Ciencia

Clonación de cannabis in vitro: el futuro del cultivo experimental

La Facultad de Ingeniería de la UNICEN y la Universidad de Hurlingham trabajan en conjunto en un proyecto para conseguir multiplicar plantas de Cannabis de manera “in vitro”. De esta manera, se podrán extremar las condiciones de salubridad.

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Beltramella Rocio / Agencia Comunica

18/10/2022

El proyecto en que actualmente se encuentran trabajando en la Facultad de Ingeniería (FIO) en vinculación con la Universidad de Hurlingham tiene como objetivo llevar a cabo la clonación in vitro de Cannabis. Es un trabajo colaborativo con las especialistas en biotecnología, Valeria Rudo y Lina Merino. El interés del equipo de la FIO, según Barreto, es “establecer protocolos de micropropagación de material vegetal asociado a Cannabis”.

El cultivo experimental dentro la Facultad de Ingeniería, ubicada en el Campus Universitario de Olavarría, comenzó en el año 2021. Son dos los antecedentes que favorecieron la creación del espacio para cultivar. Por un lado, la promulgación de la Ley 27350 a nivel nacional, que autoriza el uso terapéutico y paliativo. Por otro lado, dentro del ámbito local, con la mesa de Cannabis del Honorable Concejo Deliberante. “Con ese mapa nos pareció que se podía solicitar la formalización del espacio de cultivos”, menciona el doctor Gastón Barreto, pionero en la investigación de la temática y director del proyecto Universidad y Cannabis.

Ahora bien, ¿de qué manera se va a realizar? Por medio de una biofábrica, que como explica el Doctor Gastón Barreto es “un contenedor adaptado para hacer reproducción genética de material vegetal con altas condiciones de sanidad”. Este compartimento de aproximadamente 30 metros cuadrados, con diversas partes, permite la multiplicación de plantas.

Además, también son parte del grupo de trabajo tres becarios CONICET, entre ellos, la Licenciada en biotecnología y biología molecular Agustina Fernández quien menciona que anteriormente el doctor Gastón Barreto venía trabajando con la labor extensionista, de vinculación con la gente, y que ahora se introduce al proyecto esta parte formalmente científica.

“Todas las plantas van a ser iguales, y a la vez, todas van a ser sanas”, asegura Barreto. Por otro lado, la becaria postdoctoral Agustina Fernández explica que las condiciones en las que se multiplica el material vegetal son completamente asépticas. Además, menciona que la finalidad es “partir de un material que sea de calidad y genéticamente idéntico a la planta que le dio origen. Son clones, por eso clonación in vitro”.

La clonación del material se va a llevar a cabo en la Universidad de Hurlingham, donde se ubica la biofábrica, mientras que las plantas producidas se estudiarán en el espacio de la FIO, donde se llevará a cabo el proceso de rusticar. Según Barreto, “es la instancia mediante la cual se adapta la planta al espacio de cultivo posterior a salir del tubo de ensayo y de esta manera se puede observar su comportamiento”.

Posterior a ello, es de interés del equipo “extraer principios activos para trabajar en el diseño de material para aumentar la biodisponibilidad”. Los compuestos activos del cannabis se degradan al ingresar al cuerpo, lo que quiere decir que aunque ingiramos una dosis alta, el porcentaje que llegará a los receptores será bajo. “Nosotros estamos proponiendo sistemas que protejan a los principios activos de los derivados de cannabis para que efectivamente lleguen a los receptores. De esta manera, que tenga que consumir menos cantidad de cannabis y que sea más eficiente esa dosificación”, expresa Barreto.

Los especialistas explican que muchas personas que usan cannabis para alguna patología y que lo producen ellos mismos, prefieren usar toda la planta. Esto implica “en términos de composición química, una complejidad interesante llamada espectro completo, es decir, cuando se utiliza el espectro completo de los compuestos”.

En la extracción se encuentra trabajando Agustina Fernández y otro becario postdoctoral. El objetivo del plan de la becaria posdoctoral está “enfocado en generar formulaciones que sean con plantas que producen mayor contenido de CBD (cannabidiol)”, la cual es la sustancia estandarizada por la industria farmacéutica que se centra en formulaciones monocomponente. Aun así, la Licenciada asegura que hay beneficios en la combinación de los componentes de la planta, que ofrecen un efecto séquito al ser utilizados en conjunto.

Ahora bien, el proyecto no se trata solamente de un desarrollo científico sino que además tiene un enfoque extensionista: “intentamos resolver cosas que suceden hoy en territorio”, explica el doctor Gastón Barreto. El proyecto, además de estar vinculado con la universidad de Hurlingham, también se da en relación a organismos locales, entre ellos Cannabis Activa Olavarría y la Clinica Maria Auxiliadora.

En este sentido, los integrantes de Cannabis Activa que han luchado por reivindicar el uso terapéutico de la planta trabajan codo a codo con los investigadores en el espacio de cultivos. Mientras que con la clínica, y el apoyo de ocho estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Salud, se está realizando una sistematización de datos e información obtenida por la institución con el objetivo de presentar a fin de año un informe.

Aunque actualmente no se encuentran trabajando con la aplicación de este proyecto en humanos, el objetivo del equipo es poder estudiar y analizar aquellas plantas generadas de manera in vitro en Hurlingham, luego adaptarlas al espacio de cultivo de la FIO y desde ahí poder extraer los principios activos de la planta y buscar aumentar la biodisponibilidad, para que en un futuro pueda aplicarse y resuelva una demanda actual. La idea es “estudiar propiedades de los materiales pensando en que posteriormente podría ser una tecnología que se pueda aplicar en humanos”, finaliza el Doctor Gastón Barreto.