La dificultad de los estudiantes que alquilan en Olavarría
Inquilinos vs propietarios: la crisis y una grieta que perjudica a ambos
Con la nueva reforma impulsada por el gobierno de Javier Milei, los propietarios disponen de libertad e impunidad para establecer tarifas, actualizaciones y moneda de pago. ¿Cómo afectan estas medidas a los jóvenes que estudian en Olavarría?
Lucas Woldryk - Agencia Comunica
13/9/2024
En la ciudad de Buenos Aires los jóvenes destinan el 70% de sus ingresos para pagar el alquiler, en Olavarría la realidad no es muy distinta. En promedio, un estudiante de otra ciudad que se ve obligado a alquilar para poder estudiar, destina gran parte de sus ingresos (dinero enviado por padres, becas o trabajo) a pagar el lugar en donde reside.
La derogación de la Ley de Alquileres, por parte del gobierno de Javier Milei, implicó un descuido hacia los inquilinos, otorgando a los propietarios la libertad a la hora de establecer las tarifas. Ahora las actualizaciones pueden realizarse cuando el propietario disponga y de acuerdo al índice que él mismo desee. Esto acordado previamente en los nuevos contratos.
Un informe presentado por la Federación Universitaria del Centro de la Provincia de Buenos Aires (FUCPBA), detalla que los estudiantes de UNICEN necesitan 400 mil pesos mensuales para vivir, contando alquiler, servicios y alimentos.
Agencia Comunica dialogó con algunas inmobiliarias de la ciudad de Olavarría para conocer acerca de los valores mínimos de alquileres, las demandas por parte de los estudiantes de otras ciudades, los intereses de los propietarios y el contexto desfavorable para los argentinos.
Alquilar en Olavarría un departamento de un dormitorio, con comodidades mínimas o limitadas, cuesta entre 150 y 200 mil pesos como mínimo, el precio varía dependiendo el estado de la propiedad y la zona de la misma. Sin embargo estos precios iniciales están sujetos a actualizaciones, que por lo general suelen ser entre 3 a 6 meses actualmente.
Una de las inmobiliarias consultadas se refirió a las nuevas políticas implementadas por el gobierno “veníamos de tiempos en donde se descuidó mucho al propietario, ahora se está descuidando muchísimo al inquilino. Hay que buscar un equilibrio entre ambos”. “Es un problema mucho mayor, toda la economía en general se encuentra a prueba mes a mes”, agregó.
“El principal problema es que no haya restricciones sobre las actualizaciones, desde la inmobiliaria se intenta siempre la mejor opción para ambas partes, pero hay clientes con los que se complica más negociar”, agregó otro.
Respecto a las demandas, la voz de la inmobiliaria sostuvo que en el corriente año las consultas por parte de estudiantes ha disminuido considerablemente, “no sé cuántas familias están en condiciones para poder mantener a un hijo en otra ciudad, es una realidad muy triste”. “Antes comenzaban a alquilar en enero recién para marzo, ahora no, es todo sobre la fecha. No sobra nada”, manifestó.
Según un informe realizado por el Instituto de Desafíos Urbanos, lo ideal sería destinar el 30% de los ingresos para pagar un alquiler, hoy la realidad es otra y requiere más del doble de ese ideal. Esta problemática está ligada también a los salarios cada vez más bajos y con mayor pérdida adquisitiva.
“Hay padres que hacen hasta lo imposible para que su hijo o hija estudie, y muchas veces se les complica cumplir con el contrato. Ahí uno apela a la empatía y trata de dar una mano. Muchas veces es el propio estudiante el que siente esa empatía con los padres y decide volverse. Es duro porque se renuncia a sueños y metas”, reflexionó.
El representante de la inmobiliaria también hizo hincapié en el cuidado de los propietarios “uno cree que los propietarios son todos ricos y la verdad que no. Todo viene cada vez de peor calidad y más caro, y eso requiere de arreglos en las viviendas cada vez más seguidos, que muchos propietarios afrontan con dinero de sus propios bolsillos. Hay que entender y cuidar a ambas partes”.
“Hay que terminar con la grieta entre inquilinos y propietarios, y buscar el bien común. Si no aprendemos que las grietas solo destruyen no vamos a mejorar más”, concluyó.
La realidad de los estudiantes del interior es cada vez más complicada, lo cierto es que por parte del Estado no existe ningún tipo de ayuda y acompañamiento en relación a los alquileres, a diferencia de Chile por ejemplo, que se encarga de subsidiar un porcentaje del alquiler.
El panorama no arroja buenos índices a futuro, los sueldos y becas no mejoran, y las medidas adoptadas por el gobierno no se ven reflejadas en los bolsillos de los argentinos. Mientras tanto, los estudiantes que alquilan son tan solo otro sector desprotegido por el Estado, que dice ser más libre y justo.