Reflexiones desde la historia y el presente argentino
“La verdadera soberanía económica está en decidir nuestro futuro, no en complacer al mercado internacional”
Antonio Suárez, profesor de Historia, reflexiona sobre las amenazas a la soberanía argentina en un contexto de políticas que priorizan intereses extranjeros. La defensa de las instituciones, la educación pública y el desarrollo económico desde una perspectiva nacional son claves para construir un futuro digno.
Victoria Brauton - Agencia Comunica
20/11/2024
En un contexto de cambios políticos profundos en Argentina, donde el gobierno propone un modelo basado en intereses de capitales extranjeros, la soberanía nacional se encuentra en el centro del debate. Antonio Suárez, profesor de Historia en la Facultad de Ciencias Humanas de la UNCPBA, analiza este escenario desde una perspectiva crítica que combina pasado y presente.
Para Suárez, el modelo actual busca vender un plan de negocios extranjerizante como un proyecto de país. “Se intenta convencer de que satisfacer a los capitales especulativos del hemisferio norte es beneficioso, mientras se desmantelan los lazos comunitarios y el tejido institucional que nos protegen como sociedad”, menciona.
La idea de “correr al Estado del medio” es, para el profesional, una maniobra discursiva que esconde el desguace de instituciones fundamentales. “Hablar de soberanía implica hablar de un pueblo consciente, que entiende su historia compartida y las amenazas que enfrenta”, destaca.
Vuelta de Obligado: una lección vigente
El Combate de la Vuelta de Obligado, ocurrido el 20 de noviembre de 1845, enfrentó a las tropas argentinas lideradas por Lucio Mansilla contra una flota anglo-francesa en el río Paraná. Aunque las fuerzas argentinas sufrieron grandes pérdidas, su resistencia heroica marcó un hito en la defensa de la soberanía nacional. La batalla impulsó un reconocimiento internacional de los derechos argentinos sobre sus ríos
En este marco, Suárez invita a reflexionar sobre la Batalla de la Vuelta de Obligado para ilustrar la importancia de la resistencia soberana. En ese entonces, Argentina enfrentó a dos potencias imperiales desde una posición desventajosa pero con una firmeza que sigue siendo ejemplo. “La realidad debe ser analizada con firmeza, sin caer en voluntarismos ni cobardías. Solo así podemos resistir a las fuerzas que buscan subordinarnos”, afirma.
El profesor de Historia y una mirada crítica de la realidad nacional.
Suárez subraya que confundir crecimiento financiero con desarrollo social es un error. “Un pueblo soberano no depende de consorcios extranjeros ni se somete a decisiones que desangran su mercado interno. La soberanía económica comienza con garantizar derechos básicos a la población”.
“No podemos celebrar índices financieros mientras no garantizamos a nuestra población derechos básicos como el acceso a la tierra y a una vivienda digna. La verdadera soberanía económica radica en decidir nuestro futuro como pueblo, no en complacer al mercado internacional”, enfatiza.
75 años de gratuidad universitaria
Este viernes se conmemora el 75° aniversario de la sanción de la gratuidad universitaria en Argentina, un logro alcanzado en 1949 mediante un decreto del presidente Juan Domingo Perón. Esta medida comprometió al Estado nacional a garantizar los recursos necesarios para que las universidades públicas fueran gratuitas. Como resultado, la matrícula estudiantil creció de manera exponencial, pasando de 66.212 estudiantes en 1949 a 135.891 en 1954.
La educación pública es otro frente clave en la lucha por la soberanía. Con un modelo que favorece la privatización del conocimiento, las instituciones educativas argentinas están bajo amenaza. “La soberanía de un pueblo se mide por sus instituciones. Desmantelar el sistema educativo público significa condenarnos a ser un país de cerebros baratos o consumidores sin decisión”, alerta y señala que" desmantelar el sistema educativo público no es liberador; es una estrategia para condenarnos a la dependencia tecnológica y científica del extranjero. Sin desarrollo científico propio, estamos vendiendo nuestro futuro”, advierte.
Para Suárez, el mensaje hacia los jóvenes es claro: la verdadera libertad es colectiva. Frente al individualismo promovido por los algoritmos y el mercado, propone recuperar el sentido de pertenencia a un pueblo. "Somos parte de una comunidad que debe construir un horizonte compartido, más allá de la supervivencia. Sin esa consciencia, la soberanía será solo una palabra vacía”, concluye.
Un horizonte de lucha colectiva
En última instancia, la soberanía argentina, según Suárez, se encuentra en jaque bajo un modelo político que privilegia intereses externos y desconoce las necesidades internas. Pero también reside en la capacidad de resistir y construir alternativas, como lo hicieron generaciones anteriores en luchas como la Vuelta de Obligado.
El desafío actual es claro: defender el entramado social, educativo e industrial frente a políticas que buscan desmantelarlo. Porque, como señala Suárez, “un pueblo soberano es aquel que decide su futuro. Sin educación, trabajo, solo queda sobrevivir a los pies de los poderosos”. Defender la soberanía no es un acto del pasado, sino una necesidad del presente.