Olavarría fue sede del 1° Nacional
Parkour: el deporte de la autosuperación
En primera persona, una disciplina que viene conquistando cada vez más terreno gracias a las demandas de sus practicantes y que podría convertirse en un deporte olímpico.
Matías Stefani con sus alumnos en el 1° Nacional de Parkour en Olavarría. Fuente: M. Stefani
María José García – Agencia Comunica
20/05/2022
A pesar de que las prácticas consideradas como deportivas llevan implícita la competencia, el parkour se caracteriza por los valores de igualdad, superación, crecimiento personal y respeto por el otro y por el entorno que los rodea, dejando de lado la competitividad entendida como “unos mejores que otros”.
Nacido como una práctica urbana francesa, el parkour se ha tornado muy visible estos últimos años y ha crecido el interés en incluirlo en el calendario oficial de los Juegos Olímpicos. Incluso, el pasado fin de semana, se llevó a cabo el 1° Nacional de Parkour en la ciudad de Olavarría.
El encuentro nacional transcurrió en las instalaciones del Club NaturalFit. Fue el primer evento en el que los practicantes pudieron participar con reglas establecidas, un título al podio, premios y de manera abierta para todos y todas. Contó con alrededor de 15 personas en la categoría de adultos, casi 40 adolescentes en la categoría juvenil y entre 20 o 30 chicos en la categoría de niños.
Dante Blanco, uno de los participantes, entrena parkour desde hace 5 años y tiene como objetivo vivir a base de esta disciplina: “Actualmente doy clases de parkour pero no es un sustento económico suficiente como para que no hagas otro trabajo aparte”, y agrega: “los deportistas de parkour de élite del mundo, que pueden vivir debido a marcas que les pagan por usar su ropa o por hacer publicidades, es algo a lo que me gustaría llegar”.
Por otro lado, Matías Stefani, se inició en el parkour hace aproximadamente 13 años y, hoy en día, es instructor: “Todo comenzó con amigos, luego de que la escuela de gimnasia artística a la que asistíamos cerrara. Luego, ellos siguieron por otras actividades y me encontré solo con una disciplina en la que no había otra forma de aprender más que a prueba y error”, cuenta.
Para Matías, “el desafío de tener que aprender cada movimiento y truco por mi cuenta, era lo que me motivaba a seguir”. Actualmente, él cuenta con un promedio de 60 alumnos y lo que más le motiva “es que nadie, ya sea nuevo en la disciplina o avanzado, tenga que pasar por lo que yo pasé, de no tener a nadie que le explique cómo no ‘reventarse a golpes’ por aprender un movimiento”.
Otro objetivo, “es poder competir a nivel internacional, conocer a grandes atletas y poder compartir con ellos momentos que solo se viven en una competencia de Parkour. Además, preparar a mis alumnos para que sean campeones”.
Este deporte, si bien es considerado urbano, su práctica al aire libre debe ser con mucha precaución: “Se puede practicar en la calle pero yo no lo recomiendo”, advierte Dante, “porque es más peligroso. No hay colchones, a veces te pueden echar o hay estructuras que se rompen”. Por lo tanto, “si lo hacés a conciencia, podés entrenar en la calle, porque tienes muchísima más variedad y no te quedas solo con lo que hay en el gimnasio. Pero para ello, tenés que conocer tu cuerpo y tus límites e instruirte”.
Independientemente del lugar, sin embargo, lo mejor para ellos es la compañía: “Cuando entreno, siempre me gusta ir acompañado porque es más divertido y compartimos buenos momentos”, comparte el deportista. “Cuando voy con amigos, luego estoy todo el día con una sonrisa hasta que me voy a dormir”, agrega. Del mismo modo, Stefani siente que “lo más lindo de cada entrenamiento es el compartir con los chicos, divertirnos, charlar y terminar la tarde con una merienda”.
1° Nacional de Parkour en Olavarría. Fuente: NaturalFit Club
Ofertas limitadas
Lo cierto es que la gran visibilidad que está teniendo el parkour también deja a la luz la poca disponibilidad de espacios de entrenamiento calificados para realizar esta práctica de forma segura y cómoda. “En Capital Federal, hay solo cinco o seis gimnasios preparados para dar parkour”, cuenta Dante. “Y también son muy limitados, porque la mayoría cuestan mucha plata. No es barato y debido a esto muchos se van a la calle”, añade.
Sin embargo, los deportistas se han estado movilizando desde hace ya varios años por conseguir espacios adaptados para la práctica: “De a poco, a través de la demanda al Estado, estamos haciendo parques de parkour en las plazas de Buenos Aires. En las provincias de Mendoza y Córdoba también hay”, se enorgullece. Pero “para lograr esto, muchos compañeros han estado peleándola y pidiendo por mucho tiempo”.
El Parkour como deporte olímpico
La idea de que este deporte forme parte de los JJOO “es algo que se viene luchando desde hace bastante tiempo”, afirma Matías Stefani. Este interés está muy marcado por quienes “están a favor y los que no, debido a que, al ser olímpico, entran en juego reglamentos y pasa a ser algo más competitivo, todo lo contrario a la esencia del Parkour: poder compartir una competencia sana de la disciplina con amigos y compañeros”, explica el instructor.
Para que esto suceda, “necesita de mucha más atención de parte de los organismos deportivos. Es necesaria la creación de sectores dedicados a estas prácticas, como un parkour park o gimnasios, donde los atletas tengan una contención y puedan prepararse para una competencia de tan alto nivel”, reflexiona.
Para Dante, el parkour está preparado para ser un deporte olímpico pero "hay que hacerlo bien. Porque el parkour no nace como una competencia, sino como un deporte de autosuperación, en el que todos los días vos sos mejor que ayer. La base de este deporte es con uno mismo”.
En este sentido, destacó la experiencia del Nacional en nuestra ciudad: “En Olavarría, nadie fue a competir. Estábamos todos dando lo mejor de nosotros y que pasara lo que tenga que pasar. Nos abrazábamos y gritábamos ‘dale, seguí’, ‘dalo todo’, ‘qué bueno eso’, ‘sos un capo’, etcétera. Nos alentábamos entre todos, porque el objetivo era dar lo mejor y que ganara el que tuviera que ganar”.
Categoría Niños del 1° Nacional de Parkour en Olavarría. Fuente: NaturalFit Club
Enseñanzas y aprendizajes
Si hay algo notable en la intromisión del deporte en la vida de una persona, son los cambios permanentes que deja plasmados. Para Dante Blanco, el parkour le cambió su manera de pensar: “Yo antes era muy competitivo, de compararme con el otro y de creer que hay gente mejor y peor. Pero el parkour me hizo dar cuenta de que somos todos iguales. De que no hay nadie mejor o peor porque cada uno da lo mejor de uno, y ahí termina la comparación”, cuenta y concluye: “esto me sirvió en la vida en general, porque dejé de comprarme con los otros y aprendí a superar cualquier obstáculo”.
Matías Stefani, por su parte, siente que muchas veces ha tenido que utilizar el parkour para situaciones cotidianas casi inconscientemente: “el parkour tiene su parte mental, que es una de las más importantes a la hora de hacer un salto. La concentración y estado de relajación es algo que se trabaja y aprende a controlar con el tiempo”. A su vez, “todos estos años de entrenamiento me han dado un cuerpo fuerte y sano. Mantiene tu cuerpo en movimiento para una vida sana”.
“Es una disciplina, por lo tanto, la constancia y la dedicación que uno le ponga se va a ver en los resultados que se obtengan. Para quienes estén comenzando a introducirse en el mundo del Parkour, como consejo les puedo decir que no deben darse por vencidos. Lo importante en el parkour es su lema: ‘ser y durar’ ”.