Notas

La plaza central, el principal punto de venta

La felicidad de volver a feriar

Emprendedores y feriantes nuevamente en las plazas para vender sus productos. Superar los tiempos de pandemia y cuarentena no fueron nada fáciles, pero ya han vuelto las ferias con gran respuesta por parte de la sociedad. “Creo que tuvimos el acompañamiento más importante de los últimos 5 o 6 años. Fue muy gratificante”.

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Tomás Kessler- Agencia Comunica

Feriar en la plaza. Observar que está llena de stands y de gente comercializando sus productos realizados de manera genuina y única. Mucho trabajo detrás de lo que se ve en una feria: cuestiones burocráticas, papeleo, autorizaciones. Trabajo propio de cada emprendimiento que ven la feria como una oportunidad única de mostrarse y generar ingresos. El trato con la sociedad, la feria a cielo abierto fue algo deseado por todos y que tuvo siempre acompañamiento: “los vecinos y vecinas nos apoyaron maravillosamente, fue una venta que se necesitaba muchísimo para las economías familiares”, expresó Patricia Bahl, directora de “La Minga”, entidad de bien público que nuclea un total activo de 100 feriantes actualmente.

Esta asociación se conformó como tal en 2015 pero desde 2007 realizan ferias. Un estimado de más de 2000 emprendedores han sido parte de “La Minga”, que año tras año se ha ido expandiendo. En sus inicios, las ferias se realizaban al costado del arroyo pero actualmente el lugar principal es en la plaza central de la ciudad. “Nosotros nos destacamos por promover y fortalecer el espacio de las ferias a cielo abierto, específicamente en la plaza del centro”. Este es un lugar de comercialización en el cual se producen más ventas que en otros sitios, “desde La Minga tratamos de poner en valor que los espacios sean de comercialización y no solo pasar el tiempo”.

La voz de los feriantes

Olga Calvo, emprendedora local que participa en las ferias que realiza la entidad, comenta que durante todo el tiempo de pandemia y cuarentena, su emprendimiento se vio “paralizado”. Olga fabrica sus propios bolsos, carteras, morrales con distinto tipo de material tales como tela de jean, corderoy, cuero, entre otros. “Recién ahora hace dos meses empecé de nuevo a hacer bolsos”.
Atravesar el tiempo de la pandemia no fue fácil, optar por la digitalización y venta de productos a través de internet fue un largo proceso. Además, teniendo en cuenta la gran dificultad que implica para la gente mayor utilizar las nuevas tecnologías, “fue muy duro” afirma la emprendedora local. “Al no tener feria no podés vender, la gente no podía salir para nada. Yo el celular no lo manejo completamente, es limitado mi conocimiento tecnológico”.
De todas formas, cabe destacar que desde La Minga se brindó la ayuda y cercanía para con cada integrante, “realizamos un gran acompañamiento de lo que fue la digitalidad de todos los rubros y productos. Buscamos darles una mano porque todo fue muy rápido y desorganizado. Todas las situaciones familiares son distintas, entonces no para todos la pandemia fue lo mismo”, exterioriza la directora.

emprendodres 2 Stand y productos de Olga Calvo en feria

Sin embargo, así como el manejo de internet y las redes sociales es una dificultad para unos, es beneficio para otros. Lucía Acosta se encarga de su emprendimiento “L´aromas” (@L´aromasolavarría en instagram) y este surgió exclusivamente durante la pandemia “como un juego” según palabras propias de la emprendedora. Este juego comenzó con la producción y venta de velas y hoy en día se expandió y a las velas se suman lámparas de sal, fogoneros, souvenirs y adornos de navidad justo para la época. Tanto fue el crecimiento que hoy ya es su principal fuente de ingreso. La venta online y el manejo de las redes sociales fue un aspecto fundamental en su negocio y explica que constantemente realiza publicaciones y así logra vender sus productos tanto en la ciudad como en otras provincias tales como Córdoba, Neuquén, Tierra del fuego, entre otras.
Por su parte, Maggie Cazot también se introdujo en el mundo emprendedor a causa de la pandemia. Dejó de lado su pasado profesional como maquilladora y actualmente es artesana y orgullosa feriante. Cuenta con dos emprendimientos (@reciclandolavida y @Benditamielolavarría) que se basan en productos artesanales resignificados y reelaborados artísticamente por ella y la elaboración y venta de miel y productos 100% naturales. En ambas iniciativas Maggie Cazot cuenta con el cuidado del medioambiente y la naturaleza como principales valores. “Para empezar un proyecto hay que dejar otras cosas atrás. Elegí un cambio de mi vida y dejé de lado el maquillaje y me dedico a esto ahora”, reflexiona.

En base a las redes sociales y el manejo de las plataformas tecnológicas actuales, al igual que Lucía Acosta, Maggie Cazot comenzó utilizandolas como medio de trabajo y venta hasta su inserción en las ferias. El mundo de internet brinda grandes posibilidades, “el negocio crece en tanto uno le ponga la mayor cantidad de horas y energía, el mundo de las redes sociales es extremadamente dependiente, constantemente hay que hacer cosas, publicaciones y difusiones”, reflexiona Lucía Acosta.

El lugar de trabajo de las tres emprendedoras es dentro de su propio hogar. Desde la cocina, pasando por una habitación propia y hasta el lavadero, los talleres para sus emprendimientos son parte de la casa y de su vida constantemente.emprendedores5

Emprendimiento de Lucía Acosta


Respecto a la vuelta a la plaza y a las ferias a cielo abierto, Patricia Bahl comenta que “la primera fecha que volvimos fue en diciembre pasado. Pudimos estar 5 días.Los vecinos y vecinas nos apoyaron maravillosamente, fue una venta que se necesitaba muchísimo para las economías familiares”. Por su parte, Olga Calvo reflexiona que “lo ideal sería que uno como artesano pudiera trabajar todo el año pero la Municipalidad no te da la plaza que es donde se vende. Solo se consiguen unos pocos días en el año”. Es por este motivo que hay 3 fechas particulares en las que se logra un gran caudal de ventas. Estas son el día de la madre, la semana del emprendedor en el mes de diciembre y una semana durante el verano.

Las ventas en las ferias de “La Minga” resultan muy buenas y todos los emprendedores quedan contentos con el provecho que le sacan a cada una. Lucía Acosta celebra que “siempre me pasa que la mercadería que llevo no me alcanza a cumplir todo. Es increíble lo que se vende. Lo bueno de la feria es que no solo se trata de vender, sino también de generar más clientes y darse a conocer”. Sumado a esto, Maggie Cazot expresa que en las fechas le fue “bárbaro”. Su primera participación en feria coincidió con la vuelta de la entidad a la plaza central a fines de 2020. Las ferias a cielo abierto se hicieron esperar, pero volvieron con todo.


La feria como ingreso para el hogar

Patricia Bahl destaca que cada emprendedor cuenta con una realidad distinta pero que la gran mayoría cuenta con un ingreso general y que el emprendimiento es un plus. Aporta de buena manera pero no es el principal sustento económico. Debido a la poca cantidad de fechas en las que pueden establecerse en la plaza, el ingreso de esas jornadas no es el suficiente para cubrir las necesidades básicas durante todo el año.

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Maggie Cazot feriando y exponiendo sus productos



Olga, jubilada y trabajadora desde su propio hogar, afirma que lo que genera la venta de sus productos es un ingreso extra que muchas veces se destina en ayuda para su familia y sus nietas principalmente. A modo de conclusión, ella destaca su felicidad y conformidad con lo realizado, “estoy contenta porque lo que tengo, lo tengo por esfuerzo propio”.
El caso de Lucía es una excepción a la regla ya que constituye su principal ingreso, por lo cual también le demanda mucho trabajo y dedicación, “El amor, la dedicación y los detalles que le pones marca diferencia”, analiza.
Del mismo modo, Maggie Cazot sostiene que “hoy por hoy vivo de las ferias y me adapto a las ganancias. No todos los fines de semana puedo estar, entonces adapto mi bolsillo a la feria. Disfruto lo que hago, no es un peso y quiero inculcar a mis hijas el esfuerzo y el trabajo genuino”.