Ciencia

Collisafe, una posible solución a la contaminación que generan las colillas de cigarrillos

Estudiantes de la Escuela Adolfo Perez Esquivel (ENAPE) generaron un proyecto para concientizar sobre la contaminación que generan las colillas de cigarro y proponer una solución ecológica. Quedaron entre los 30 proyectos seleccionados en el concurso que organiza la empresa Samsung en Latinoamérica.

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Beltramella Rocio / Agencia Comunica

31/10/2022

Collisafe es el nombre del proyecto de los estudiantes de ENAPE que busca concientizar sobre la contaminación que generan las colillas de cigarrillos y encontrar una solución ecológica. Los chicos participaron con su propuesta de la novena edición de Samsung - Solve For Tomorrow, donde lograron quedar entre las 30 mejores ideas, de 930 trabajos que fueron presentados. En la competencia participaron grupos de Uruguay, Argentina y Paraguay.

La iniciativa comenzó como una propuesta del docente Agustín Pascua a sus estudiantes en clase de emprendedurismo. “Me pareció un buen disparador para las clases contarles del evento”, mencionó el docente.

Ander Arguiñena, Luna Morena Ruiz Diaz y Daniel Banegas Góngora son los jóvenes que dieron vida a “Collisafe” y día a día trabajan en hacerlo crecer. Actualmente se encuentra a la espera de conocer si quedaron entre las cinco mejores propuestas y si tendrán que defender su proyecto ante los jueces en Buenos Aires.

El primer paso para crear el proyecto y enviarlo al evento era encontrar una problemática y fueron los mismos estudiantes quienes vieron a las colillas en el suelo como un gran problema ambiental. “Cuando caminábamos por las calles veíamos colillas por todos lados”, comentó Daniel Banegas. Tuvieron que enviar la respuestas al equipo de Samsung en Agosto, y quedaron seleccionados de entre casi mil propuestas.

¿Qué efecto tiene una colilla? Según las investigaciones del grupo de estudiantes, contiene 7000 toxinas que pueden contaminar hasta 50 litros de agua dulce y 13 litros de agua salada. Además, puede ocasionar la infertilidad de la tierra. Una colilla aún luego de apagarse suelta 14% de nicotina contaminando el aire y por consiguiente a las personas.

Para poder presentarse el proyecto debía contar con ciertas características, entre ellas ser escalable, es decir, que se tratara de un crecimiento gradual. Es por ello que el equipo dividió el proceso en tres partes; recolección - transformación- producto final.

En principio para la recolección de colillas fue necesario diseñar prototipos de los recolectores en polivinilo de cloruro (PVC), con una infografía que explica el daño que generan las colillas y un código QR para conocer el proyecto. “Tenemos recolectores con capacidad de 7000 colillas y otros más chicos de 2500. Dos recolectores planeamos ponerlos en el Campus Universitario y la idea es conseguir financiamiento de la Municipalidad para esparcirlos por toda la ciudad”, explicó Banegas. Estos prototipos fueron enviados con un video pitch explicando la propuesta en la segunda etapa del concurso.

También dentro de la recolección se encuentra el rol de Embajador, que serían personas con ganas de colaborar, y por zonas geográficas, encargarse de la recolección de las colillas. Según Pascua se trata de que “si fumas, en vez de tirar las colillas al piso, las apagues y las metas en una botella de plástico”, y por último, las acerques para que se les pueda dar un mejor uso.

En la segunda etapa, la transformación, el equipo se encuentra trabajando con ingenieros químicos. Agustin Pascua destacó las posibilidades de ENAPE dentro del Campus Universitario de Olavarría, ya que contaron con ayuda de la Facultad de Ingeniería para el proceso químico de desintoxicar las colillas y con el apoyo de la Facultad de Ciencias Sociales para realizar el video pitch. “Es como tener todo lo que necesitas ahí, en frente, a 50 metros”, comentó Pascua.



Ahora bien, ¿cómo se desintoxican las colillas? Llegaron al proceso por medio de un bioquímico de la Universidad Nacional Autónoma de México que trabaja con este método. En principio, deben hidratarse las colillas, luego se inocula, es decir, se introduce el hongo conocido comúnmente como gírgola, de nombre científico pleurotus ostreatus, el cual consume las toxinas. Se ingresa el micelio del hongo, en otras palabras, las raíces. El recipiente debe permanecer en un lugar oscuro, a unos 25 grados, para que el hongo pueda esparcirse y crecer. “A los 25 días se cumple el proceso de degradación, en el que la colilla se transforma en acetato de celulosa”, explicó el docente.

16669118646241Maceta biodegradable realizada por los estudiantes. Instagram: @collisafe

Finalmente se llega al producto final. El acetato de celulosa puede ser vendido individualmente a empresas papeleras, o utilizarse para la confección de planchas insonificadoras, ropa, marcos de lentes, macetas biodegradables, entre otras cosas. Este método no solo representa una solución a un problema que nos afecta ambientalmente, sino que además es una propuesta económica, ya que no representa grandes gastos. “No necesitas un super laboratorio, básicamente es poner el hongo en la oscuridad con la colilla y mantener el control de temperatura”, finalizó Pascua.

Por último, el docente destacó la iniciativa y predisposición de los estudiantes. Los jóvenes además crearon un perfil en instagram, @collisafe, donde invitan a la comunidad a ser parte del cambio. También publican cómo se desarrolla el proceso de transformación. El objetivo es concientizar a las personas sobre la contaminación de colillas y acercarlos hacia las formas e iniciativa para cuidar el medio ambiente.