estudios, solidaridad, respeto a dios aunque no se practicara ninguna religión, esos son los valores que nos dieron a nosotros”, remarcó.

Nueva elevación a juicio para Enrique Vázquez

Sobre el final se anticipó que se eleva a juicio a Enrique Vázquez quien ya está imputado en este juicio pero se eleva un tramo vinculado a la causa LOSA y FABI. Vázquez estuvo al frente de la Jefatura de la unidad Nº 7 de Azul hasta el 4 de octubre de 1977 y luego pasó a ser el Jefe de la Unidad 2 de Sierra Chica. Quedaron a la espera de la confirmación oficial pero se incorporará dicha causa al Juicio Monte Pelloni II.

Cerca de las 15 hs terminó la audiencia y dado el retraso en el comienzo de la misma se resolvió que para la próxima jornada se dé por visto el testimonio de Carmelo Vinci. Este testimonio se iba a reproducir en la audiencia del jueves pero al no contar con el tiempo necesario, las partes cuentan con el registro escrito, de manera tal que se dará por expuesto llegada la próxima audiencia, anunciada para el viernes 24 de agosto a las 10hs./ Agencia Comunica y Radio Universidad (FACSO)