Ciencia

Feria Nacional de Educación, Artes, Ciencias y Tecnología

La preocupación por la diabetes llegó a la Feria


A pesar de los avances científicos para su tratamiento y la enorme producción de conocimiento al respecto, muches argentines sufren esta enfermedad crónica sin saberlo. La situación de estrés y encierro de la pandemia de Covid-19 disparó la aparición de nuevos casos.

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Tefa Schegtel Torres-Agencia Comunica

La última edición de la Feria Nacional de Educación, Artes, Ciencias y Tecnología (que se realizó en Tecnópolis y finalizó este 27 de septiembre) tuvo como denominador común entre varios de sus stands trabajos de investigación sobre problemáticas de la salud en nuestro país: desde la hemofilia, el dengue, la necesidad de promoción de la donación de sangre, la celiaquía, hasta afecciones surgidas por la exposición prolongada a las pantallas, el suicidio adolescente, y la urgencia de una alimentación saludable.

En ese sentido, estudiantes de sexto año de la EPES Nº 6 'Fray Mamerto Esquiu' de Pozo del Tigre (localidad que se encuentra al sudeste de la provincia de Formosa, a 263 km de su capital) desembarcaron en esta edición 2023 de la Feria Nacional de Educación, Artes, Ciencias y Tecnología (que se realizó en Tecnópolis y tuvo su cierre el 27 de septiembre), con una investigación local sobre la diabetes, que bien podría replicarse en todo el país.

Desde la materia de Salud, propusieron a sus estudiantes trabajar sobre afecciones comunes en el pueblo (entre ellas, el dengue, la pulmonía, el colesterol), y la que más atrajo fue la diabetes: alta concentración de glucosa en sangre, debido a un páncreas que no produce insulina, o lo hace de manera insuficiente. Sobre esta enfermedad metabólica crónica y sin cura decidieron investigar, no sólo por el porcentaje que la padece, sino también por el enorme número invisible e incierto: el de quienes son diabétiques y aún no lo saben.

Indagaron en libros y páginas webs, para luego realizar entrevistas a profesionales locales de la salud, como el responsable del centro de atención para personas con diabetes del Hospital, para tener información sobre la cifra oficial de pacientes en Pozo del Tigre y alrededores: en ese nosocomio, hasta ese momento, había sólo 22 personas registradas. "Pensábamos que no había muchos más pacientes diabéticos. Pero al empezar a realizar las encuestas en los barrios, dimos con que había muchísimas personas que no estaban registradas ahí. Van a clínicas y a hospitales de localidades cercanas que cuentan con más complejidad, por el tratamiento y la medicación", manifestaron las dos estudiantes, integrantes del equipo de trabajo. Según los resultados de esas encuestas, en ese pueblo de 4500 habitantes, hay 346 personas con diabetes: 339 con tipo 2 y 7 tipo 1: "Nos llamó mucho la atención que es más común de lo que pensábamos en nuestro pueblo".

Los resultados de esta investigación evidenciaron que en la localidad ha habido un aumento en los casos de diabetes en los últimos años. Encuentran en la pandemia de Covid19 y su consiguiente período de aislamiento social preventivo y obligatorio una de sus causas (la no realización de ejercicio, junto a la situación de incertidumbre y estrés), junto al peso propio que tienen la predisposición genética de la persona y sus condiciones de vida (la mala alimentación, el mal descanso, entre tantos otros factores).

Durante las recorridas y encuestas barriales, repartieron folletos con información básica sobre la enfermedad (qué es, tipos de diabetes, síntomas y consecuencias que puede acarrear su no control y tratamiento). De la experiencia afloró la necesidad de realizar actividades de socialización y sensibilización sobre la enfermedad, desde espacios en programas de radio hasta la realización de talleres, "para que los pozotigrenses accedan a la información sobre esta enfermedad y así mejorar su calidad de vida", señalaron las jóvenes en el stand.

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El círculo azul y una gota de sangre: el pequeño ‘souvenir’ que confeccionaron y repartieron en el stand 80 en esta Feria Nacional de Educación, Artes, Ciencias y Tecnología 2023 en Tecnópolis.

"Deben ser el aire y el trabajo, seguro"

Mientras realizaban esta investigación, a les estudiantes del 'Fray Mamerto Esquiu' les sorprendió que la mayoría de quienes son oficial y conscientemente pacientes con diabetes "no se cuidan y no se quiere cuidar. Viven normalmente su vida y solamente se acuerdan del cuidado cuando ya tienen complicaciones". También subrayaron su principal preocupación: "Todavía hay muchísima gente que no sabe que ya tiene diabetes".

Las chicas comentaron que en estos tres días de feria, mucha gente se acercó al stand para consultar, con curiosidad y también con preocupación: "Un señor nos contó que tenía algunos de los síntomas más básicos, pero pensaba que era cansancio por el mucho trabajar. Otro que tenía mucha sed, que se le secaba la boca, la lengua, y pensaba que era el aire en la calle. Se hicieron análisis y se llevaron la noticia".

La diabetes es una enfermedad que se conoce desde la Antigüedad, y esto no es una mera manera de decir ni una exageración: ya se la observada y estudiaba desde sus síntomas más notorios como la orina excesiva, pegajosa y con olor dulce, junto al adelgazamiento abrupto y el hecho de que afectaba a miembros de una misma familia. Incluso, ya diferenciaban dos diabetes distintas: una en niñes y adolescentes, que conducía a la muerte; y otra en personas de más edad.

Claramente, la diabetes no es ninguna novedad. Lo que sí llama la atención y no deja de alarmar es que, en esta plena era de la información, hay una situación que no ha cambiado desde hace 30 años a la fecha: así como se estima que 1 de cada 10 argentines de más de 18 años tiene diabetes, también se sospecha que 4 de cada 10 personas que la padecen desconocen su condición, por estar actuando sin síntomas visibles durante un tiempo.

Los tiempos cambiaron desde aquel paradigma en que la persona paciente sólo podía basar su dieta en un bifecito, puré y ensalada, hasta este siglo XXI de la 'bomba' de insulina y la enorme diversidad de estas hormonas sintéticas en cuanto a sus tiempos (rápidos) de efecto. Sin embargo, estos tiempos de agotamiento, estrés, sobreexplotación laboral e incertidumbre poco ayudan para distinguir entre el cansancio 'común y silvestre' y los síntomas de una diabetes que, detectada a tiempo y controlada, permite una vida sin sobresaltos y varios abriles por disfrutar.

INFORMACIÓN SOBRE LA DIABETES QUE NUNCA ESTÁ DE MÁS

La diabetes es una enfermedad crónica, definida por niveles altos de azúcar en sangre (glucemia). Que sea una enfermedad crónica significa que acompaña toda la vida a quien la padece; pero con un tratamiento adecuado, se pueden prevenir complicaciones y llevar una vida normal.

Cuando comemos, los alimentos se digieren y la glucosa (azúcar que el organismo utiliza como energía para funcionar) se absorbe y distribuye en el organismo. Pero en el cuerpo de una persona diabética, la insulina (hormona producida por el páncreas, que es la que permite el ingreso de esa glucosa a las células) no es producida o no funciona correctamente, por lo que la glucosa queda afuera y se acumula en la sangre.

Existen la DIABETES TIPO 1, en la que el páncreas directamente no produce insulina y ésta debe ser inyectada diariamente (suele comenzar antes de los 30 años); y la DIABETES TIPO 2: es la forma más común. Si bien existe producción de insulina, esta es insuficiente y la misma actúa de forma incorrecta, de modo que el ingreso de la glucosa a las células, se ve dificultado (insulinorresistencia). Si bien suele comenzar después de los 40 años. Se asocia a sobrepeso, alimentación inadecuada, falta de actividad física y antecedentes familiares.

Los síntomas de la diabetes pueden variar de intensidad según el tipo de diabetes. La falta de producción de insulina en el caso de la diabetes tipo 1 hace que sus síntomas sean muy claros. En cambio, la diabetes tipo 2 es más gradual, sin permitir siquiera la sospecha de su presencia. Síntomas que pueden ser: falta de energía; poliuria (orinar mucho); polifagia (aumento del apetito); polidipsia (beber mucho por sed); pérdida de peso; visión borrosa; infecciones urinarias a repetición; infecciones cutáneas; heridas que tardan en cicatrizar.

El diagnóstico de la diabetes se realiza mediante la medición de la glucosa en sangre en ayunas (glucemia basal). Se recomienda en todas las personas a partir de los 45 años; y en menores de 45, cuando existe al menos 1 factor de riesgo (familiares con diabetes, durante el embarazo, mujeres con hijos nacidos con peso mayor a 4 kg, sobrepeso u obesidad, actividad física insuficiente o sedentarismo, enfermedad cardiovascular, hipertensión arterial, colesterol alto, tabaquismo). Los valores de glucemia plasmática en ayunas normales se registran entre los 80 y los 110 mg/dl.

Cuando la hiperglucemia se sostiene en el tiempo, tiene consecuencias graves en diferentes órganos. Cuando se afectan los pequeños vasos sanguíneos, se comprometen los ojos, riñones y nervios de los pies. Si se afectan los vasos sanguíneos de mayor tamaño, se comprometen el corazón, cerebro y/o arterias de los miembros inferiores. Esas complicaciones pueden prevenirse controlando los niveles de glucemia y de otros factores de riesgo cardiovasculares (como ser la hipertensión arterial, colesterol, dislipidemia, obesidad, tabaquismo y sedentarismo).

Su tratamiento se sostiene en cuatro pilares: educación diabetológica (incorporación de conocimientos sobre la enfermedad y sobre sus cuidados cotidianos); estilo de vida saludable (desde un plan alimentario equilibrado, reducción del consumo de tabaco y alcohol, hasta la actividad física aeróbica); tratamiento farmacológico (con medicación oral o inyecciones de insulina); y tratamiento de sus factores de riesgo y enfermedades asociadas (hipertensión, sobrepeso u obesidad, colesterol alto, entre otras).

Para la diabetes tipo 1, no existe ningún método preventivo. En cambio, la diabetes tipo 2 puede evitarse adoptando un estilo de vida saludable, con un plan alimentario, actividad física y evitar fumar.