Notas

El mundo del tatto y su diversidad local


El mundo de los tatuajes en Olavarría viene creciendo en estos últimos tiempos. El dibujar termina siendo una de las grandes vías de acceso de los jóvenes para arrancar a tatuar a sus amigos por el amor al arte. Tatuadores olavarrienses cuentan sus experiencias de sus inicios y analizan la situación del rubro en estos tiempos de crisis.

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Enzo Leira en una sesión de tatuaje

Rodrigo Junger- Agencia Comunica

La inserción de los tatuadores en el ámbito profesional deja lugar a múltiples historias. Desde la pasión por el arte y el dibujo desde tempranas edades a la motivación de sus seres queridos, las razones por las que incursionan en el grabado sobre las pieles son variadas. En este sentido Enzo Leira (@angelink.tats) tatuador oriundo de Olavarría expuso: “no me veía en este mundo de los tatuajes aunque dibuje desde muy chiquito, el dibujo es como una introducción. Los verdaderos tatuadores arrancaron así, la realidad es que para entrar en esto tenés que saber dibujar o por lo menos estar encaminado en ese rumbo. El entorno también es muy importante, en mi caso particular me terminé de convencer de entrar de lleno luego de que mi mamá me pidiera que le haga algo y después de pincharla por primera vez automáticamente dije esto es para mí”.

“El mundo de los dibujos es como una introducción a este mundo” Enzo Leira.

Bajo el mismo eje, Abril Orasi (@tatt.ab_olav) tatuadora local cuenta su experiencia personal: “inicie porque mi papá se tatuaba bastante cuando era más chica, yo lo acompañaba porque siempre estuve abocada al dibujo y era algo que me gustaba. Al poco tiempo mi papá le mostró mis dibujos al tatuador y él me propuso arrancar un curso para aprender y dar mis primeros pasos. Durante 8 meses tatué sobre cueros de chanchos para perfeccionar y descubrir los distintos matices de las agujas. Una vez que pasó ese tiempo y me sentía segura pensamos un modelo con mi padre y lo plasmamos en su piel”.

La compra de herramientas es, en cierta medida, la acción que termina de definir el adentrarse o no al mundo de los tattoos y al ser un recurso costoso la decisión suele ser algo complicada en algunos casos. En este sentido Enzo Leira comentó: “yo me acuerdo que estaba trabajando en una fábrica y salió la oportunidad de comprar un kit en Loma Negra. En ese momento no sabía qué quería hacer de mi futuro pero igual encaré la oportunidad para ver qué onda, luego me encantó y de a poco fui encarando distintas herramientas de mejor calidad”.

Por su parte Abril Orasi expresó: “mis primeras herramientas me las vendió el mismo tatuador que me enseñó cuando empezamos el curso, él tenía máquinas que no usaba y estaban en muy buenas condiciones por lo que en ese sentido siempre estuve cubierta. Hasta el día de hoy sigo usando esas mismas herramientas y después obviamente fui adquiriendo otras cositas del rubro que me servían para el día a día”.

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Abril Orasi concentrada tatuando

La crisis económica golpea y en el caso de los tatuadores la situación es muy complicada ya que muchos de los insumos son importados y se manejan en relación al dólar por lo que establecer un precio acorde es un desafío muy grande. En relación a esto Enzo Leira argumentó: “ese es un tema muy importante porque yo trabajo con materiales que vienen importados y solo se adquieren en precio dólar, a partir de ahí uno tiene que ir buscando un punto medio entre la aceptación general de los clientes y la rentabilidad del estudio. Para esto también uno tiene que rebuscársela y llevar estrategias, por ejemplo yo empecé con promociones por cantidad de tatuajes para poder hacerlo más accesible y el cliente se vaya contento”.


Hand poked, una técnica milenaria de la mano de Abril Vilches

El “Hand Poked” es una técnica para realizar tattos completamente a mano sin la necesidad de usar ningún tipo de maquinaria. Esta forma de trabajar se remonta a los inicios del tatuaje en general. La traducción al español es “empujado a mano” y se utiliza solamente una aguja de manera que la tinta se introduce con cada pinchazo en la piel delineando poco a poco y punto a punto cada una de las partes del tatuaje. Dentro de sus características más importantes se destaca el mayor tiempo que lleva el trabajo con respecto al modo tradicional. Otro punto importante es que el dolor con esta técnica es menor debido a que la lesión provocada es más leve, por lo tanto la cicatrización es más rápida.

Una de las precursoras de este particular método en la ciudad de Olavarría es la tatuadora Abril Vilches (@elorigen.handpoke). Al hablar de sus inicios en la temática la joven enunció que “la realidad es que nací entre tintas y agujas porque mi viejo es un tatuador muy conocido en la ciudad, igualmente no me llamaba la atención antes el mundo de los tattoos y ni siquiera me imaginaba tatuando, pero hará dos años encontré un par de artistas que hacían “hand poked”, esto no era muy conocido acá y de a poco lo empecé a tener en cuenta así que le comenté a mi padre y enseguida se entusiasmó”.

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Abril Vilches tatuando bajo la tecnica "Hand Poked"


La llegada de la pandemia y el tiempo libre que le generó el encierro a los estudiantes universitarios la llevó a Abril, que es estudiante de kinesiología en la Universidad Nacional de Mar del Plata a replantearse su amor al arte y, más precisamente, a la técnica en la que ella se desarrolla actualmente: “el año pasado en la pandemia que me agarró en Olavarría tenía tiempo libre y dije bueno es ahora. Mi papá me hizo mi herramienta de laburo que tengo hoy en día que es una llave antigua adaptada a mi mano que uso de soporte para poder trabajar de forma más cómoda y ahí arranqué, hace un año y dos meses aproximadamente”.

La técnica del “Hand Poked” es llevada a cabo, como se mencionó anteriormente, con solo una aguja y la tinta que esta aplica, es por ello que el margen que tiene la disciplina para hacer ciertos diseños es un tanto acotado. A la hora de definir las posibilidades con la que cuenta esta técnica, Abril explicó: “hay cosas que se pueden hacer y cosas que no porque la técnica no da para eso, por ejemplo un retrato de alguien es imposible, no solo por el tiempo sino por los detalles y distintas cosas que con esta técnica no podes alcanzar como si lo haces tranquilamente con una máquina”.

En este sentido, a la hora de fijar los turnos Abril sostuvo que previamente existe un diálogo con el cliente: “cuando vienen a proponer un diseño se charla y vamos viendo si se puede hacer o se le busca la forma para llegar al resultado, en este caso me fijo mucho en los tamaños, en la dificultad y en el tipo de trabajo que se quieran hacer”.

La introducción de muchos jóvenes en el ámbito de los tattos ha permitido en estos últimos tiempos que el rubro crezca de forma muy fuerte. Esto también ha generado una diversidad muy notoria en varios aspectos como técnicas, formas de trabajar y diseñar que le permite al público una amplia gama de selecciones. Para cerrar Abril concluyó: “hay mucha variedad, hay muchos tatuadores por suerte y está buenísimo que crezca tanto”.