Juan Weisz, profesor de antropología UNICEN y militante social analiza el contexto actual argentino
“No va a venir ningún mesías, ya que no se trata de un problema de fe sino político”
En el contexto actual, por qué es importante tener en cuenta que la participación ciudadana no es solo a través del voto. Un análisis sobre la importancia de sostener el acceso a la educación, la salud y la vivienda.
Juan Weisz, profesor de Antropología en la UNICEN. Fuente: Facebook/Tefa Schegtel Torres
María José García - Agencia Comunica
28/08/2023
Juan Weisz es profesor de Antropología en la UNICEN y tiene un gran recorrido como referente dentro de los movimientos sociales. Con una mirada de amplio alcance explica, desde su perspectiva, qué está sucediendo en el contexto sociopolítico actual y afirma que las raíces del resurgimiento de las tendencias derechistas se encuentran “en la mera conformación de un Estado que se impone de arriba hacia abajo”.
Esto significa que, más allá de reducir los resultados de las PASO a un fenómeno de voto bronca, “el problema está en otro lado, en cómo se va construyendo la participación ciudadana quedando por debajo de las decisiones estatales”.
Cuando nos encontramos ante un descontento social debido a las crisis sociales, económicas y políticas, debemos entender que “los procesos de ascenso de personajes como Milei son manifestaciones en tendencia que expresan un malestar social”, afirma Weisz.
Si bien aclara que no es analista político, está convencido de que “lo que expresa Milei es un descontento generalizado por parte de una población que no vio satisfechos sus pedidos en la política del momento”.
Para comprender más a fondo, Weisz explica que estamos vivenciando la crisis de una configuración política que “comienza luego del 2001 con la configuración de un país con dos grandes bloques políticos. Por un lado, el peronismo reciclado en el kirchnerismo y, por otro lado, a través de la figura de Macri, una centro derecha representada por el Pro”.
Estos bloques, “entraron en crisis porque vinieron a resolver la falta de creencia en las instituciones políticas por parte de la sociedad, pero no pudieron porque la crisis argentina está vinculada a la crisis internacional”.
Actualmente, “de nuevo hay insatisfacción en grandes sectores de la sociedad porque no todos pueden acceder a una casa, a un salario o a vivir dignamente. Entonces, aparece una tercera figura, pero que no deja de ser más de lo mismo”.
Para el antropólogo, lo que está planteando Milei es un menemismo a la quinta potencia, y “en Argentina ya sabemos lo que es eso. Ahora, todas las nuevas generaciones, ¿conocen lo que fue el menemismo? ¿conocen lo que fue rifar todas las instituciones que pertenecían al Estado?”, se pregunta.
Entonces, hay muchas variables en juego que son caldo de cultivo para la aparición de figuras como Milei, pero “son pocos canales de expresión que tiene la población en el sentido de que sigue estando presente la idea de que el pueblo no delibera ni gobierna, sino a través de sus representantes”.
Esto significa que “lo único que nos queda como ciudadanos o trabajadores, es ir a votar. Y en un contexto en el que no me convence ni uno ni otro, bueno, voto a un tercero, porque nuestro único poder es ser votantes, entonces voy a votar a quien castigue a aquel que me causó malestar”, alude Weisz a los resultados de las primarias.
Por eso, para él es importante volver a ganar la participación, “lograr volver a encontrar en la práctica la génesis de la transformación. Porque la transformación no se hace solamente desde el Estado”.
Juan Weisz considera que hay que combatir al Estado que impone desde arriba políticas hacia abajo. Pero lo que no hay que combatir es lo público, los espacios colectivos, los espacios de participación ciudadana. Y, en este sentido, “esto es muy difícil si nos convencen de que la única forma de participar que tenemos es votando a nuestros representantes”.
Milei: ¿castigo, inconsciencia o consenso?
Para Juan Weisz, los votantes de Milei no son inconscientes de lo que están votando sino que están movidos por un interés económico. Aunque, contradictoriamente, vayan a ser perjudicados por las políticas del ultraderechista.
La realidad es que “el voto depende de la situación económica, porque uno tiene que alimentarse, vestirse, tener un techo donde vivir. Porque vivimos en una sociedad individualista, donde cada uno intenta protegerse a sí mismo y a su familia”, lamenta.
Y en este contexto, Milei llama la atención porque, además de tener un fondo racional que es el económico, sus seguidores van más por el lado emocional, porque los representa en el enojo hacia la política tradicional, aunque él sea parte de esa política que critica.
Pero lo que no se está teniendo en cuenta es que La Libertad Avanza “también ataca a toda la parte social del Estado que es, justamente, la que no debería atacarse sino reforzarse y hacerla más comunitaria”, considera.
Al mismo tiempo, “no ataca ni a las fuerzas armadas ni a la policía, es decir, no ataca al brazo represivo del Estado. Entonces, a pesar de llamarse liberales, estos nunca han renegado del Estado sino que solo no quieren que el Estado se meta en las cuestiones de mercado”.
Aún así, la relevancia que ha cobrado la figura de Milei está vinculada a que “cuando las crisis sociales avanzan, debido a las desigualdades que produce el capitalismo, comienzan a proliferar los discursos de mano dura y se comienza a negar cualquier construcción que quiera mostrar que vivimos en una sociedad desigual”.
Porque lo cierto es que los derechos se conquistan en las calles, y en situaciones en las que los movimientos sociales se agudizan, comienzan a surgir discurso antiderechos que van por todo.
Para ejemplificar esto, Weisz se pregunta cómo se entiende que se le esté dando un lugar tan importante en Argentina a voceros de los discursos negacionistas. Y es contundente al responder: “se entiende a partir de que ahora necesitan volver a implementar determinados recortes de nuestra libertad democrática”.
Y, para él, eso lo van a hacer con consenso, “porque eso solamente con miedo no se puede. Entonces, necesitan generar consenso a través de una tendencia que busca tapar el hecho de que es a través de los movimientos sociales donde se consigue justicia”.
Por eso es tan importante tener presente que “la seguridad no es meramente la defensa de la propiedad privada. Tenemos que actuar y pensar en conjunto para defender la seguridad comunitaria, que tiene que ver con nuestra educación, nuestra salud, nuestro trabajo y el acceso a una vivienda”.
Finalmente, asegura que es necesario entender que “solo trabajando con otros y otras vamos a salir adelante”. Para el antropólogo “no va a venir ningún mesías, ya que no se trata de un problema de fe sino político. Y el poder es popular”.