¿Qué es la CONABIP y por qué está en riesgo?
Qué función cumple la entidad y por qué es tan relevante para el funcionamiento de las bibliotecas populares.
Milena Galiano
La Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP) fue creada en 1870 durante la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento, uno de los grandes impulsores de la educación y la lectura pública en Argentina. Su objetivo fundacional fue promover y sostener la existencia de bibliotecas populares en todo el territorio nacional, garantizando que incluso las localidades más alejadas o vulnerables tuvieran acceso a los libros y al conocimiento.
Actualmente, la CONABIP articula el funcionamiento de más de 2000 bibliotecas populares distribuidas en pueblos, ciudades y parajes rurales de todas las provincias. A través de subsidios y programas específicos, financia la compra de libros, el mantenimiento de edificios, el pago de servicios básicos y fomenta actividades culturales abiertas a la comunidad.
Una de sus iniciativas más reconocidas es el Programa Libro%, que permite a las bibliotecas populares comprar libros con un descuento del 50% en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. Gracias a este programa, muchas instituciones pueden renovar su material bibliográfico, ofreciendo a los lectores novedades y autores contemporáneos que, de otro modo, serían inaccesibles.
La estructura de la CONABIP se caracteriza por su funcionamiento federal y participativo. Su Junta Representativa está integrada por delegados de las provincias y de las bibliotecas populares, lo que asegura que las políticas y decisiones se construyan de manera colectiva y contemplando la diversidad geográfica y cultural del país.
Sin embargo, el decreto 345/25 del Poder Ejecutivo Nacional elimina esa autonomía y centraliza el manejo de fondos y decisiones en la órbita del gobierno nacional. Desde las bibliotecas advierten que esto podría desfinanciar los programas esenciales, profundizar las desigualdades entre regiones y debilitar la misión histórica de la CONABIP como garante del acceso democrático a la cultura y la lectura