ENTREVISTA. Sebastián Lacunza, el periodista que habla de la importancia de ser “curador” con las noticias
“El periodismo es un compromiso con el tiempo presente”
El profesional que estuvo en Olavarría invitado por el Observatorio de Medios de la Facso ofreció un análisis sobre el trabajo periodístico, sus alcances y desafíos. Y aseguró, con mirada esperanzadora a pesar de las crisis, que “el periodismo genuino fortalece las democracias”.
Fernanda Alvarez - Agencia Comunica
27/06/2024
“Ni profesional ni militante, prefiero hablar de periodismo honesto”. La frase corresponde a Sebastián Lacunza, reconocido periodista y columnista de Diario AR, quien también trabaja como corresponsal en medios extranjeros. El profesional estuvo en Olavarría en el marco de la realización de la jornada de Periodismo, Investigación y Democracia que organizó Observatorio de Medios, Ciudadanía y Democracia de la Facso. En diálogo con Agencia Comunica, el ex director del Buenos Aires Herald (2013 a 2017) y editor de Ámbito Financiero se expresó sobre los desafíos del periodismo en un presente radicalizado y habló de las posibilidades del ejercicio profesional.
-¿En este marco de polarización y digitalización de la información, es posible hablar de periodismo honesto?
Creo que sí. Y creo que decir que no, ha sido un atajo en el mal sentido para adaptarse a condiciones inaceptables y en el buen sentido para a veces bajar los brazos, irse de la profesión o quedarse sin una vocación ambiciosa. Que lo entiendo, pero creo que hay espacio para eso, que es trabajoso, cotidiano, artesanal, arriesgado, pero entiendo que se puede construir un tipo periodismo así. Hay condiciones estructurales adversas, pero también mucha riqueza en la Argentina vinculado a la universidad pública que hace que el discurso periodístico se regenere. Me permito pensar que si.
-¿Sentís que hay posibilidades de sumar audiencias cuando éstas también están tan divididas y polarizadas?
Desde posturas con convicciones pero respetuosas del buen procedimiento periodístico quizás sea difícil liderar espacios, es una realidad que hay que aceptar. Lo que pasa que quizás sea un trabajo de más largo plazo, pero no hay que tomar atajos. el hecho de que haya otras experiencias redituables en términos de audiencias, no debería hacernos bajar los brazos ni hacer más de lo mismo. Insisto, mi recorrido profesional no fue fácil. En el 2001 parecía que no había salida, pero si yo me guío por mi experiencia, encontré siempre una forma y un momento para ejercer la profesión,
-En este sentido y hablando de tu propio recorrido, ¿qué hechos recordarás o atesoras como los más ricos en tu profesión?
Tengo una imagen guardada… Después de la crisis del 2001 pude viajar y hacer cosas que recuerdo como las mejores: asunciones presidenciales en EEUU (Obama), el Papa Ratzinger, conflictos sociales. Pero el que más recuerdo es una escena en Bolivia, en la plaza de La Paz, en plena revuelta previa a la asunción de Evo Morales. Un país con una elite que se había apropiado de Bolivia (periodo 2005). En una cobertura con mucho conflicto estaban los manifestantes, campesinos, trabajadores de minas, en una revuelta que rodeaban la plaza y yo tuve incidentes con la policía por un lado y también con los manifestantes, que tiraban dinamitas para romper el cerco. La cosa es que quedé del lado de adentro del cerco policial. Era mucho caos, no se sabía que iba a pasar esa noche y en eso bajó el ministro de la Presidenci, con mucha inestabilidad sobre su propio cargo y el gobierno, y nos dice a mi una periodista de Ecuador: ´qué tarde bucólica tenemos en La paz´, porque la plaza estaba desierta. Yo ahí dije que lo que había soñado en mi vida era esto: poder ser cronista en esta circunstancia. Después dirigí un diario y esa riqueza es buena, pero el recuerdo es verme a mi mismo de joven queriendo llegar a eso que alcancé. Me costó llegar. Por eso digo a los estudiantes hoy: insistan, no se queden con el no del primer editor, insistan.
-La salida nunca es la resignación.
Para mi no y esto está vinculado a la vocación.
-Claro: la del periodista es una actividad que la puede realizar cualquiera, no siempre se ha ejercido con título, pero si es necesaria la vocación.
Si, acuerdo. Ha habido periodistas que marcaron hitos sin ni siquiera título secundario. Obviamente que hoy hay profesionales mejor formados, si salen de Universidades públicas quizás sean las generaciones mejor formadas de la historia. Antes había más autodidactas, gente muy culta, pero las camadas que ingresan con 4 o 5 años de carrera ya marcan la diferencia. Es una profesión que tiene condiciones adversas vinculadas a salarios, medios en crisis, presiones. Ahora, si no existe la verdadera vocación, la parte negativa la encontrás rápido. es una profesión que tiene mucho de bello: conocer culturas, personalidades, sociedades, lugares, el periodista es un sujeto que camina con curiosidad, pregunta, hace hilaciones… No hay muchos roles sociales vinculados a eso. Puede haber experiencias que cerraron amargamente, pero vos con tu experiencia, yo con la mía, sabemos que vale la pena.
-Los periodistas tenemos el rol de contribuir a las democracias?
Son dos conceptos que van de la mano. El periodismo honesto las fortalece porque permite diversificar la información, darle a las audiencias diferentes narrativas, y eso en principio genera democracias más ricas. A veces se pone en jaque cuando se ejerce un periodismo de manera retrógrada, reaccionaria. Eso también existe.
-En la charla se habló de primicia, curiosidad, ahora vos mencionás la palabra vocación. ¿Con qué otra palabra o idea asociás el ejercicio periodístico?
Es un compromiso con el tiempo presente, ese es el motor. Desde el punto de vista del oficio, hay una palabra que viene del arte, que es curación. Curar es iluminar, elegir una perspectiva, construir un contexto para esa obra. Hoy si conseguís un dato competís con el tiempo, a veces con fakes, con trivialidades.Bueno, el tema es qué elegir, dónde recortar, dónde ubicar una historia, cómo narrarla. Eso es la curación. Es muy desafiante. Y es una oportunidad.