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Día Nacional de la Donación de Órganos

La vida renace después del trasplante

Pablo Grunewald, trasplantado de riñón, convirtió la adversidad en triunfo deportivo. Su historia demuestra que hay vida después del trasplante. Conocé su historia completa en esta nota.

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Victoria Brauton - Agencia Comunica

30/05/2024

La historia de resiliencia y superación de un hombre ha inspirado a muchos. Este es el relato de Pablo Grunewald que tras enfrentar serios problemas de salud desde su infancia, encontró en el trasplante de riñón una nueva oportunidad de vida.

A los 11 años, mientras jugaba al fútbol en las inferiores del club Loma Negra, los estudios médicos de rutina revelaron una preocupante realidad: sus riñones no estaban funcionando correctamente. A partir de ese momento, su vida y la de su familia cambiaron radicalmente. “Fue duro, especialmente para mi familia. A esa edad no entendes completamente lo que está pasando,” recuerda Pablo Grunewald con exactitud.

La familia tuvo que hacer varios ajustes, incluyendo una estricta dieta baja en sal y visitas regulares al médico. A pesar de todo, él continuó practicando deportes, con una pasión particular por el atletismo, actividad que sigue disfrutando hasta hoy. "Hice vida normal y seguí haciendo deporte, lo que me ayudó mucho a mantenerme positivo", menciona.

A los 24 años, sus riñones finalmente dejaron de funcionar. “Sabíamos que en algún momento necesitaría un trasplante, pero no esperábamos que fuera tan pronto", cuenta Pablo. "Fue un momento muy difícil, porque sabía que mi vida dependía de encontrar un donante compatible.” La única opción viable era el trasplante, o enfrentarse a la diálisis.

Durante un año y nueve meses, vivió con diálisis, un tiempo relativamente corto en comparación con la espera promedio para un trasplante. Mientras tanto, se realizaron estudios de compatibilidad con sus padres, y aunque tanto mamá como papá podrían ser sus donantes, su padre fue seleccionado como el más adecuado. Al recordar ese momento Pablo menciona que "tener a mi familia a mi lado fue fundamental, su apoyo me dio la fuerza para seguir adelante.”

El 16 de marzo de 2001, en el hospital San Martín de La Plata, se realizó la intervención que cambiaría su vida. “Recibí el riñón de mi padre, y desde entonces, he vivido con tres riñones, aunque solo uno funciona", explica Pablo Grunewald.

El trasplante no solo le devolvió la salud, sino también una nueva perspectiva de vida. Inspirado por las enfermeras que lo atendieron, decidió estudiar enfermería. “Trabajo en atención primaria en Olavarría desde hace 21 años", dice con orgullo.

El trasplante también le permitió formar una familia y ser padre de dos hijos. "Siempre quise tener una familia, pero mi salud no me lo permitía. Después del trasplante, pude cumplir ese sueño ",cuenta emocionado.

Además, su amor por el deporte lo llevó a participar en los Juegos Argentinos para Deportistas Trasplantados y a representar a Argentina en competiciones internacionales en Francia, Canadá, Tailandia, Sudáfrica, y Mar del Plata. "Descubrí que podía competir a nivel internacional y representar a mi país, algo que nunca imaginé posible.” destaca Pablo Grunewald y recuerda "cantar el himno nacional en el extranjero y subir al podio fue una experiencia indescriptible".

pablo grune

"Ganar medallas de oro y plata me hizo sentir que todo el esfuerzo valió la pena”, menciona Pablo a la espera que el año que viene puedan viajar a los Juegos que se llevarán a cabo en Alemania 2025, la emoción y lo que generan en el ese evento no se puede describir.
“Es indescriptible lo que he vivido gracias al trasplante. Esta experiencia me ha enseñado que, con determinación y actitud, se puede superar cualquier obstáculo,” afirma. A lo largo de 23 años, ha vivido sin problemas significativos relacionados con el trasplante, demostrando que es posible llevar una vida plena y activa."Uno se tiene que plantear que esta es la vida que le toca, y a partir de ahí, seguir adelante de la mejor manera posible.”

Su historia es un poderoso testimonio del impacto positivo de la donación de órganos. “La donación de órganos trasplanta vidas y permite a personas como yo tener una segunda oportunidad,” concluye, subrayando la importancia de fomentar la conciencia sobre este acto de generosidad y amor.