Se realizan dos Encuentros Nacionales
La UNICEN recibe a unos 5 mil estudiantes y trabajadores de la salud
Olavarría se convierte en el punto de encuentro de miles de estudiantes, trabajadores y profesionales de la salud de todo el país. El 14 y 15 de noviembre, el Campus de la UNICEN recibe el 4° Encuentro Nacional de Estudiantes de la Salud y el 12° Encuentro Nacional de Salud, dos jornadas que funcionan como un espacio político, académico y territorial donde se discute el futuro del sistema sanitario argentino.

Milena Galiano - Agencia Comunica
14/11/2025
Las carpas blancas que empezaban a levantarse anticipaban su magnitud. A medida que avanzaba la mañana, el pasto del campus se iba poblando de estructuras, mochilas, termos y voces que llegaban desde distintos puntos del país. No es casualidad: este fin de semana la ciudad recibe el 4° Encuentro Nacional de Estudiantes de la Salud y el 12° Encuentro Nacional de Salud, dos jornadas que combinan militancia, formación y mirada crítica sobre el presente del sistema sanitario argentino.
Para la jornada estudiantil se esperan más de 600 jóvenes, mientras que para el día siguiente, abierto a trabajadores y profesionales, el número crece hasta las 5.000 personas. La ciudad, con su campus abierto y la colaboración de instituciones locales, se vuelve escenario de un movimiento federal que cada año rota para garantizar participación diversa y territorialidad real.
Entre quienes caminan ultimando detalles de la organización están Juan Mesas, referente del Centro de Estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Salud de Unicen; Valentina Ferraro, militante del Torrente en Medicina de la UBA y Maitén Budd, integrante de Remediar en la UNLP. Los tres funcionan como puente entre la estructura nacional del encuentro y las necesidades concretas de la sede Olavarría.

Valentina Ferraro, Juan Mesas y Maitén Budd
Desde conseguir salones hasta encontrar duchas para cientos de personas, el rol de Juan Mesas fue articular para que la ciudad pudiera recibir un evento de este tamaño. “Fui haciendo el gancho a esas necesidades y buscando cómo una ciudad chica como Olavarría puede llegar a largar un encuentro nacional”.
Valentina Ferraro, estudiante de sexto año en la UBA, agrega que es una convicción política: no quieren que los debates sobre el sistema sanitario argentino se concentren solo en las universidades grandes o en los centros urbanos tradicionales: “la idea es que sea federal, que vaya rotando de provincias para que puedan acceder más compañeros cada año”.

El encuentro estudiantil nació hace cuatro años, cuando distintas agrupaciones identificaron que la discusión sobre el sistema de salud no podía empezar después del título. Ferraro lo pone en palabras directas: “Cuando empezamos a entender que ya como estudiantes somos partícipes del sistema de salud que queremos formar… dijimos que teníamos que tener un lugar para discutirlo desde nuestra formación y no llegar una vez que ya estamos recibidos”. Maitén Budd acompaña esa mirada: “en nuestras carreras tenemos problemáticas distintas. Lo formativo y lo que aspiramos como objetivos de cada carrera lo tenemos que discutir ahora, para poder trabajar el día de mañana en un equipo interdisciplinario con pluralidad de voces”.
Las diferencias entre universidades alimentan el intercambio. Desde facultades históricas como Medicina (UBA), donde persisten currículas más tradicionales y médico-céntricas, hasta experiencias más recientes como la de la UNICEN, que trabaja bajo modelos innovadores y con fuerte impronta territorial. Esa variedad vuelve al encuentro un espejo múltiple: cada estudiante llega con inquietudes diferentes y se va con preguntas nuevas, pero también con herramientas concretas.

El clima de época atraviesa todos los ejes. Los tres lo repiten con claridad: la situación sanitaria actual tensiona cada debate, cada diagnóstico y cada propuesta. Budd lo explica diciendo que “el aumento de la demanda y el recorte del Gobierno Nacional dificultan mucho más todo este proceso. Es una trinchera y una búsqueda de intercambiar experiencias para afrontar estos ataques”.
Ferraro complementa la mirada y lo hace desde una experiencia cotidiana. “En cualquiera de las comisiones aparece cómo están poniendo en juego nuestro acceso a la educación y el acceso a la salud del pueblo argentino”.
La lectura se vuelve más profunda cuando Mesas señala la tensión histórica entre modelos sanitarios: “La salud pública busca garantizar un derecho humano. El sistema privado busca aumentar la renta. Ya en eso hay una gran diferencia". Y a partir de ahí traza una línea directa hacia la formación académica: “si cambiamos el sistema pero seguimos formando a los mismos profesionales de siempre, no sirve. Son dos transformaciones que se tienen que dar a la par".
El encuentro intenta justamente eso: pensar la salud como una estructura integral que va desde la universidad hasta el último eslabón comunitario.
Trabajadoras de salud de la ciudad de La Plata.
El clima del encuentro se siente desde la entrada. El campus, que en un día común respira una calma casi rural, hoy parece otra cosa: un hormiguero verde, blanco y multicolor, donde cada grupo ocupa un rincón distinto. Bajo la sombra de los árboles, estudiantes charlan relajados, algunos apoyados en mochilas, otros sosteniendo carpetas donde sobresalen anotadores y biromes. Unos metros más allá, otro grupo sentado en ronda comparte gaseosas, galletitas y risas espontáneas. En sus remeras negras y blancas aparecen consignas, mapas, frases y logos que revelan militancias, universidades o agrupaciones.
Alrededor, las carpas blancas alojan las comisiones. Desde afuera se escuchan voces que discuten, preguntas que se levantan, aplausos. En otras carpas, técnicos ajustan parlantes o micrófonos. Y en el pasto, gente que camina apurada para no perderse una comisión se mezcla con quienes se tiran a descansar bajo el sol. La sensación general es clara: el campus nunca vio tanto movimiento junto.
Después del encuentro: qué queda
La potencia de estos encuentros no termina cuando se desarman las carpas. Para Ferraro, el valor está en lo que germina: “Nos vamos con un montón de preguntas, pero también con muchas herramientas para llevar a nuestras facultades. La universidad es un territorio de disputa".
Budd señala la riqueza de lo compartido: “Vamos a conocer experiencias de todo el país. Quizás no tenemos las mismas problemáticas, pero atravesamos procesos similares y nos llevamos herramientas para aplicarlas en nuestras casas de estudio".
Mesas, que vive el encuentro desde adentro y desde Olavarría, sintetiza una idea que recorre todos los pasillos: “Se va formando un consenso en lo que queremos como sistema de salud… un pensamiento sanitario unificado que sostiene que el Estado debe ser garante del derecho a la salud".
Ese consenso —construido entre militantes, trabajadores, docentes y estudiantes de diferentes provincias— es, tal vez, la mayor fuerza de estos encuentros: una red que se sostiene más allá de coyunturas políticas y que sigue creciendo cada año, en cada sede, en cada territorio.