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Discapacidades

Discapacidad motriz: en permanente lucha por la inclusión social

Las personas con discapacidades motrices en la ciudad de Olavarría sufren a diario diversas problemáticas que no le permiten cumplir con sus derechos. La realidad es que la localidad no cuenta con los parámetros para que estos puedan desarrollar una vida con normalidad. Milagros Virgile sufre de una discapacidad motriz y contó cómo es vivir en la ciudad, lo mucho que falta y como se la rebusca para progresar en una sociedad que los estigmatiza.

silla de ruedas

Rodrigo Junger - Agencia Comunica

23/03/22

La historia de Milagros, de 21 años de edad, comienza a sus ínfimos 10 años cuando sufrió un ACV (accidente cerebrovascular) debido a una mala formación genética. Las secuelas sufridas fueron en todo su lado derecho, perdiendo así gran parte de su movilidad. Luego de estresantes terapias y meses de rehabilitación a lo largo de su vida, hoy se encuentra caminando pero con movilidad reducida, con sensibilidad un poco alterada y además sufre de epilepsia post ACV, que es un trastorno neurológico en el que se producen convulsiones recurrentes.

Los hechos de discriminación para con las personas con discapacidad es otro de los puntos que estos deben afrontar. Además de sus lesiones físicas deben lidiar a diario con su fortaleza mental para no caer anímicamente. La sociedad suele ser muy cruel y la mayoría lo sabemos…En esta sintonía, Milagros cuenta que en su vida ha sufrido varios casos de discriminación: “hay algunos casos, siempre, de malas personas, generalmente desconocidas e incluso conocidas también, que me han hecho pasar malos momentos en el recorrido de mi vida, gente que por ahí no tiene ni idea del mal que puede producir”.

Otro eje de gran relevancia que sufren las personas con discapacidades motrices es el no cumplimiento por parte del estado al derecho a la vida independiente como así también al derecho a la libre circulación. El faltante de rampas le imposibilita moverse en la ciudad, en referencia a lo cual Milagros contó que “es necesario tener rampas en todas las esquinas porque yo tengo muchos conocidos en silla de ruedas y no pueden ir siquiera al supermercado, ni que hablar de asistir a un bar o a un boliche, no hay inclusión para esas personas”.

Con respecto al uso de sanitarios en los lugares públicos la complicación también es máxima. El margen para hacer actividades nocturnas es muy acotado ya que los diversos lugares que existen no tienen una mirada inclusiva para con ellos, en este punto Milagros expresó: “no podes ir a ningún lado porque quizás tengan rampas pero es muy probable que no pases por la puerta o hay un montón de mesas juntas y se imposibilita el paso, por lo tanto uno termina optando por no salir”.

Para hablar del tema de la inclusión en la ciudad Agencia Comunica dialogó con la Lic. Romina Sponer, responsable del área de promoción de derechos para personas con discapacidad y personas mayores del municipio. Ella comentó que desde el municipio se está empezando a proyectar siempre con una mirada inclusiva aunque confesó: “todavía no nos podemos considerar ciudad inclusiva, para serlo se tiene que contar con un circuito de adaptación y facilitación para todos los tipos de accesibilidad”.

milagros chica

Milagros Virgile a sus diez años de edad


Consultada sobre los proyectos u ordenanzas en los que están trabajando, la funcionaria comentó que la idea es avanzar sobre una ordenanza para que los distintos lugares o empresas de la ciudad tengan una mirada inclusiva en sus diferentes proyectos: “estas cuestiones deben atravesar la cuestión cualitativa del laburo que podemos hacer nosotros como personas que caminen hacia la concientización y a las temáticas de discapacidad, y también es importante que todo esto tenga un paso por el Concejo Deliberante”. Más allá de las ordenanzas, la necesidad que sufren las personas con discapacidad motriz es de suma urgencia. En este sentido la Lic. Sponer reconoció: “si vos me decís si hoy tenemos un proyecto específico para la discapacidad motriz… y no. Todavía no lo tenemos, esa es la realidad”.

El derecho a un trabajo digno para estos es realmente imposible, la pandemia no es una excusa porque es una problemática que se arrastra desde tiempos históricos. En este sentido, Agencia Comunica se comunicó con Juan Ignacio Martinez, un ciudadano de la localidad de Sierras Bayas que padece de movilidad reducida y relató su historia: “yo me recibí hace 10 años de la secundaria, en agosto del 2012 precisamente y hasta ahora he ido deambulando con los trabajos que van saliendo en el momento. Pero en cuanto a trabajos dignos para mí viene siendo complicadísimo conseguir algo”.

Las razones para Juan Ignacio pueden ser varias: “no sé si es porque falta estructura, o si falta información por parte de las empresas para manejar a gente con discapacidad, siento que algo ha evolucionado pero desde mi lugar te digo que me cuesta un montón, ojalá de a poco se vaya acomodando y haya oportunidades para todos.

Según datos oficiales expuestos por la Lic. Sponer, en el municipio están trabajando en planta permanente cerca del 2 por ciento de personas con discapacidad. La ley plantea que el ideal es del 4 por ciento, es decir que al propio municipio le queda la tarea de incluir cerca de un 2 por ciento más de lo que hay hasta el momento. En el ámbito privado se está trabajando desde el municipio para poder incluir más personas con discapacidad al mundo laboral: “con el área de empleo estamos trabajando para visibilizar e invitar a los empleadores a conocer las características, los beneficios y la importancia de tener dentro de su staff a personas con discapacidad aptas para los distintos tipos de trabajos”.

Además, para cerrar instó por la inclusión de estos con salarios dignos: “estos deben tener un rol laboral lógico y remunerado como cualquier otro empleado de la empresa”.