La profunda labor de las ciencias sociales
Entre preguntas incómodas y transformación social
¿Alguien se preguntó alguna vez por qué son importantes las ciencias sociales? Aquí mostramos por qué las preguntas incómodas son necesarias y de qué forma es posible comprender y transformar nuestra realidad. Nada más y nada menos.
Magdalena Jaureguiberry- Agencia Comunica
05/12/2023
A menudo nos cuesta entender el mundo en el que vivimos, quienes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos. De vez en cuando cuestionamos lo “normal” , lo desnaturalizamos y lo problematizamos. Cuestionamos lo ético y lo moral, lo políticamente correcto y lo que creemos que no lo es. Existe una ciencia que se ocupa plenamente de dar respuestas o definiciones de lo que le ocurre al ser humano que vive en sociedad: las ciencias sociales.
Esta rama de la ciencia se aboca a pensar los problemas colectivos que enfrentamos y a imaginar maneras más justas de organizar la vida social. Lo específico de este saber es plantear y cuestionar los sentidos socialmente construidos. Las preguntas por el sentido, por la historia y por el poder son un aporte propio de las ciencias sociales y pueden ayudar a desnaturalizar los mecanismos de dominación.
La importancia de las ciencias sociales en nuestra sociedad se revela en la mirada crítica y analítica que brindan a cuestiones fundamentales. Exequiel Alonso, Licenciado en Comunicación Social y becario del CONICET, destaca cómo estas disciplinas aportan respuestas a problemáticas concretas, desde la construcción de infraestructuras hasta la reducción de la pobreza.
La lucha contra la pobreza encuentra en las ciencias sociales un aliado crucial. Exequiel Alonso destaca la necesidad de considerar dimensiones más allá del salario, explorando las desigualdades de género en el mercado laboral y las diversas necesidades de las personas. Aquí, los cientistas sociales, incluyendo antropólogos y antropólogas, aportan una perspectiva integral que va más allá de las cifras económicas.

En una sociedad rica en diferencias, la cantidad de preguntas a cerca de la vida en sociedad es infinita. Créditos: Ciencia del Sur.
El entrevistado señala a los arqueólogos como contribuyentes esenciales al comprender el contexto histórico de los problemas actuales. ¿Cuándo se gestaron desafíos como el cambio climático o la desigualdad social? El pasado, según Alonso, se convierte en una herramienta para reflexionar sobre el presente y, viceversa, entender cómo llegamos a ser la sociedad que somos.
La tarea de los cientistas sociales, según Alonso, va más allá de la planificación: implica una comunicación efectiva de las políticas diseñadas. Comprender cómo las personas envían y reciben información es esencial para implementar iniciativas con éxito, otorgando a comunicadores y periodistas un papel central en este proceso.
Exequiel Alonso destaca la importancia de formular "preguntas incómodas pero necesarias". Según él, este ejercicio de cuestionamiento desafiante es esencial para desentrañar estructuras de poder y desnaturalizar aspectos de la realidad que a menudo se aceptan sin reflexión profunda. En sus propias palabras, asegura que "nuestra tarea como científico social es hacer preguntas, a veces incómodas, pero siempre necesarias. Con especial interés en pensar las relaciones de poder y no dar por sentado (o desnaturalizando lo dado, cómo decimos quiénes hacemos ciencias sociales) aquello que vivimos, esto significa cuestionar frases como esto 'siempre fue así' 'es natural que haya problemas' 'es normal vivir de esta forma y con estas costumbres'."
Este enfoque de cuestionamiento profundo, según Alonso, no solo busca entender la realidad actual, sino también generar un impacto positivo en la sociedad. Al desafiar las nociones aceptadas, se abre la puerta a la posibilidad de cambios significativos y a la creación de políticas más informadas y equitativas. Este proceso de cuestionamiento y reflexión crítica, según él, es fundamental para construir una sociedad más justa y en armonía con su entorno.
En las palabras del profesional de la comunicación, se vislumbra un llamado a la reflexión que trasciende las estructuras académicas y se sumerge en la esencia misma de la experiencia humana.
En este contexto, las ciencias sociales no solo son un conjunto de disciplinas académicas, sino herramientas para explorar nuestra convivencia, nuestras creencias arraigadas y las estructuras que moldean nuestras vidas. Según Alonso, "el acto de cuestionar lo establecido no surge como una rebeldía gratuita, sino como una necesidad profunda de comprender y transformar".
Por ende, más allá de las estadísticas y análisis, las ciencias sociales se revelan como un vehículo para explorar nuestra humanidad compartida. La capacidad de generar preguntas desafiantes no solo impulsa el progreso académico, sino que toca fibras más sensibles al invitar a la sociedad a mirarse de frente y a imaginar un futuro basado en una comprensión más profunda y empática de quienes somos y cómo queremos vivir juntos.