Reclamo y movilización
Más de 500 personas se reunieron en el Paseo Jesús Mendía para reclamar por el aumento del presupuesto universitario y las paritarias docentes. Las universidades públicas de todo el país llevan tres semanas de paro que se extenderá por tiempo indefinido.
Son las 17.30 hs y el Paseo Jesús Mendía se prepara para ser el escenario testigo de una nueva marcha, una manifestación que se expresa en defensa del futuro de la educación pública. Estudiantes, graduados, docentes y no docentes de la UNICEN empiezan a acercarse con carteles que reclaman al Estado el derecho a una educación pública, gratuita, laica y de calidad. También se suman trabajadores de otros gremios, familiares que han visto llegar a sus sobrinos, hijos o nietos como primera generación de universitarios en sus familias, distintas murgas de Olavarría con sus vestimentas brillantes y el sonido de los instrumentos que las caracteriza. A pesar del frío, más de 500 manifestantes reunidos por una lucha en común generan un ambiente cálido y agradable. Alrededor de las 18 comenzó la movilización por el centro de Olavarría, encabezada por una bandera que remarcaba “En defensa de la universidad pública”. Una columna de gente que ocupaba varias cuadras de extensión avanzó por las calles acompañando el reclamo con aplausos y cánticos. Mientras, algunas personas que circulaban por el centro, ajenas a la marcha, se detenían a observar la movilización.
El recorrido finalizó nuevamente en el Paseo Jesús Mendía donde la gente volvió a agruparse, esta vez en torno a las escalinatas de la Municipalidad. Ludmila Adad, docente y secretaria de finanzas del gremio docente ADUNCe, agradeció su participación a la gran cantidad de personas que se sumaron al reclamo. “Estamos más unidos que nunca en defensa de la universidad pública”, remarcó. Luego dio lugar a la lectura de un documento, producido en conjunto por los distintos espacios educativos que participaron en las asambleas realizadas días anteriores. El mismo texto será presentado ante el Honorable Concejo Deliberante (HCD) de Olavarría. Posteriormente, una de las integrantes de la murga “Comodines de febrero” se acercó a leer unas palabras en nombre de la agrupación. “La educación no es un negocio ni un privilegio, es un derecho. Entonces será el Estado el único responsable de garantizar su libre acceso”, subrayó. La movilización finalizó con una intervención de la murga, en la cual también participaron “Arrebatando lágrimas” y “La quinta pata”.
¿Qué es lo que cambió?
Lo que hace unos años atrás era una certeza hoy es completa incertidumbre. Las 57 universidades públicas consideradas como ejemplo en el mundo, hoy afrontan un escenario gris que se vuelve cada día más oscuro producto de las acciones del gobierno nacional el cual demuestra no tener entre sus prioridades la educación pública. En este momento las casas de estudio se encuentran puestas en tensión, sin definiciones de aumentos de presupuestos, afectadas por los tarifazos de los servicios públicos y los aumentos atados a una inflación que no tiene límites, con paritarias salariales de sus trabajadores no cerradas.
En el informe “Presupuesto y Financiamiento Universitario” del Instituto de Estudios y Capacitación de CONADU se da cuenta que en 2018 fueron recortados más de 1000 millones de pesos del presupuesto previsto y se demoran pagos por más de 13.500 millones, de modo que el presupuesto universitario nacional afronta recortes, subejecución y rendición tardía de fondos asignados. Esta situación general impacta en cada Unidad Académica del país. En el caso de la UNICEN, sobre el presupuesto aprobado por el Congreso de la Nación, el Estado Nacional debe 20 millones de pesos de 2017 y 55 millones de 2018. El mayor problema que genera la demora de estos pagos es la devaluación de los mismos producto de la alta inflación. Por otra parte, sobre el presupuesto destinado a “gastos de funcionamiento” el cual se destina a los pagos de servicios (luz, agua, gas, entre otros), bienestar estudiantil (comedores, becas, deportes, salud), infraestructura (reparaciones, construcciones, ampliaciones) en 2018 se asignó un presupuesto de 91 millones de pesos cuando en 2017 para este ítem se utilizaron 103 millones.
Sobre la paritaria docente, desde 2016 los trabajadores han perdido de manera sistemática su poder adquisitivo debido a que la inflación fue superior a los aumentos otorgados. Este año la paritaria venció el 28 de febrero y desde entonces el único aumento ofrecido fue del 15%, cifra rechazada por todos los gremios.
Por su parte los trabajadores no docentes en abril acordaron un aumento salarial del 15% dividido en cuatro cuotas (3% en marzo, 3% en mayo, 5% en junio, 4% en noviembre). En este momento reclaman la reapertura de su paritaria en función del aumento de la inestabilidad económica y la inflación.
Sumado al estado de situación de los presupuestos universitarios y las paritarias de los trabajadores, las declaraciones del presidente Mauricio Macri y de la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal se tornan preocupantes ante este contexto y asimismo dejan entrever una clara intencionalidad tanto al lugar que le asignan a la educación pública argentina como al descrédito permanente hacia las universidades nacionales. No casual y hasta cómplice parece ser el silencio de muchos de los medios hegemónicos de comunicación que luego de tres semanas de paro y múltiples movilizaciones en todo el país han dedicado muy poco espacio a este conflicto, privando a la población de la información necesaria sobre una problemática que lleva meses. El conflicto no solo representa y defiende los derechos de todos los argentinos de poder acceder a la educación superior gratuita, laica y de calidad sino que además da cuenta de un modelo de país posible. Resulta difícil pensar el crecimiento de un país disociado de su desarrollo científico y tecnológico. En definitiva, esto es lo que está en juego, la soberanía política, económica y social de la Argentina porque las universidades públicas no solo forman profesionales sino que también producen conocimiento. Lo cierto es que el estado de alerta está encendido y sobre él se contraponen las conquistas históricas, donde la educación ha sido y será defendida como un derecho y no como el privilegio de unos pocos./ Agencia Comunica (FACSO)