Ciencia

La juventud reta a los grandes

Olivia Orsatti - Agencia Comunica

Ni el Acuerdo de París impulsado por la ONU y al que suscribieron 195 países, ni los paneles intergubernamentales que periódicamente se realizan con científicos de todo el mundo. Y ni siquiera el descreimiento de la situación climática por parte del presidente de Estados Unidos alcanzó en términos mediáticos lo que lograron jóvenes de todo el mundo preocupados por el futuro del planeta. No quedó un medio de comunicación o red social que no hablara de Greta Thunberg, la adolescente sueca que a los 14 años dejó de asistir cada viernes a la escuela como modo de protesta por la ausencia de políticas ambientales.

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Con 16 años, esta joven con Asperger es fuente de inspiración entre sus pares y motivó el activismo e incluso presentó una demanda ante el Cómite de Derechos del Niño de las Naciones Unidas, acusando a Argentina, Brasil, Turquía, Francia y Alemania por no resguardar a la niñez de sus niveles de contaminación. El documento lleva la firma de otros 15 jóvenes de 12 países. Las críticas no tardaron en llegar: ¿Por qué no se acusó a China, India y Estados Unidos, las naciones con más emisiones de CO2? Simple: ellas no suscribieron al protocolo que habilita a niños, niñas y adolescentes a presentar quejas. El apoyo al documento tampoco se hizo esperar, y se organizaron movilizaciones alrededor del globo, en el marco de la tercera Huelga mundial por el Clima.

Olavarría no fue la excepción. La juventud reclama, exige, pero también reta. En sentidos amplios del verbo: dice “basta ya”, y desafía a las grandes corporaciones a cambiar el mundo.

Planeta en agonía

La demanda, que obliga a los Estados a dar una respuesta al Comité dentro de un plazo de seis meses, se basa en estudios científicos. Sostiene que el nivel de Dióxido de Carbono (CO2) en la atmósfera es el más alto en los últimos 800 mil años y que la temperatura del planeta se elevó 1.1º desde la Revolución Industrial, momento histórico que se toma punto de partida de un modelo de producción basado en combustibles fósiles y de emisión de CO2 a la atmósfera. Pero históricamente, desde el principio de los tiempos la Tierra ha pasado por períodos de mucho calor y mucho frío, como por ejemplo la Era del Hielo hace 400 millones de años.

verdes2Greta Thunder, la sueca de 16 años que encarnó la demanda.



Entonces, ¿cuál es el problema de que la temperatura suba? Entre otras cuestiones, lo está haciendo en un corto período de tiempo, lo que dificulta la biocapacidad de adaptarse a estos cambios. La naturaleza tardó cientos de millones de años para modificar las concentraciones de CO2 mediante procesos naturales, como enterrar el carbono, y ahora se quema un millón de veces más rápido.

De acuerdo al informe Planeta Vivo 2018 del Fondo Mundial para la Naturaleza, es la primera vez en la historia que una especie, el homo sapiens, tiene un impacto tan poderoso sobre la Tierra. ¿Son la globalización o los avances tecnológicos, excusa suficiente para continuar con esto modo de vida a pesar de la destrucción del ambiente? Los efectos del cambio climático van más allá que un poco de calor en invierno, y frío en verano. Provocan confusión sobre los signos que desencadenan los eventos estacionales, como la migración y la reproducción, y los genera cuando no corresponde. “En un determinado hábitat pueden, por ejemplo, desalinear la reproducción y el periodo en que abundan los alimentos”, alerta.

Como estos cambios son progresivos y perceptibles a largo plazo, para cuando se encendió la alarma ya fue tarde. Ni siquiera el incendio en el Amazonas, que reveló que el fuego es una práctica políticamente avalada para dar lugar al modelo sojero, logró la movilización que la juventud lideró.

Olavarrienses en movimiento

Contra esta falta de sensibilización a la destrucción del pulmón de Latinoamérica rapearon Braian López, "Yenko" y Fran Alberca en el Paseo Jesús Mendía, durante la Huelga por el Clima del viernes 27 de septiembre. Pidieron por políticas públicas, por conciencia ambiental. Los jóvenes cantan, hablan, ¿Alguien escucha?

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Antonela, Matías, Julián, Javier, Bautista y Jennifer tienen entre 19 y 24 años, forman parte de Olavarría Verde, un grupo de activismo que organiza actividades en la ciudad para concientizar sobre el tema; hacen compost y separan residuos. El grupo en principio se constituyó por Whatsapp y luego se abrió paso a través de Instagram y Facebook donde tienen más de 2 mil seguidores. Ninguno se conocía antes de integrar este movimiento que realizó su primera actividad pública en la huelga del 15 de marzo.

El mensaje es claro: hay que revertir la situación. “Si todos exigimos cambios, entre todos podremos lograr algo”, confían. Se definen como jóvenes con un interés ambiental particular, que a través de estas acciones encontraron la manera de dar cauce a esa preocupación. En esto, Greta Thunberg ayudó bastante. “El impacto que provocó el que sea tan joven y salga sola a reclamar ante el Congreso de su país inspiró a otros jóvenes”, aseguró Julián. “Acá en Olavarría las fábricas, cementeras, contaminan y nadie lo dice”, denunció Bautista.

Lucía Hernando y Juan José son jubilados. Pasaban por el Paseo Jesús Mendía cuando alrededor de 40 personas se preparaban para marchar por las calles del centro de la ciudad. “Muy bien”, aplaudieron. “Estamos contaminando el planeta. El crecimiento de los mares, el frío, el calor, la verdura, afecta todo” sostuvo Juan José, que considera que la juventud tomó las riendas del asunto porque es quien va a padecerlo. “La soja es la ruina del país”, sentenció por su parte Lucía. “Llueve y no escurre el agua, los fertilizantes están acabando con todo. El tomate no es tomate”, se lamentan.


Las críticas se dirigen no solo al modelo de producción sino además a la sociedad de consumo. “Compramos algo, se rompe, en vez de repararlo compramos uno nuevo. Con la basura lo mismo, hay que hacerse cargo de los residuos que cada uno genera en casa. no desaparece por arte de magia. Se trata de desarraigar costumbres”, alienta Julián.

Pero mientras la juventud se reúne y realiza instalaciones para difundir prácticas ecológicas, el presidente Mauricio Macri habilita por decreto la importación de basura reciclable proveniente de otros países sin certificado de inocuidad, modificando la ley de Residuos Peligrosos, bajo el pretexto de que resulta “innecesaria la presentación de un certificado de origen que acredite la no peligrosidad de los mismos” porque solo se permitirá “la importación de mercaderías obtenidas a partir de la valorización de residuos y que ingresen a nuestro país, como insumos, materias o productos, que cumplan las condiciones técnicas para ser considerados como tales”, de acuerdo a lo publicado por el Boletín Oficial. Es decir, Argentina no tiene políticas firmes de reutilización y reciclado de sus propios residuos, pero recibirá el de otros países.

Los jóvenes contraatacan: “La responsabilidad de instituciones y gobiernos, es estar a la altura. Evitar que la temperatura global se eleve 1.5 grados debe ser prioridad. Por eso necesario reducir con carácter urgente las emisiones de CO2 reajustando la huella ecológica y la biocapacidad del planeta”, reclamó Olavarría Verde en el Paseo Jesús Mendía. Las respuestas son para ayer. Los beneficios, para el mañana. Agencia Comunica - Facso