Ciencia

La investigadora Luciana Mentasti y la necesidad de escuchar las demandas de la ciudadanía

“Debemos hacer ciencia con compromiso social”

La importancia de la educación pública para producir conocimientos, la ciencia como responsabilidad colectiva y su descripción del sistema científico son algunas de las ideas sobre las que reflexiona la Ingeniera química olavarriense.

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Luciana Mentasti, investigadora y docente de la FIO. Foto: Luciana Mentasti.

Camila Ale. Agencia Comunica

23/04/2021

Comprometida con la educación pública y con el desarrollo de la ciencia, la investigadora Luciana Mentasti detalla algunos aspectos de su vida: un primer acercamiento a la universidad, sus pasatiempos y algunas nociones del sistema científico.

Luciana Mentasti es Ingeniera química de la Facultad de Ingeniería de la Unicen. Tiene 29 años y desempeña los roles de investigadora, científica y docente. Y además, hoy investiga sobre la generación de materiales que sirvan para medir la radiación para personas que están en tratamiento de radioterapia.

Su investigación surge de una interacción con científicos de física de la sede de Tandil que tenían esa inquietud y necesitaban un material que cumpliera con una serie de requisitos técnicos.

Los resultados de su labor pueden tener alto impacto en la sociedad. Y a Luciana, además de apasionarse por la ciencia, le encantaría mejorar un aspecto de la vida de alguien minimizando el daño en el tejido en pacientes con cáncer. “Le daría sentido a lo que hacemos y me llenaría mucho. Mi trabajo implica muchos desafíos pequeños y técnicos y a veces me olvido de cuánto significa lo que estoy llevando a cabo” reconoce la científica local y agrega que cuando vuelve a conectar con las necesidades sociales y cuando se topa con alguien que le pone en escena esta enfermedad tan dura puede dar cuenta de la importancia de la ciencia y el rol que tiene en la sociedad.

Luciana Mentasti pasa horas de su día entre vasos de precipitado y el escritorio. Ahora trabaja de manera presencial en el laboratorio cumpliendo con las actividades experimentales, es becaria doctoral en CONICET y al ser docente auxiliar de la FIO, lidia con la presencialidad- virtualidad en sus largos días.

Entre las ciencias y las artes

La investigadora es amante de las matemáticas y de los experimentos. Sin embargo desde que era una adolescente se volvió fanática del mundo de las series y siempre que puede, le dedica tiempo. Los meses de aislamiento los aprovechó para mirarlas en distintas plataformas de streaming. A veces se le vuelve difícil compatibilizar las actividades recreativas con su día a día porque hay tareas pautadas en su agenda y a la vez le encanta todo lo que tenga que ver con el arte, porque considera que tiene “un costado artístico” no explotado.

Le gusta mucho la música y sobre todo cantar. Por eso es parte del Coro Sonamos, de la Unicen. Además estudió teatro y se registró en el Conservatorio de Música Municipal para aprender a tocar la guitarra.

A Luciana le llamaron la atención las ciencias naturales desde que era pequeña. Para buena suerte de ella, siempre tuvo estrecha relación con las y los profesores de esas materias, y ya en el antiguo polimodal - hoy denominado Ciclo Superior de Educación Secundaria- sintió curiosidad por “Química” dictada por el Dr. Gastón Barreto, quien es su actual Director de tesis doctoral.

El interés y la habilidad por las ciencias duras fue tal que la impulsó , una vez terminada la secundaria en la Enape, a inclinarse por la carrera que finalmente la atrapó.

Aunque pensó en principio en estudiar Bioquímica, no lo hizo ya que la carrera no se dictaba en su ciudad natal. Por eso decidió comenzar Ingeniería Química en Olavarría. Los primeros años le gustaron mucho porque cursaba materias como las que prefería desde joven. Luego, más cerca del título de grado, reflexionó que había puntos que no le cerraban del todo porque lo que se enseña es puramente ingeniería y a grandes escalas como diseñar equipos. La realidad es que Luciana no se proyectaba a futuro trabajando en una empresa, no se quería dedicar a eso, pensó que la investigación podía ser un camino.

Por eso comenzó a asesorarse en cómo investigar o si se podía unir a algún grupo sin haberse graduado. Buscó información y el primer grupo adonde llegó es el que está ahora- el EDEMAP (Equipo de Desarrollo de Materiales y Procesos). Estuvo dos años investigando y trabajando en otros temas antes de llegar al que hoy le dedica gran parte de su tiempo.

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Luciana Mentasti es becaria doctoral del CONICET. Foto: Luciana Mentasti

“Normalmente lo que ocurre es que nos hacemos buenos en algo y después vemos a qué lo podemos aplicar” reflexiona la investigadora de la FIO y aclara que debería ser al revés, cuando la sociedad pone un tema en discusión, como por ejemplo los usos del cannabis (tema que el EDEMAP ya tiene como horizonte), como científica siente que tiene que hacer algo.”Tenemos que salir de la caja”, dice en relación a que las personas que se dedican a hacer ciencia deben observar lo que pasa en la sociedad y sus necesidades. “Donde hay demanda una no puede estar ajena. Nosotros tenemos que tener un compromiso social porque hacemos ciencia en un ámbito público” interpreta.

En ese sentido, después de haber estudiado y estar trabajando en una universidad del Estado, repiensa el papel que cumple la educación pública. “Yo creo que es fundamental para el desarrollo de cualquier país, estoy convencida de que la educación pública es un pilar”. En cuanto a la educación superior, “lo público le aporta un plus que las universidades privadas no tienen”, confiesa la científica y agrega que “nosotros no pagamos para que nadie nos forme y como sale de nuestros impuestos que paga toda la ciudadanía” se vuelve una gran responsabilidad y a la vez “garantiza excelencia y no responde a los intereses de nadie”.

Por último, tiene una idea muy cŕtica del sistema cientifico del cual ella es parte. “Una de las características que no sé si es tan buena es que cuando empezás a trabajar necesitas un padrino o madrina que elija formarte”. Si bien es una de las tareas de las y los investigadores más grandes es acompañar la formación, “se puede hacer de distintas maneras y podés estar tan presente como quieras” considera la ingeniera química. En todas sus investigaciones, ella se sintió acompañada y apoyada. “Realmente voy a estar agradecida eternamente porque el camino de la ciencia y la investigación es un camino que no se hace sola” finaliza Luciana Mentasti, segura de que hay mucho más para dar en el camino elegido, el más querido.(Agencia Comunica - Facso)