Un refuerzo a la publicidad
Menos sellos: nutricionistas denuncian retrocesos en la ley de etiquetado frontal
Las nuevas disposiciones de la ANMAT apuntan sobre la Ley 27.462, reduciendo los sellos visibles y poniendo en cuestionamiento el derecho a la información.
los sellos influyen en las decisiones de compra.
Rocío Vergara - Agencia Comunica
8/7/2025
La ley PAS —ley de Promoción de la Alimentación Saludable— busca garantizar una ayuda a la población para adoptar una mejor alimentación a través de sellos donde se advierte los excesos de cada producto, de manera sencilla, clara y sobre todo, sin ser engañosa. Además de que permite regular la publicidad dirigida a niños, niñas y adolescentes, así como la promoción y el patrocinio de productos que contengan uno o más sellos.
La implementación de las nuevas disposiciones 11378/2024 y la 11362/2024 despertaron una alarma en los/las profesionales de la salud y de nutrición. Las mismas fueron instauradas en diciembre del año pasado, mencionando que los productos solo serán evaluados en función de los nutrientes agregados (azúcares, grasas o sodio incorporados industrialmente) y ya no se tomarán en cuenta los que están presente de forma natural.
¿Más engaño y mayor confusión?
Marcela Guerrero, Licenciada en Nutrición, expresó que “sentimos que fue un retroceso todos los cambios que la ANMAT hizo con la última modificación. Muchos productos que tenían determinados sellos por exceso de nutrientes críticos, ahora van a aparecer con menos sellos, entendiendo que el producto no se modificó”.
Esto implica que muchos de los alimentos ultraprocesados aparezcan con menos sellos de advertencia sin haber cambiado su composición real y “hace que el consumidor tenga que estar cada vez más en alerta porque empieza a poner ciertas cuestiones en la balanza, si elige por una cuestión de calidad o elije por una cuestión de precio-calidad”. Además de que se volvió a habilitar el uso de mensajes positivos en productos con sellos, donde se podrán rotular con frases como “ricos en vitaminas C” o “bajos en grasas”.
No solo quedó en ello, sino que también se flexibilizó la restricción publicitaria en productos dirigidos a infancias y adolescencias, lo que principalmente llevó a que los especialistas denunciaran el debilitamiento de la ley, que parece mostrarse a favor de las empresas. Marcela Guerrero expresó al respecto que “las modificaciones no constan de transparencia y acceso a la información clara. Creo que favorece a los intereses de la industria”.
Desinformar es un tipo de violencia
La implementación de los sellos frontales dejó en evidencia beneficios reales y medibles en la salud pública. Entre ello, “ayudó a que los consumidores reduzcan la compra de productos como yogures, cereales y jugos con alto contenido de azúcares, grasas o sodio, entendiendo que estos influyen a la hora de hacer las compras”, mencionó la Licenciada en Nutrición.
Este perfil de nutrición y mejora en la alimentación saludable proviene de un trabajo profundo realizado por los profesionales que integran el mundo de la salud alimentaria. El mismo fue impulsado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), donde se tuvo como referencia a países como Perú y Chile, que tuvieron un resultado positivo.
En un contexto donde la publicidad y el marketing parecen acaparar cada una de las aristas de la vida cotidiana y el Estado retrocede, la educación alimentaria tiene que convertirse en un acto de resistencia. “Nosotros no podemos mirar para otro lado. Tiene que volver la ley a su estado original y no lo hacemos solo los profesionales, sino también con la ayuda del consumidor”.
Saber leer etiquetas, desconfiar de los claims de marketing y buscar asesoramiento profesional son prácticas claves para no perder el rumbo en los supermercados llenos de productos con valores nutricionales irreales. Por eso, la licenciada en nutrición menciona que “la salud y el derecho a la información no deben ser un negocio de la industria. Por eso, defendamos la ley”.